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Manifiesto a la Nación: por una comunicación democrática

El viernes 11 de abril, en el imponente Teatro de la Ciudad de México, ocupadas sus 1500 butacas, se constituyó el Frente por la Comunicación Democrática. Buscamos que la legislación secundaria en Telecomunicaciones y radiodifusión sea fiel a la reforma constitucional que consagró principios esenciales de la larga lucha por la democratización de los medios de comunicación, y por ello mismo, el movimiento que nace tiene como uno de sus objetivos detener la iniciativa de Ley de Peña Nieto que pretende burlar la Constitución y mantener el privilegio al duopolio televisivo del país

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Escrito en OPINIÓN el

 

 

Los convocantes somos mexicanos preocupados por el capitalismo de compadres que padece México. Artistas, intelectuales, académicos, políticos, periodistas y activistas defensores de los derechos humanos molestos por el Estado de Cosas levantamos la voz para formar un movimiento que articule a todos aquellos que deseamos terminar con las componendas para enriquecer a unos cuantos y mantener enajenados a muchos. Porque esa es la realidad, de las diez personas más ricas de México, seis de ellas son concesionarias de bienes del dominio de la Nación. Y los tres primeros son concesionarios del espectro radioeléctrico de la Nación para explotar las telecomunicaciones y las señales de Televisión, que monopolizan los mercados en niveles de concentración que no conoce otro país del mundo.
 
He señalado que nuestra convocatoria se potencializó cuando el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas aceptó de manera generosa y decidida caminar juntos en esta causa, desde el primer momento en el que se lo propuse, como el referente indiscutible de una izquierda democrática y necesaria. Un diálogo en la convergencia desató de inmediato una adhesión potente y plural que ha robusteció la convocatoria.
 
Es de todos conocidos que en el Pacto por México se lucho denodamente para que se produjera una reforma en contra de estos monopolios que asfixian al país, expolian económicamente al pueblo y además lo conducen, por la vía del entretenimiento, la distracción, la manipulación o el ocultamiento, a la indiferencia colectiva. En el Pacto la oposición enlistó como la reforma más importante la de Telecomunicaciones y radiodifusión; con ella incluso se justifico la participación en ese mecanismo. En el compromiso 43 quedó asentado una mayor competencia en radio y televisión. De allì surgió la iniciativa que cristalizó en un nuevo texto constitucional. Las reformas fueron amplias y de gran calado, se modificaron los artículos 6, 7, 27, 28, 73, 78, y 105 constitucionales. En el centro de la reforma se colocaron disposiciones constitucionales para fijar límites a la concentración de frecuencias, al concesionamiento y a la propiedad cruzada de medios que sirvan a un mismo mercado, para declarar preponderantes en los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones e imponerles medidas efectivas para obligarlos a competir en condiciones de libre concurrencia, y a imponerles medidas para desinvertir.
 
Los artículos transitorios fueron muchos y extensos, al extremo detallados, incluso con especificaciones técnicas, hasta a una banda de frecuencia, la de los 700 MHz, el articulado transitorio del decreto constitucional le señalo un uso específico: desplegar una red nacional pública, compartida, para ofrecer el servicio de ancho de banda en internet. El detalle de los transitorios fue ampliamente criticado, pero se hizo así ante el temor que el poder de Televisa pusiera de rodillas al PRI y a Peña Nieto y trataran de burlarnos la reforma. Pues con todo y eso, se están echando para atrás.
 
Enrique Peña Nieto mando al Senado una iniciativa de ley secundaria, presumiblemente reglamentaria de la reforma constitucional, que pretende hacernos de agua todo lo avanzado en la Constituciónón. Las medidas de competencia son una tomadura de pelo, Al órgano regulador le pretende quitar facultades, y busca mantener en la Secretarìa de Gobernaciónón la vigilancia de contenidos en radio y TV, ahora que esa misma secretaría concentra el mando de los cuerpos de seguridad pública. Deja a Televisa libre de ser declarado como predominante en la televisión de paga, y de le otorga amplia protección donde sí pudiera ser declarado con medidas irrelevantes. Posponen la transición a la TV digital terrestre dos años más, y también dos años más retrasan la convergencia efectiva de las Telecomunicaciones a la transmisión de contenidos. Ignora por completo los mandatos constitucionales para fortalecer a los medios públicos, se le cierra el paso, los discrimina a los de uso social, y a los medios indígenas y comunitarios los deja en el olvido.
 
La iniciativa enviada es una alambicada treta para mantener a Televisa como el ministerio de informaciónòn del régimen. La telecracia como la ha llamado Juan Villoro.
 
¿Por qué hizo esto Peña Nieto? ¿Simuló desde un principio o Televisa lo doblegó a menos de dos años de gobierno? Son los únicos dilemas creíbles en este engaño político.
 
Si fue una tomadura de pelo, no podemos cruzarnos de brazos y ver pasar un camino de libertad que buscamos. Sí es una debilidad ante quién lo hizo Presidente, no podemos ser indiferentes
ante un poder fáctico que quiere llevar la agenda empresarial como si fuese la del país.
 
