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Los fantasmas de Denise Maerker

Análisis de medios.

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Escrito en OPINIÓN el

Ya está a la vista el 22 de agosto, cuando Televisa lanzará en su noticiero estelar a Denise Maerker como su nueva apuesta en lugar de Joaquín López Dóriga, quien ocupó esa posición durante 16 años.

 

El Canal de las Estrellas vive las vísperas con un importante grado de tensión, lo que agrava la incertidumbre en el equipo de Maerker, quien tiene una sólida formación académica pero debilidades claras: nula experiencia reporteril, distancia de los actores que generan la noticia y un temperamento inestable que abre una incógnita sobre su desempeño bajo presión cotidiana.

 

Su arranque tendrá encima sin duda la sombra de López Dóriga, lo que se agudizará porque el veterano conductor estrenará en las mismas fechas un programa de investigaciones especiales, una vez por semana, inmediatamente después del bloque de noticias, justo la dinámica que tuvo “El Noticiero” con “Punto de Partida”, pero con un enroque que hará levantar las cejas a mucha gente.

 

Maerker ha grabado múltiples programas pilotos, pero nos aseguran que  simplemente no logra entrar en ritmo. El concepto que tiene encomendado es una mezcla de un programa de noticias con un bloque de reportajes al estilo de “Punto de Partida”. Pero el equipo en el que se apoyó se halla desmantelado: parte buscó otros aires; otra parte fue desmantelada por ella misma, y un último segmento vive un tira-afloja con el proyecto de López Dóriga.

 

El proceso entero, en este y en todos los demás nuevos proyectos de Televisa, está sometido a un recorte draconiano de recursos, indispensable para encarar una caída clara abierta en los ingresos de la compañía por concepto de publicidad, al unísono de la huída de las audiencias hacia otros formatos. Y los problemas vienen en paquete: los Juegos Olímpicos de Brasil, como se sabe, no serán transmitidos por Televisa ni por Azteca, pues Carlos Slim tiene la exclusiva. En resumen, menos dinero para la compañía de Emilio Azcárraga Jean.

 

Si las cosas empiezan a salir mal para Maerker una vez que salga al aire, muchos voltearán hacia Carlos Loret de Mola, que parecía un relevo más lógico de López Dóriga y que luce a sus anchas en el horario de la mañana y su redituable programa en Radio Fórmula por las tardes.

 

Un invitado inusitado en este escenario lo es ya Ciro Gómez Leyva, quien en días recientes despidió su columna en “El Universal” para fortalecer los preparativos para el noticiero que en los próximos meses arrancará en el nuevo canal de televisión del Grupo Imagen que comanda la familia Vázquez Aldir. Viejo maestro de Maerker en CNI Canal 40, Gómez Leyva la enfrentará ahora, con una plataforma más modesta pero con muchas mayores tablas periodísticas.

 

 

 

 

  • El portal de noticias y entretenimiento “The Huffington Post”, lanzado en 2005 en Estados Unidos y que desde entonces es una referencia obligada en medios digitales en el mundo, alista su lanzamiento en México, en las próximas semanas. Lo hará de la mano del Grupo Imagen, propiedad de los citados Vázquez Aldir. Nos aseguran que la cabeza será una periodista del Grupo Expansión.
  • La singular entrevista publicada por la revista “Proceso” bajo la firma de la periodista Anabel Hernández, dio un impulso notable al proyecto que dirige Rafael Rodríguez Castañeda, que rebasó un millón de usuarios únicos en el recién terminado mes de julio, lo que lo colocó entre los portales de noticias más visitados en México.  
  • Aunque usted no lo crea, en la Organización Editorial Mexicana se está incubando una revolución, que ha empezado con transformaciones tecnológicas relevantes para conectar a una amplia red de periódicos en todo el país, y alinear sus esfuerzos en lo administrativo, lo editorial y lo digital. La tarea la impulsa su joven director general adjunto, Francisco Torres Vázquez, nieto del fallecido Mario Vázquez Raña.
  • Las nuevas tecnologías marcarán avances impresionantes en la cobertura mediática de los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Vea usted esta liga y asómbrese: (clic aquí).

 

 

Las últimas dos semanas el mundo estuvo expectante a las nominaciones de Hillary Clinton y Donald Trump durante sus respectivas convenciones. Si se prestaba la suficiente atención, en ambas podíamos percibir la crisis de partidos que se mantuvo de fondo, mientras los discursos emotivos, plagados de storytelling y globos ocupaban el sitio central del reflector. 

 

Entre hielo seco y “We are the champions”  fuimos testigos de una convención republicana notoriamente orquestada para la televisión, pero que tenía más de “The Apprentice” que de House of Cards.

 

“Es una crisis de comunicación” fue la frase más repetida por analistas políticos mientras desmenuzaban el impacto potencial del discurso plagiado de Melania, hasta las protestas de músicos como Briscan May (Queen) por el uso no autorizado de sus canciones. Sin mayor preocupación, el equipo de campaña dio respuestas someras y del nivel de “no fue plagio, nos inspiramos en Mi pequeño pony”.

 

La semana cerró con un discurso de 75 minutos, donde Trump acepta la nominación haciendo lo que su equipo de campaña ha identificado como su mejor fortaleza: hablarle al norteamericano que se siente excluido, falto de oportunidades y que añora una mítica grandeza de aquellos tiempos tan positivos para la humanidad como la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, haciéndolo sentir que él es el camino para que se vuelva a sentir importante de nuevo.

 

Por su parte, la convención demócrata trató de sacar partido de todas las celebridades a su alcance– políticas y medio Hollywood - para resaltar la humanidad de Hillary Clinton,  el innegable hecho histórico de su candidatura y lo poco calificado que estaría Donald Trump para ser jefe de estado.

 

Michelle y Barack Obama, Meryl Streep, Lena Dunham (para atraer al votante millennial) el propio Bernie Sanders y Bill Clinton se robaron las portadas con frases como “no abucheen, voten”, “en la década de los 70’s conocí a una chica”, intentando refrescar al establishment, representado – para muchos -- por los Clinton.

 

Fue difícil para una oradora como Hillary mantener el paso: no encontró el tono, pese a que las palabras estaban ahí, no logró transmitir la emotividad y la renovación pareció más una máscara.

 

Es tal vez por esto que Trump terminó siendo el protagonista en ambas convenciones, disfrazando el encuentro republicano de una versión política de Miss Universo, y como el fantasma en la habitación en el encuentro demócrata, presente pese a no ser mencionado, como una de las mejores razones para votar por Hillary: evitar que llegue al poder.

 

Ambos candidatos le hablaron a quienes ya están convencidos de su postura, a los críticos y a los analistas.  Los discursos no son suficientes para convencer a los indecisos, a los decepcionados seguidores de Sanders, a quienes no quieren “elegir entre dos males”  o a quienes votan por primera vez.

 

Políticamente hablando, el problema es que los mensajes son limitados en términos de atracción de otras audiencias. Las últimas encuestas dan una ventaja de entre 5 y 7 puntos a Clinton, la cual no es lo suficientemente significativa para garantizar un camino llano hacia la victoria.  Veremos si los debates estarán tan cargados de sentimiento, y si seremos testigos de una elección definida por el miedo, la nostalgia o genuina habilidad política (@merakimex).