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Los usos del poder

El INE parece no estar a la altura de su función y un día vota a favor de algo y dos días después en contra de eso mismo.

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Escrito en OPINIÓN el

No hay mucho que pueda hacerse con los partidos. En lo particular estoy por el voto nulo, y sólo en caso de que considerara que el candidato vale la pena, votaría por él. No tuvimos la opción de la consulta popular, por lo que la única manera de hacernos escuchar es a través de la convocatoria a las urnas: Hay que ir y expresar nuestro rechazo al secuestro de la política por los partidos que se arrogan nuestra participación. El dispendio, los casi quinientos spot diarios entre todos, sin contar a los del INE, en las más de dos mil cuatrocientas estaciones de radio y TV, significan un gasto impresionante, absurdo: los monopolios son los únicos que ganan. Y todo para sacar la basura que conviene a cada uno, escondiendo mucha de ella debajo de la alfombra de cada partido.

 

¿Con esa propaganda en medios, la ciudadanía podrá optar por algún partido? Lo dudo pues eso es sólo marketing político, no acción o participación social. La cantidad de impugnaciones a los mensajes es cada día mayor. Bueno, hasta la oficina del Ejecutivo decidió interponer una queja, con lo que llama la atención que se considere uno más de los contrincantes. El INE parece no estar a la altura de su función y un día vota a favor de algo y dos días después en contra de eso mismo. ¿Se le tiene miedo al poder Ejecutivo? ¿El régimen de la restauración se afianza? ¿La sociedad es la misma? Hay nuevos jugadores, las redes sociales, que exhiben lo que se quiere esconder aunque, por supuesto, también hay mucha basura en ellas: Es un campo de batalla más.

 

El uso patrimonialista del poder

 

En el reportaje de la revista Proceso (12/04/2015) sobre las casas del secretario y del subsecretario de Gobernación hay una referencia muy breve, un comentario que llama la atención: Dice, más o menos, que entre otras cosas el secretario se cambió por las molestias para los otros inquilinos pues sus acompañantes (guardaespaldas) constantemente estaban recibiendo regalos para el funcionario. ¿Quién manda obsequios a las casas de los funcionarios? ¿Con qué objeto?

 

Una anécdota que tiene que ver con el tema. No estoy seguro cuántos tíos he tenido, no los conocí a todos pero recuerdo muy claramente a uno de ellos, primo hermano de mi abuela materna, que siendo muy joven, junto con otro amigo de su edad decidió integrarse al proceso revolucionario, allá en Hidalgo, y su primera acción fue atacar el cuartel de su ciudad. Acabaron con los federales y se integraron a las filas revolucionarias, si no me equivoco al ejército constitucionalista. Al final de la etapa armada ingresó al colegio militar, cuando ya había obtenido algún grado por acciones de campaña. Y fue general.

 

En la década de los cuarenta fue invitado por Javier Rojo Gómez (por cierto su primo), que había sido nombrado jefe del Departamento del Distrito Federal (1940-1946), para hacerse cargo de la dirección del servicio secreto (en El principio del placer, José Emilio Pacheco hace mención de él en alguno de los relatos reunidos en ese libro). En fin, un día en que mi pariente, José Gómez Anaya llegó a su casa, su mujer, muy feliz, le mostró el regalo que le habían mandado ciertas personas que se presentaron como sus amigos. Ella estaba exultante, alegre, pues para entonces un abrigo de “mink” era una de las prendas más codiciadas.

 

Él montó en cólera y le exigió a su esposa que de inmediato regresara el regalo pues los interesados en las acciones de la dependencia habían estado buscando cómo congraciarse y suponían que a través de ese obsequio lograrían su cometido. La suciedad, la corrupción que encontró era algo mayor que el enfrentamiento con un ejército: nadie  soporta un cañonazo de cincuenta mil pesos, había dicho Álvaro Obregón. ¿Todo sigue igual? ¿Por qué los regalos? ¿Quién gasta por el gusto? ¿Cómo se declara eso?

 

De pilón…

 

El modelo de pensiones determinado desde la época de Ernesto Zedillo, está haciendo agua. Aquéllos que se pensionarán por alguna de las afores no recibirán más allá de 22% de los ingresos que en el momento de la jubilación tengan. Consar (La Jornada, 16/04/2015, pág. 24) sugiere que el  trabajador debería de estar ahorrando, además de lo que actualmente cotiza, alrededor de un once por ciento mínimo, según la edad y los años que falten para el retiro y eso sólo permitirá que pueda acceder, cuando mucho, a 70% de su salario.

 

¿La especulación, el capital financiero nos despojará también de los beneficios de años y años de trabajo? ¿Los funcionarios prefieren dejar que la bomba le explote a las siguientes administraciones? ¿Es un robo mayúsculo? ¿Y los legisladores, los actuales y los que de seguro habrá, harán algo? Y para documentar los usos del poder, el jueves pasado fue nombrado director de la CONADE el ex virrey de Michoacán, Castillo: lo mismo sirve para un roto que para un descosido, lo importante es estar. ¿Cómo ven? ¿Y si usamos el poder de la sociedad?

 

Facebook: carlos.anayarosique

Twitter: @anayacar

 

(Obviedades es un ejercicio de reflexión que comparto con mucho gusto no para que estén de acuerdo sino para hacer conciencia de las contradicciones de un régimen… que puede ser cualquier  régimen, no importa el partido, por supuesto)