Las pocas medallas que obtendrá la delegación mexicana en las #OlimpiadasRío2016 es, desde hace algunos días, un problema político. La dimensión que hasta ahora ha adquirido presagia un conflicto que podría desembocar en la salida de Alfredo Castillo Cervantes (@ACC_Castillo) de la #CONADE.
El desencanto se ha transformado en enojo.
La mayoría de los ataques y cuestionamientos se han centrado en el funcionario y el número de frentes que se abrieron le han configurado una auténtica situación de #crisis.
Para muchos, Castillo "es el único culpable".
En las #RedesSociales y también en los medios de comunicación poco se dice de los problemas estructurales que siempre ha enfrentado el deporte en la mayoría de las disciplinas.
El análisis es sesgado y visceral.
Aunque se trata de una reacción normal y comprensible desde el punto de vista de la psicología social, llama la atención que se esté abordando el tema como si se tratara de una situación sorpresiva o excepcional.
México no es una potencia deportiva.
No es porque el deporte de alto rendimiento no se apoya ni promueve en serio desde la educación preescolar o básica. No es porque las inversiones gubernamentales no llegan a los clubes, organizaciones y federaciones especializadas.
No es por el predominio de los intereses de unos cuantos.
Tampoco por la falta de visión y estímulos en un gran número de universidades e instituciones de educación superior. Y menos por el desinterés evidente que hay en muchos deportes por parte de la mayoría de los medios de comunicación.
Si no es fútbol, entonces no hay difusión.
Primero es el negocio. Y si no deja ganancias, no hay promoción, análisis o motivación a las nuevas generaciones para practicar otros deportes. Como si en México tuviéramos una selección nacional de fútbol realmente poderosa... o por lo menos competitiva.
En suma, no tenemos una cultura del deporte.
Y mientras esa cultura no exista, mientras los apoyos institucionales no lleguen, mientras no se dé un cambio de visión, mentalidad y paradigma a nivel nacional, las medallas que quisiéramos no llegarán.
Ni ahora ni en las próximas décadas.
Es una triste realidad y la mayoría lo sabemos. Tanto así que seguiremos ocupando uno de los primeros lugares a nivel mundial, por ejemplo, en obesidad infantil y obteniendo muy pocos logros en materia de reconstrucción del tejido social.
La responsabilidad es del gobierno en sus tres niveles.
Al país le urgían, cierto, la #ReformaEducativa y la #ReformaEnergética, entre muchas otras. La gravedad de algunos problemas y las prioridades nacionales no han considerado al deporte como una prioridad, a pesar del potencial y los beneficios que proporciona al desarrollo del ser humano.
¿Llegará algún día la Reforma Deportiva?
Tal vez, pero no será pronto. Mientras tanto, sí existen elementos para afirmar que hay algún grado de responsabilidad en el director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte.
Las evidencias lo confirman.
Los errores cometidos por él y parte de su equipo de colaboradores ameritan investigaciones a fondo. Se tienen que revisar los mecanismos de transparencia institucional, el probable uso indebido de recursos públicos o la presunta falta de apoyo a quienes lo requerían.
El escándalo sigue marcando su visita a Río.
El más reciente lo protagonizó un grupo de empleados de la dependencia, quienes perdieron sus acreditaciones oficiales por grabar y transmitir imágenes de los Juegos Olímpicos, algo que está prohibido por el comité organizador.
En principio, Castillo comparecerá ante el Congreso.
Las fracciones parlamentarias del #PAN y #PRD así lo exigieron. Entre otras cosas, le pedirán cuentas de la forma en que se están ejerciendo "los 2 mil 800 millones de pesos que la #CONADE tiene como presupuesto para este año".
La dirigencia del #PRI también lo quiere ver.
Muchos medios lo buscarán para entrevistas. El objetivo no será sólo conocer su punto de vista, sino seguir la confrontación con Carlos Padilla, el dirigente del Comité Olímpico Mexicano (@COM). Habrá espacios además para deportistas y dirigentes del box, atletismo, clavados, remos y tiro con arco.
La solución del problema que enfrenta no es fácil.
Alfredo Castillo tiene más que un problema de #CominicaciónPolítca. El daño a su reputación afecta ya al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto (@EPN), como si no hubiera demasiados frentes que atender en estos momentos.
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