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Michael Jackson y la depredación de Chiapas

Trabajó para frenar el calentamiento global y frenar la tala inmoderada de bosques.

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Escrito en OPINIÓN el

Bajo -desde San Cristóbal de Las Casas a la costa chiapaneca- observando, dentro del auto, un video y escuchando al rey del pop, Michael Jackson. Por la ventanilla desfilan, a más de 100 kilómetros por hora, miles, millones de árboles. Pequeños cerros, maizales y, en algunos cruceros, los autos van quedando sólo en el recuerdo.


Evoco la imagen del hombre que quiso ser blanco. Lo tenía todo: talento, gracia, profesionalismo y dedicación. Era, sobre todo, aplicado, respetuoso y, milimétricamente, supervisaba que cada compás musical sonara como él quería. Lo vi actuar y confieso que se exigía demasiado.

 

A poco más de seis años de su muerte, Michael Joseph Jackson, el mundialmente famoso cantante, compositor, bailarín, actor, productor, empresario y filántropo estadounidense su legado es incierto. Trabajó para frenar el calentamiento global y frenar la tala inmoderada de bosques. Encargó a sus hijos continuar su obra.

 

Cuando lo escucho y veo bailar por una causa: la preservación ecológica me transporto a los Altos de Chiapas donde portentosos tráilers bajan cargados de maderas. Cientos de toneladas son extraídos de los cerros, las cañadas, los valles. Bajo el concepto de “usos y costumbres” nadie puede frenar a las mafias que operan protegidas en zonas indígenas. Truenan las motosierras y retumban los árboles al morder la tierra.

 

Si el «Rey del Pop» viera estas atrocidades volvería a morirse. Sus contribuciones a la música y el baile, y sus últimos años de vida, dedicados a la conservación ecológica de nada valieron. Michael quiso un mundo mejor. Equivocó el camino. Era contradictorio. Optó por las drogas al tiempo que la estrella de la música pop más exitosa a nivel mundial se enojaba al ver fotos y videos de la destrucción, segundo a segundo, de grandes extensiones de bosques en la Amazonía.

 

Cómo hubiera deseado que este hombre que formó un imperio y que se encumbró con su álbum Thriller (1982), el disco más vendido de la historia, hubiera movido sus influencias, a diversas generaciones para acabar con el tronido incesante de las motosierras o las hachas que hacen crujir los árboles.

 

Cuando evoco la imagen a través de la pantalla de Michael Jackson dando taconazos en el suelo al bailar o desplazarse por la duela suavemente también recuerdo que esta prominente figura se vio envuelta en el escándalo de abuso sexual hacia los niños y la rabia se agolpa en mi cabeza. Paradójico. De un lado le dolía la destrucción del medio ambiente, pero del otro lado era un depredador nato.

 

Difícil que sus hijos Paris-Michael Katherine Jackson, Prince Michael Jackson II, Michael Joseph Jackson, Jr., vayan a seguir sus pasos buscando un mundo mejor. El destino ya le cobró la cuenta al rey del pop.

 

Mientras bajo a la costa de Chiapas donde comienzan a caer algunos goterones voy escuchando Beat It, Fantasmas, En el armario, Déjame En Paz, Dinero, Recordar el tiempocRock With You, Skip. El rey del pop, como en una película de suspenso va danzando hacia atrás y sus dedos chasquean, latiguean el viento.

 

Se hace un suspenso. Fin de la novela.

 

joseluiscastillejos@gmail.com

 

@jlcastillejos