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Los niños sí cuentan

Muchas infantes al igual que Rosita deben soportar el acoso sexual sin que nadie haga nada por frenar este tipo de prácticas.

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Escrito en OPINIÓN el

Los agrietados pies de Reynaldo “N”, un niño de la región Chamula,  Chiapas, son aguijoneados por las frías lajas de San Cristóbal de Las Casas por donde transita a diario, vendiendo dulces, cacahuates, o semillas de calabaza doradas. Es su forma de aportar al sustento familiar en uno de los estados más empobrecidos de México donde los menores, desde temprana edad, son enviados a trabajar.

 

Aquí la prevención y combate del trabajo infantil, uno de los objetivos incluidos en la Agenda Hemisférica para generar Trabajo Decente promovida por la OIT en las Américas, es letra muerta. A las autoridades no les interesan los niños, al menos en el sureste mexicano y regiones como Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Perú, Bolivia y Ecuador. Todo queda en el discurso oficial porque en la práctica los menores siguen siendo objetos de vejámenes, malos tratos, pagos discriminatorios y otras prácticas que debieran doler en la conciencia latinoamericana.

 

Reynaldo camina todos los días las calles del centro de la ciudad más cultural y turística del sureste mexicano. Lo hace descalzo y con una playera desgastada, paradójicamente al lado de bellos edificios virreinales, calles de un pasado hermoso donde caminan con garbo hermosas mujeres y hombres elegantes. Este niño anda con su pequeña canastita ofreciendo casi nada. Lleva en sus manos un pequeño avioncito que de rato en rato lanza al aire. Es su forma de matar el tiempo y ahuyentar el frío.

 

El número de niños en situación de trabajo infantil en América Latina y el Caribe disminuyó de 20 millones en el año 2000 a 12 millones en la actualidad. Aunque este logro es importante no es suficiente y demanda de los gobiernos invertir los recursos para seguir avanzando hasta su eliminación dentro de una década.

 

Pero hay algo que preocupa, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y es el aumento del trabajo peligroso, que pasó de 9 a 9.6 millones de niños. En las regiones de la Sierra Madre y de los Altos de Chiapas o en vastas regiones de Oaxaca no hay una política encaminada a disminuir progresivamente el trabajo infantil.

 

Rosita “N” es otra niña que vive en la frontera con Centroamérica. Desde el parque central Miguel Hidalgo de Tapachula vende caramelos y confiesa: “en algunas ocasiones viejos abusivos me proponen irme a la cama con ellos. Me da miedo salir a vender pero mi madre dice que todos tenemos que cooperar. En mi casa se quedan dos hermanos menores y mi mamá y yo salimos a vender”, indica esta niña de larga cabellera y rostro quemado por el sol.

 

A lo largo de la frontera muchas niñas son contratadas para el trabajo doméstico y son sometidas a mal trato o abusos sexuales sin que presenten denuncia por temor a ser deportadas. Muchas infantes al igual que Rosita deben soportar el acoso sexual sin que nadie haga nada por frenar este tipo de prácticas.

 

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) asumidos por los países que integran las Naciones Unidas marcan un panorama de grandes desafíos necesarios para tener una sociedad justa y sostenible que permita mejorar la calidad de vida de las personas, de acuerdo con la OIT. Para ello, la Agenda 2030 reconoce que el trabajo conjunto, la articulación y la cooperación entre los países es la clave para lograrlo.

 

“Adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas modernas de esclavitud y la trata de seres humanos y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y, a más tardar en 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas”, son los retos. En el sureste ese sueño de superar este flagelo es aún muy distante.

 

“Bajo este llamado urgente surge la Alianza 8.7, una innovadora iniciativa global promovida por la Organización Internacional del Trabajo, cuyo propósito es articular los esfuerzos existentes y futuros para dar cumplimiento a la meta 8.7 de los ODS y acompañar así a los Estados Miembro de las Naciones Unidas en la erradicación del trabajo forzoso, esclavitud moderna, la trata de personas y el trabajo infantil para el año 2025”, indicó el organismo en un reporte oficial.

 

Por otra parte, este 26 de octubre se conmemora el Día de la Visibilidad Intersex con la firme decisión de poner fin a la violencia y a las prácticas nocivas en contra de los niños y los adultos.

 

Un grupo de expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas y regionales instan a los gobiernos a prohibir las prácticas médicas nocivas en los niños intersex, incluyendo cirugías y tratamientos innecesarios sin su consentimiento informado, así como también la esterilización.

 

En todo el mundo, bebes, niños y adolescentes intersex son sometidos a cirugías, tratamientos hormonales y otros procedimientos médicamente innecesarios en un intento de cambiar forzosamente su apariencia para alinearla con expectativas de la sociedad sobre cuerpos femeninos y masculinos. Cuando, como es frecuentemente el caso, estos procedimientos se llevan a cabo sin el consentimiento pleno, libre e informado de la persona misma, estos son violaciones de derechos humanos fundamentales, según un informe que se difundirá las próximas horas.

 

Los estados deben urgentemente prohibir las cirugías y los procedimientos médicamente innecesarios en los niños intersex. Deben respetar la autonomía de los adultos y los niños intersex y sus derechos a la salud, a la integridad física y mental, a vivir libres de violencia y prácticas nocivas y a no ser sometido a tortura y malos tratos. Los niños intersex y sus padres deben recibir apoyo y asesoramiento, incluyendo de parte de pares.

 

Falta mucho por hacer en el tema de la niñez. Las oficinas de los gobiernos estatales y municipales del DIF no quieren entrarle de lleno a este tipo de problemas que afectan a los infantes.

 

Lo que pasa es que estos no dan votos.

 

joseluiscastillejos@gmail.com

@JLCastillejos