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La estabilidad mexicana

México vale más estable que en cualquier otra circunstancia.

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Escrito en OPINIÓN el

Durante los últimos días hemos leído y observado con detenimiento en la prensa la cantidad de sucesos que han acontecido en la esfera internacional. No son pocos e irrelevantes, y tenemos que ser capaces de entender los signos que se nos presentan y analizar las razones que están detrás de ello. Uno de esos difíciles casos de entender creo que son los Estados Unidos. Pero esto no es ninguna novedad. Por ejemplo, la semana pasada hablaba en este espacio de colaboración sobre lo complicado que es razonar la lógica (o ilógica) que tiene el tema de las armas en este país.

 

Existe una suerte de “fascinación” por este derecho que está consagrado en la Segunda Enmienda, y que la industria armamentística parece defender a muerte. ¿Qué está detrás de ello? En ese momento hablamos de dinero; de beneficios económicos, de influencia política, de poder básicamente. El poder económico y el poder político. Y cómo uno está entrelazado con otro.

 

El reto más complicado es el de lograr hacer un análisis realista, pero sin que suene demasiado simplista, que caiga entonces en lugares comunes que no aportan nada. Y por ello quiero hablar de otro tema que me parece francamente relevante y que ha tomado mucha fuerza a últimas fechas: Este asunto es el de la imagen de México a nivel internacional. Especialmente en Estados Unidos, México actualmente es percibido como un país en crisis por varias razones: La primera de ellas derivó de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala, y desde entonces, nuestra imagen fuera de las fronteras nacionales ha venido en declive.

 

Ello genera entonces una situación compleja para que la nación pueda revertir el desgaste que ha acumulado fuera de su territorio, que es donde principalmente está dirimiendo este proceso complejo. Por lo anterior podríamos decir que el problema de México ha crecido y ahora hasta las Naciones Unidas han tomado postura y han criticado a nuestro país precisamente por ser intolerantes a la crítica. Como lo he comentado anteriormente, el problema quizá tenga que ver con la manera de administrar dicha crítica. Pienso que en lugar de pelear contra ella, México podría solicitar refuerzos para garantizar que los Derechos Humanos en México realmente son respetados.

 

Pero más allá de eso lo que me llama la atención y es sobre lo que quiero hablar en este artículo es la postura de Washington frente al dilema mexicano. Es claro que la prensa internacional ha hecho a México un blanco de señalamientos constantes (no juzgamos si tiene razón o no), sino los hechos reales. Y otros países también han hecho suyo el señalamiento, y le ha seguido la Organización de las Naciones Unidas. Pero más allá de lo que decida hacer la ONU, la pregunta sería: ¿Por qué Estados Unidos ha mantenido una postura neutral frente al problema que tenemos en México?

 

Por supuesto que ha manifestado su rechazo al tema de Ayotzinapa, pero me llama la atención que no ha respaldado públicamente la versión del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en el sentido que en México no hay respeto para estos últimos. La hipótesis sería entonces que a Estados Unidos –de un modo pragmático– no le preocupa el “estado de cosas” referente a dicho tema, sino que le ocupa más la estabilidad de la nación y que el gobierno siga teniendo gobernabilidad en la medida de lo posible.

 

A diferencia de otros países, como por ejemplo de Medio Oriente, en donde Washington juega un papel relevante en los procesos de paz, o de sanciones contra regímenes autoritarios o dictatoriales, o incluso más levemente, en países como Venezuela, Colombia u otros, para los cuales tienen siempre una opinión sobre lo que sucede en su interior, en el caso de México ha adoptado una postura neutral. Como digo, la razón es quizá que le preocupa más herir la susceptibilidad de México y afectar su estabilidad, más que otra cosa. Resulta entendible que lo anterior sea de esa manera, toda vez que compartimos miles de kilómetros fronterizos. La cuestión sería entender si esta explicación es suficientemente realista, o que peca de simple. Pero quizá sea la versión correcta de lo que en realidad sucede.

 

En resumen: México vale más estable, que en cualquier otra circunstancia para los vecinos del norte. Y la pregunta obligada: ¿esto tendría algún tipo de reflejo al momento de elegir al próximo presidente en 2018? Allí creo que está la clave de todo. Mi opinión es que no intervendrán tampoco en ese momento. La neutralidad parece ser su apuesta ganadora.

 

@fedeling