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México en el Índice Global de Impunidad

Una profunda y extendida impunidad está en el corazón de nuestros graves problemas nacionales.

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Escrito en OPINIÓN el

Esta semana un grupo de investigadores y alumnos de la UDLAP y un equipo de especialistas vinculados al Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia de Puebla (CCSJ), presentamos el Índice Global de Impunidad 2015 (IGI2015). Este documento, que propone una metodología novedosa para medir el fenómeno de la impunidad en el mundo, nos permitió comparar los niveles de impunidad existentes en 59 países e identificar la incapacidad o falta de voluntad de 134 naciones para reportar datos a la comunidad internacional.

 

El IGI 2015 entiende a la impunidad como un fenómeno multidimensional que puede ser medido a través de seis variables que contienen a su vez catorce indicadores (Ver la tabla que acompaña al texto). Los resultados de esta investigación pueden consultarse aquí.

 

Los países que el IGI2015 identifica con los peores niveles de impunidad son: Filipinas, México, Colombia, Turquía, Federación Rusa, Nicaragua, Honduras, El Salvador, República de Corea y Georgia. En contraparte, los países con mejor desempeño son: Croacia, Eslovenia, República Checa, Montenegro, Bulgaria, Malta, Polonia, Suecia, Lituania y Serbia.

 

Los resultados para México son sumamente preocupantes, pues nuestro país se ubica en el penúltimo lugar de los 59 países estudiados, sólo detrás de Filipinas. La calificación de México es de 75.7, mientras que la de Croacia es de 27.5 y la media de los países estudiados es de 49.1. Sin embargo, para observar los problemas de desempeño del caso mexicano, es importante analizar lo que ocurre en cada una de las dimensiones en que se divide el estudio.

 

Fuente: Índice Global de Impunidad 2015, p. 39

 

Cuando analizamos la dimensión “Sistema de Seguridad/Estructural”, encontramos el peor desempeño en Filipinas con una calificación de 90.6, el mejor en el caso de Andorra con 31.6 y una media internacional de 58. México obtiene una calificación de 65.9, lo que representa una mejor posición que 14 países: Filipinas, El Salvador, Honduras,  Nicaragua, Georgia, Colombia, Panamá, Paraguay, Costa Rica, Japón, Chile Turquía, Hungría y República de Corea.

 

En el caso de la dimensión “Sistema de Justicia/Estructural”,  Nicaragua y Bulgaria se van a los extremos de acuerdo con la información que reportan, la media se encuentra en 73.1 y México se desplaza hasta alcanzar una calificación de 94.5. En este caso sólo  7 países tienen peor desempeño que México: Nicaragua, Filipinas, Jamaica, Singapur, Guayana, Japón e Irlanda.

 

Para la dimensión “Sistema de Seguridad/Funcional”, Estados Unidos ocupa la peor posición y Malta la mejor, con una media de 79.9 y una calificación para México de 97.8. En este caso sólo Estados Unidos, Barbados, Andorra y Trinidad y Tobago se ubican en peor posición que México.

 

En la dimensión “Sistema de Justicia/Funcional”, México obtiene su mejor posición en el Índice, con 46.2, aunque la media también baja a 30.7. En este caso Malta es el país con peor calificación con 60.3, Rumania la mejor con 5.1 y únicamente cinco países tienen peor desempeño que México: Malta, Panamá, Chile, Bahamas y Argentina.

 

Finalmente, para el caso de derechos humanos es más útil destacar el peso que tiene esta variable para identificar los grados de impunidad en cada país. Para México los cuatro indicadores analizados (tortura, desaparición forzada, ejecuciones extrajudiciales y encarcelamiento), tienen un peso de alrededor de 34% para explicar la impunidad, proporción sólo superada por Rusia (50%), Colombia (39%), Filipinas (37%), Turquía (36%) y a la que se acercan Bulgaria (33%) Honduras (32%) y Ucrania (32%). Cabe destacar que el peso promedio de los derechos humanos entre los 59 países estudiados es de 17%, mientras que en Europa equivale sólo a 13% y en América Latina a 20 por ciento.

 

Algunas lecciones que se obtienen de los resultados del IGI2015 para el caso mexicano: 1) hay que poner atención a la estructura del sistema de seguridad pública y al funcionamiento del sistema de justicia; 2) el peso de las violaciones a los derechos humanos es sumamente relevante para entender la impunidad en México; 3) hay que analizar la forma en que las desigualdades socioeconómicas retroalimentan la impunidad, pues el estudio encuentra una correlación entre impunidad y desigualdad (IGI2015, p. 49).

 

La conclusión más importante, sin embargo, es que una profunda y extendida impunidad está en el corazón de nuestros graves problemas nacionales.

 

@ja_leclercq