El estado de la seguridad a lo largo de la frontera México-Estados Unidos de América, es uno de los temas más importantes para los gobiernos de ambos países, sobre todo ahora ante la latente preocupación en torno al terrorismo, ya que el pasado 24 de noviembre el Estado Islámico por medio de un video ubicó a nuestro país como su enemigo y uno de sus objetivos para posibles ataques, además de las posibles amenazas de quienes puedan entran ilegalmente y del temor de que la violencia mexicana se desborde hacia territorio estadounidense.
Es por ello que los EUA han adoptado rigurosas medidas para asegurar su Frontera Sur, una de ellas es la deportación masiva de indocumentados a sus países de origen. Esta estrategia aunada a otros factores como la falta de empleo, la elevada vigilancia fronteriza y sobre todo los crecientes peligros asociados con los cruces ilegales en la frontera, han provocado la caída cada vez más pronunciada de la inmigración ilegal de mexicanos hacia los EUA, según un reciente reporte del Centro de Investigación Hispánico Pew. http://pewrsr.ch/1S6KhIM
De acuerdo con estadísticas de la Oficina del Censo estadunidense (2014), el número de personas de origen mexicano en dicho país asciende a 33.6 millones de personas, incluidos 11.6 millones que nacieron en México. Además de la baja en la llegada de mexicanos a los EUA, en un hecho histórico, ha aumentado drásticamente el número de mexicanos que están retornando al país. http://1.usa.gov/1q7YlBN
De acuerdo con las nuevas estimaciones del Centro de Investigación Pew, había 5.9 millones de inmigrantes no autorizados de México en 2012, en comparación con los 6.4 millones en 2009. La disminución se debe a tres factores: El aumento de las deportaciones que alcanzó un record de 315 mil mexicanos en 2013; la disminución de la llegada de nuevos inmigrantes; y el retorno voluntario de inmigrantes a México.
Y es que el número de connacionales que están regresando al país no es nada despreciable, según datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014 (ENADID): de 2009 a 2014, un millón de mexicanos y sus familias (incluyendo niños nacidos en territorio estadounidense) ha abandonado su lugar de residencia en EUA para establecerse de forma permanente en México. http://bit.ly/1JX1Qbm
De igual forma, resulta interesante destacar que contrario a lo que se pensaría sobre el aumento de los migrantes que están regresando de EUA a México, que se debe a la deportación, de acuerdo con datos de la ENADID, solo el 14% regresó por dicha razón, ya que 6 de cada 10 mexicanos que retornan han manifestado que su principal motivo es la reunificación familiar.
La llegada de este millón de mexicanos al país, evidentemente trae consigo un gran desafío para el gobierno mexicano, ya que es necesario establecer estrategias de acceso de los migrantes de retorno a programas y servicios de educación, salud y de reincorporación a los mercados de trabajo locales.
En este sentido, en la actualidad el gobierno mexicano ya se está enfrentado a esa problemática, relacionada con los 500 mil jóvenes entre 18 y 35 años que han vuelto a México desde 2005, los llamados dreamers, los cuales llevaban al menos cinco años viviendo en los EUA. Ya que como no existen protocolos para actuar ante esta situación, se les dificulta el proceso de integración.
La inmensa mayoría de estos jóvenes están regresando sin contar con red de respaldo, pues los familiares que les quedan en México son personas con quienes no han tenido contacto en años, no cuentan con documentos de identificación como la credencial de elector, se encuentran con que sus estudios no son válidos e incluso algunos ni siquiera saben hablar bien el español.
Otro de los retos que probablemente enfrentara México en un futuro, será en el plano económico, pues el estudio del Centro de Investigación Pew también encontró que cada vez disminuye más el número de mexicanos que tiene familiares viviendo y trabajando en los EUA, de los cuales depende económicamente, al menos en una parte.
En 2007, el 42% de la población adulta en el país manifestó depender económicamente de un familiar en EUA, en comparación con el 35% de 2014. Hecho que se verá reflejado en la llegada de remesas, misma que ha variado en los últimos años con tendencias a la baja, por ejemplo, en 2014, México recibió 23 mil 647 millones de dólares, cifra que disminuyó considerablemente si la comparamos con lo recibido en 2007, cuando entraron al país 26 mil 59 millones de dólares como concepto de remesas.
México necesita estar preparado para lo que se vislumbra podría ser una tendencia sin retorno, con la finalidad de que pueda enfrentar con eficacia los retos que ya son parte de su presente.
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