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La separación del duopolio convergente

El regulador debería informar con puntualidad que pasó con esta alianza, los incumplimientos a las condiciones, así como el impacto que estos movimientos tendrán en el mercado.

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Escrito en OPINIÓN el

La controvertida concentración Iusacell-Televisa aprobada por la extinta Comisión Federal de Competencia (Cofeco) en 2012 se extingue. El pasado miércoles 9 de septiembre, ambas empresas anunciaron la disolución de la alianza con la compra por parte de Ricardo Salinas Pliego del 50 por ciento que Grupo Televisa había adquirido por una cantidad de $1,600 millones de dólares, la mayor parte destinada al pago de deuda.

 

El consorcio de Azcárraga Jean reconoció una pérdida de $320 millones de dólares al vender su parte por $717 millones de dólares, o sea que vendió más barato de lo que compró. A partir de entonces una ola de especulaciones se han levantado respecto del fondo de esta decisión, que saca al preponderante en radiodifusión, por el momento, del mercado de la telefonía móvil. El tablero del sector se mueve y da paso a nuevas alianzas entre las empresas nacionales y extranjeras que podrían reconfigurar el mercado de las telecomunicaciones.

 

Las posibles motivaciones

 

El caso de esta alianza Iusacell-Televisa ha estado lleno de escollos, tanto por las condicionantes que impuso en su momento el órgano regulador para aprobarla y su incumplimiento, entre ellas compartir nombramientos en sus consejos de administración lo que derivó en una multa de 53.8 millones de pesos por parte de la Cofeco, que en su momento para muchos de los que seguimos esta agenda, era un motivo suficiente para disolver esa alianza, que prácticamente configuraba un duopolio convergente; como por la cantidad de amparos en el proceso.

 

Se necesita mucho más información a detalle como para encontrar las verdaderas motivaciones de esta separación tales como las condiciones de los contratos, acuerdos, entre otros. Pero lo cierto es que Iusacell no creció como se esperaba y a tres años de la sociedad sólo avanzó en a un 8 por ciento del mercado de la telefonía móvil. De acuerdo a los datos que dio a conocer la propia Televisa las pérdidas por la participación en negocios conjuntos pasaron de 666.6 millones de pesos en 2012 a 5,567 millones de pesos en 2013. La sociedad con Salinas Pliego le trajo más pérdidas que ganancias.

 

Entre versiones de la falta de eficiencia por parte de Iusacell, como de una posible jugada de Televisa para aprovechar una cláusula del contrato que le permitiría hacerse del 25 por ciento más de las acciones de Iusacell, en caso de que Salinas Pliego no pague los 717 millones en efectivo y al momento del cierre de la operación, con lo cual podría hacerse del control con un 75% del control, estamos ante una situación expectante de lo que realmente sucederá y de los verdaderos motivos de esta venta.

 

¿Qué sigue?

 

Salinas Pliego, quien en julio había asegurado que Iusacell no estaba a la venta como reacción al anuncio de que había negociaciones con Telefónica, en su comunicado para notificar la compra del 50 por ciento a Televisa informó que están en pláticas con diversas compañías para encontrar un “socio estratégico de clase mundial” con suficientes recursos para invertir en México ante el nuevo marco regulatorio.

 

 

En tanto, se plantea que Televisa lo que hará por su lado es afianzarse en el mercado de la televisión de paga, en especial la de cable, el segmento de mayor convergencia en el que puede dar el triple play (telefonía fija, televisión e internet), en la producción de contenidos, apuntalar su sociedad con UNIVISIÓN que le reditúa buenas ganancias por la audiencia hispana en Estados Unidos, y, posiblemente entrar al mercado como Operador Móvil Virtual (OMV), ya que ello no le requeriría ningún tipo de inversión en infraestructura y porque ante el anuncio de América Móvil para vender parte de sus acciones para dejar de ser preponderante en telecomunicaciones ya no podría beneficiarse de la tarifa cero de interconexión y la utilización de su red mediante la compartición de infraestructura regulación asimétrica.

 

Otro análisis es que quizá busque alianza con Nextel para entrar al mercado de la telefonía móvil con un nuevo socio, que aunque más pequeño, lo que le permitiría jugar en ese segmento donde el nicho de usuarios tiene un alto poder adquisitivo y podría ofrecer otros servicios asociados a la distribución de contenidos.

 

Involucrado también está el tema de la evasión regulatoria, pues era posible que ante el incumplimiento de las condiciones que en su momento puso la Cofeco para aprobar la concentración, el nuevo regulador de competencia en el sector, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) ordenará la separación colusión entre ambas televisoras.

 

¿Y el IFT?

 

Aunque las dos empresas televisivas en sus comunicados afirman que para concluir la transacción deberán esperar la opinión del IFT, no queda claro si eso sucederá, gracias al noveno transitorio de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, que indica que “en tanto exista un agente económico preponderante en los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión, con el fin de promover la competencia y desarrollar competidores viables en el largo plazo, no requerirán de autorización del Instituto Federal de Telecomunicaciones las concentraciones que se realicen entre agentes económicos titulares de concesiones, ni las cesiones de concesión y los cambios de control que deriven de éstas...” de acuerdo a una serie de condiciones entre ellas el índice Hirschman-Herfindal puesto en la ley desatinadamente.

 

Lo cierto es que el regulador debería informar con puntualidad que pasó con esta alianza, los incumplimientos a las condiciones, así como el impacto que estos movimientos tendrán en el mercado. Es una buena noticia que no exista más el duopolio convergente y que entren nuevos jugadores en el mercado de la telefonía móvil; sin embargo, es temprano para afirmar que esta separación y los posibles negocios en un futuro inmediato realmente generarán competencia en beneficios de los usuarios o que realmente se diluya en la práctica el fin de ese duopolio convergente.

 

@callejag

aleida.calleja@gmail.com