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La unidad que pide EPN

En México no tenemos que hablar mal de nada ni de nadie porque la realidad es mucho más aplastante que las buenas intenciones. 

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Escrito en OPINIÓN el

Hace unos días, con motivo de su propia celebración por los 4 años de gobierno, el presidente Peña Nieto hizo un llamado a la unidad nacional y a hablar bien de México para que se viera una mayor fortaleza a nivel internacional.

 

En lo personal creo que México tiene millones de cosas buenas que se pueden decir, pero hay muy pocas cosas buenas que decir de la gestión de Peña Nieto, de hecho, me atrevería a afirmar que lo único bueno que se puede decir de su gestión es el impulso inicial que le dieron las reformas estructurales que estaban pendientes, pero desde entonces, ha sido un cúmulo de escándalos y de tonterías que son imposibles de defender.

 

El presidente pide unidad, pero la unidad se debe construir alrededor de algo que unifique, para defender los hechos de este gobierno no se necesita ser cómplice o muy ignorante y sería hasta contrario a la Patria defender los hechos. Algunos ejemplos:

 

  • Si la unidad es hacerse de la vista gorda y omitir mencionar o incluso defender la inocencia del Presidente y de la Primera Dama en el tema de su “Casa Blanca” no cuenten conmigo… eso sería ser su cómplice porque el hecho es evidente y es indefendible.

 

  • Si la unidad es reconocer o avalar a funcionarios sin méritos que han “frivolizado” la función pública y dejado en ridículo a nuestro país también paso… Alfredo Castillo es una vergüenza pública, Aurelio Nuño también y ni hablar de Virgilio Andrade o Luis Miranda, personajes sin experiencia y sin capacidad para los cargos que ostentan.

 

  • Si la unidad es reconocer un Estado de Derecho en México cuando simplemente no lo hay, la petición real no es por unidad sino para que digan mentiras. Los procuradores que hemos tenido han sido parcial e ineptos, ahí están casos como el de Ayotzinapa que han visto pasar el sexenio sin saber dónde están los desaparecidos y qué pasó aquella noche.

 

  • Si la unidad es negar lo que pasó en Veracruz con Javier Duarte, en Nuevo León con Rodrigo Medina, en Chihuahua con César Duarte y en Quintana Roo con Beto Borge tampoco cuenten conmigo. Son los desfalcos más grandes de la historia de México y si le sumamos a los Moreira, a Yarrington, a Montiel, a Madrazo y a tantos otros gobernadores que ayudaron a ganar a Peña Nieto, estamos hablando de cientos de miles millones de pesos robados y sería una traición a México y a los ciudadanos ser cómplice de silencio.

 

  • Si la intención de hablar bien de México es avalar una gestión presidencial que inició una nueva política empezando a reunirse con candidatos a gobiernos de otro país y que cuando sí hay que hablar y dar respuestas se queda callado… simplemente no hay nada bueno que decir.

 

En México no tenemos que hablar mal de nada ni de nadie porque la realidad es mucho más aplastante que las buenas intenciones. Si el Presidente quiere unidad que presente causas que unifiquen; que se vea la búsqueda de justicia en los hechos, que se vea que no es cómplice de todos los exgobernadores mencionados metiéndolos a la cárcel y devolviéndole a sus estados lo que se robaron… Hasta hoy el único exgobernador que terminó su función en este sexenio y que está en la cárcel es Padrés y está ahí porque se entregó no porque nuestro sistema de justicia lo encontrara… Además, no era del PRI, o en otras palabras no era cómplice del Presidente.

 

Las palabras no unifican, sólo los hechos y no hay manera de respaldar a un presidente que ha brillado por corrupto y por ausente.

 

@JulioCastilloL 

@OpinionLSR