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Los (varios) votos de castigo

Por: Roberto Rock L.

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Escrito en OPINIÓN el

Una primera lectura derivada de los datos conocidos hasta los primeros minutos de este lunes arrojaba un balance adverso para los principales partidos políticos, con mayores daños para el PRI, en el que se potenciaron todas las tendencias negativas, desde una rebelión empresarial y cívica en Nuevo León hasta la crisis económica, la violencia y el desprestigio acumulado cuando la administración de Peña Nieto no arriba aún a la mitad de su mandato.

 

Sin duda el segundo partido más afectado es el PRD, con derrotas sonoras en Guerrero, en el DF y la Cámara de Diputados, donde perderá casi medio centenar de curules.

 

La noticia relevante en materia partidista la construye Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador, que desde anoche disputa la tercera fuerza en la Cámara Baja, conquista al menos una jefatura delegacional en la ciudad de México y se posiciona en el país en una forma inusitada para un organismo político recién creado.    

 

Más allá de los balances puntuales sobre plazas y votos, quizá el mayor impacto que revela la elección fue contra la confluencia PRI-PAN-PRD que permitió el Pacto por México y las reformas centrales del presente sexenio. Ese Pacto no parece haber sido bien evaluado ni en sus principios ni en sus resultados, al menos no los exhibidos hasta ahora. Los próximos tres años serán mucho más arduos para el PRI y las propuestas con las que busque construir mayorías.

 

El recuento de daños es amargo para todos los partidos por lo que se refiere a su posicionamiento en la Cámara de Diputados. El único ganador –la victoria de los cínicos- es el Partido Verde, cuya bancada crecerá gracias a una colusión de actos ilegales y personajes variopintos, desde funcionarios electorales hasta las televisoras. Aun así, quizá ni sumando las diputaciones de PRI y el Verde se podrá constituir una mayoría absoluta –la mitad más uno. El PVEM puede darse el lujo ahora de exigir al PRI posiciones en gabinete y otros pagos para apoyar votaciones. El Institucional deberá voltear la vista de nuevo hacia el Panal, que podrá vender caro su amor.

 

El triunfo aplastante de Jaime Rodríguez El Bronco en la entidad neoleonesa –los votos de PRI y PAN, sumados, apenas lo alcanzan– es un fracaso para el Institucional, actualmente en el gobierno y para el gobernador priísta Rodrigo Medina, pero también para todo el sistema de partidos, pues abre la puerta a nuevos escenarios y a un desmoronamiento de los referentes actuales.

 

El PRI es también derrotado nuevamente en una plaza igualmente esencial, Querétaro, tanto en la gubernatura como en la ciudad capital, lo que hunde el piso bajo los pies del gobernador priísta José Calzada, que desde hace tres años empezó a revelar a sus incondicionales que pensaba buscar la Presidencia de la República en 2018. Ya no. Puede incluso no arribar al gabinete presidencial, como estaba previsto. El Institucional sufría esta madrugada para conservar San Luis Potosí, perdía en plazas relevantes del Estado de México como Naucalpan y Huixquilucan. Pero recuperaba Sonora y avanzaba en el Distrito Federal con al menos dos delegaciones y un mayor número de diputaciones.

 

El PAN es derrotado en Sonora, resulta humillado en Nuevo León –pierde la gubernatura, en Monterrey–, exhibe debilidad en el DF, pero muestra consistencia en otros frentes. El mandatario panista de Sonora, Guillermo Padrés, se echó a cuestas el destino del abanderado blanquiazul, Javier Gándara. Así fue y así les fue a ambos.

 

El balance del PRD se subrayará en Guerrero y en el DF. En el primer caso deberá haber deslindes con el PRD y en particular con el principal responsable de su debacle, el defenestrado gobernador Ángel Aguirre.  En la ciudad de México, por  vez primera perderá entre cuatro y seis jefaturas delegacionales. Y tendrá mayores contrapesos en la Asamblea Legislativa. Ello conducirá a querer o no, a una depuración de prácticas en la política capitalina. E impondrá al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, la necesidad de demostrar que puede gobernar con balances diferentes. 

 

robertorock@lasillarota.com