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La privatización del transporte eléctrico

En lugar de debilitar el transporte público hay que fortalecerlo.

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Escrito en OPINIÓN el

En las últimas semanas se ha desatado una ofensiva contra el transporte eléctrico. Detrás de esto se encuentran las intenciones de privatizarlo. El PRI, el PAN y el PRD buscarán en la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México abrir la puerta a una nueva generación de privatizaciones que incluyen el agua, transporte y el espacio público.

 

La ofensiva que ha tenido el gobierno de la ciudad contra de la dirigencia sindical de la Alianza de Tranviarios y el impulso de charrazos en el sindicato de la Red de Transportes de Pasajeros (RTP), así como el abandono del transporte público se explican porque hay la intención de privatizar el trolebús y el servicio que brindan los camiones.

 

Se pretende debilitar a las organizaciones de trabajadores para tener dirigencias sindicales dóciles que no se opongan a la privatización de estas áreas. Esta situación es grave y entre otras consecuencias tendrá la agudización de la contaminación ambiental, toda vez que no se ha invertido en el transporte público, particularmente el no contaminante como el caso del Trolebús.

 

No hay una política para impulsar medios públicos de movilidad, hay un estancamiento en el actual gobierno, todo esto en contraste con administraciones pasadas como la de Andrés Manuel López Obrador, donde se creó la Red de Transporte de Pasajeros y el Metrobús y se compraron nuevos trenes para el Metro.

 

Este abandono da como resultado que se presenten graves crisis ambientales como la que acabamos de sufrir la semana pasada. Es necesario que en lugar de debilitar el transporte público, Miguel Ángel Mancera se dedique a fortalecerlo para asegurar no sólo la movilidad sino la salud de los capitalinos. El impulso al Trolebús es estratégico toda vez que no es contaminante y ayuda a sustituir el uso del automóvil. 

 

Miguel Ángel Mancera debe desistir de sus intenciones privatizadoras de transporte eléctrico. Lo que se prevé es que, así como la coalición PRI-PAN-PRD impulsó la privatización del petróleo, la electricidad y la entrega de playas y franjas fronterizas a extranjeros a nivel federal, en la Ciudad de México esta misma coalición pretende promover la privatización del agua, el transporte y el espacio público.

 

En lugar de atacar al sindicalismo el gobierno debería apoyar el fomento del transporte público no contaminante. Se debe promover que en la Constitución de la Ciudad de México haya un apartado de áreas estratégicas no susceptibles de privatización entre las que estén el agua, el transporte, particularmente el eléctrico, y el espacio público. Hay que impedir el retroceso y mantener y ampliar un transporte útil y no contaminante en la Ciudad de México.

 

@martibatres

@OpinionLSR