Esta nueva embestida del Canal de las Estrellas es un reloaded de la Ley Televisa que hace ocho años impuso en el Congreso y que derrotamos muchos de los que estamos aquí en la Corte, es la segunda temporada de aquella canallesca, ahora más atrevida porque hace una apuesta mayor. Las televisoras de este país son sinuosas en su actuar. Tejen telarañas y en sus hilos delgados se esconden simulando molestias, promoviendo amparos para que no se diga que están felices ante la iniciativa que les sirvieron. Su mejor telenovela es la que ponen en práctica para secuestrar a los poderes legítimos del país. Mario Puzzo se quedaría no sólo pasmado sino atolondrado ante la nueva clase política de México.
 
En este momento el senado está analizando la iniciativa, han forzado un procedimiento de dictamen promovido por legisladores afines a sus intereses, quieren sacarla en este periodo. La iniciativa llego en el momento preciso cuando el Senado está atascado analizando otras leyes, una semana antes de Semana Santa. La oportunidad para que los efectos de la Ley pase pronto. La capacidad de análisis requerido es imposible se pueda dar en semanas. Iniciativas en materia político-electoral, nombramientos de comisionados del IFAI, ley de competencia económica y un alud legislativo para reglamentar la reforma energética, quieren procesarse de manera conjunta, y en medio de todo ello la ley de telecomunicaciones, todo para que nadie sepa de que se trata. Es una trampa para que el cansancio y la impotencia hagan de las suyas entre los grupos parlamentarios y senadores.
 
El debate parlamentario es útil cuando la sociedad lo hace suyo. Cuando en los periódicos y en los cafés se discute lo bueno o lo peligroso de una ley. O con maquiavelismo refinado se conspira enviando un alud de iniciativas importantes para que salgan en cosa de semanas. Además se ha querido tapar el ojo al macho con unas comparecencias que mostraron el peor rostro del sometimiento de algunos legisladores con los intereses estrictos, aplausos para los representantes de la CIRT, y descalificaciones y regaños en contra de quienes piensan distinto de ellos.
 
Es importante la competencia en la televisión comercial; pero es más importante un sistema de medios públicos de comunicación para impulsar la diversidad y pluralidad de contenidos. No se trata sólo de transferencia de capital entre privados del mercado publicitario, sino de nuevos canales que quiten el monopolio informativo y sirvan, como dice la Constitución a los bienes de la cultura y a los objetivos educativos; que la información sea crítica y que de luz a las audiencias. Continuar con mentiras a medias, sin profundidad de análisis, sin investigación es una forma de engañar a los televidentes.
 
Sólo un frente con todas las voces libres y críticas nos puede permitir avanzar. Sólo un Frente democrático puede detener la intentona en el Senado, actuante, comprometido. Es hora de atajar la traición de Peña Nieto, e instar a los legisladores a que respeten la Constitución[1] . Por eso el nuevo frente ha llamado a informarse, discutir y difundir las regresiones del proyecto Peña Nieto. En el senado de la república el PRI y sus aliados, confía en que permaneceremos indiferentes; parten del cálculo político de que no pasará nada; si en la reforma constitucional más importante de los últimos tiempos, la energética, no se manifestó la protesta social, dicen que en ésta menos. Debemos demostrar que no será así, que aunque no seamos "expertos en telecomunicaciones", sabremos defender nuestros derechos.
 
Las acciones inmediatas están señaladas en el Manifiesto a la Nación que se produjo en la conformación del Frente:
 
1.- Difundir lo más ampliamente posible las omisiones, insuficiencias y sesgos regulatorios de la iniciativa Peña Nieto-Televisa.
 
2.- Que en todo el país, se contacte directamente o a través de las redes sociales, a los Senadores y Diputados Federales, para exigirles respeto a la Constitución y la emisión de una legislación secundaria que atienda las diversas iniciativas presentadas en el Senado, entre ellas, la iniciativa ciudadana elaborada por la Asociación Mexicana de Derecho a la Información, avalada por 18 Senadores.
 
3.- Exigir a los Presidentes de las Comisiones Senatoriales de Comunicaciones y Transportes, a cargo de Javier Lozano; Radio, Televisión y Cinematografía, a cargo de Alejandra Barrales y de Estudios Legislativos, a cargo de Graciela Ortiz, se respete el proceso legislativo de dictamen, conforme a las normas que rigen dicho proceso.
 
4.- Dar seguimiento al voto de los Senadores que pertenecen a cada una de las comisiones unidas encargadas del dictamen, para dar a conocer el sentido de su voto.
 
5.- Dar seguimiento al voto de los 128 Senadores e informar el sentido de su voto en el pleno.
 
6.- En el caso de que la iniciativa de Peña Nieto y Televisa sea aprobada con los retrocesos planteados, conformar una base social suficiente para exigir a los Senadores la presentación de la acción de inconstitucionalidad ante la SCJN que deje sin efectos las disposiciones regresivas.
 
7.- Denunciar en las instancias internacionales la regresión que constituiría una eventual aprobación de la iniciativa en sus pretensiones más contradictorias.
 
8.- Movilizarnos de manera pacífica para exponer nuestra protesta a dicha regresión. Para ello, convocamos a formar una cadena humana de la residencia oficial de Los Pinos a las instalaciones de Televisa Chapultepec, el sábado 26 de abril a las 11:00 horas.
 
9.- Organizar brigadas y activar todos los dispositivos a nuestro alcance mediante redes sociales, medios alternativos y radio comunitarias para dar a conocer y fortalecer nuestra lucha por todo el país.

Convocamos a tod@s. Construyamos en la acción el FRENTE POR LA COMUNICACIÓN DEMOCRATICA. No más Poder al Poder.

@Javier_Corral