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La fuerza

A los 7 años de edad le tenía un miedo insoportable a la oscuridad, pasaba despierto debajo de las cobijas empequeñecido ante la inmensidad de la noche.

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Escrito en OPINIÓN el

“La fuerza es lo que le da a un Jedi su poder. Es un campo de energía creado por todos los seres vivos. Nos rodea y nos impregna; es lo que une a la galaxia”: Obi Wan Kenobi (Star Wars, Episodio IV: Una nueva esperanza).

 

Desde que tengo uso de la razón cada vez que me aproximo a una puerta automática extiendo mi brazo derecho, abro mi mano y con un movimiento fluido de adentro hacia fuera le ordeno que se abra. Cuando voy acompañado de alguien, la acción es más sutil, realizo un pequeño movimiento con mi mano a la altura de la cintura; ya en situaciones profesionales renuncio a los movimientos corporales bruscos y sólo guiño mis ojos y tildo ligeramente mi cabeza. No se necesita más, la fuerza es poderosa en mí.

 

Cuando en 1977, George Lucas estrenó Star Wars, dudo que haya pensado que 38 años después tanto hombres de más de 40 años como niños de menos de 10 seguirían moviendo sus brazos para abrir puertas automáticas o para ver si logran convocar que el control de la televisión llegue a sus manos utilizando el poder de la fuerza. Lo más bello de todo, es que esto sucede diariamente.

 

A los 7 años de edad le tenía un miedo insoportable a la oscuridad, pasaba eternidades despierto debajo de las cobijas empequeñecido ante la inmensidad de la noche. Generalmente me vencía el sueño o mi mamá se apiadaba de mí y se quedaba conmigo hasta dormirme. Una noche particularmente terrible, en la cual se me juntó el miedo con el insomnio, deambule a la sala y me topé con la trilogía de Star Wars en su formato VHS (compra reciente de mi hermano mayor); la trilogía me acompañó hasta que juntos vencimos la oscuridad. Siete horas después mi vida cambió, yo era un Jedi.

 

El concepto de la fuerza es muy poderoso, es una interpretación metafísica de la interdependencia del ser humano y su entorno; los que entienden esto son seres más poderosos e iluminados de los que lo ignoran. El conocimiento de la fuerza se puede utilizar para el bien común como lo hacían los Jedi, o para fines egoístas como lo hacían los Sith a través del lado oscuro. Una metáfora digna del conocimiento y nuestra humanidad.

 

Gracias a Star Wars lo único que requería para abatir el aburrimiento era una linterna y un cuarto oscuro. Prender la linterna, escuchar el “VRUUUMMM” en tu cabeza e imaginarte que se prendía tu sable de luz provocaba un sentimiento difícil de explicar, pero imposible de olvidar. Me atrevo a decir que de los sonidos que más sonrisas han generado es el “VRUUUMMM” de un lightsaber prendiéndose. Lo hermoso de esto, es que no tenías que ir a una juguetería para tener su sable de luz; sólo tu imaginación, una linterna y unas pilas D.

 

Star Wars une a generaciones. En una época que insiste en recalcar las diferencias en los Boomers, la generación X y los milenials  Star Wars propone un espacio para convivir. Cuando próximamente salga la séptima entrega de la saga (Star Wars Episodio VII: El despertar de la fuerza)  veremos a abuelos, padres y nietos acudir juntos al estreno, cada uno viviendo la película desde su perspectiva de nostalgia, anticipación o asombro.

 

“Me caes mejor cuando te portas como teto de Star Wars” me dijo y me salvó de mi mismo. Yo la amaba. Al perderla, así como Anakin perdió a Padme, comencé a volverme un ser vil, como Darth Vader; comencé a perderme en el lado oscuro de la vida. Esas palabras me sacudieron. Me hicieron recordar todo lo que realmente me gustaba en mi vida. No eran fiestas y ropa de marca, eran sables de luz y cómics. Yo era un “geek” de Star Wars. Al recordármelo rechace el lado oscuro de la fuerza; fui más feliz. Se lo agradezco infinitamente.

 

Star Wars es importante por que nos recuerda que somos capaces de mover el mundo con nuestras mentes. Cada vez que abrimos una puerta automática con nuestras mentes o que intentamos hacer que la mayonesa flote por el aire hasta llegar a nuestras manos entramos en conciencia que nuestra imaginación es inagotable y que sonreír es cuestión de voluntad. La fuerza nos rodea y vive dentro de nosotros.

 

Que la fuerza los acompañe.

 

@RobertoMorris