La semana pasada, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emitió un fallo para avalar que los propietarios de estos autos presenten un juicio de amparo y, al momento de realizar su verificación vehicular, se tome en cuenta el nivel de contaminantes que emite y no el modelo del coche.
Posteriormente, el Gobierno de la ciudad de México anunció que, tomando en cuenta la sentencia de la SCJN, modificaría el programa Hoy No Circula, pidiéndole a la Comisión Ambiental Metropolitana (CAMe), que otorgue calcomanías de acuerdo a la emisión de contaminantes y no al año del automóvil.
La Comisión Ambiental Metropolitana (CAMe) es el órgano de coordinación en la planeación y ejecución de acciones en la Zona Metropolitana del Valle de México en materia de protección al ambiente y de preservación y restauración del equilibrio ecológico.
Algunas de sus funciones son establecer mecanismos que garanticen la coordinación de acciones en materia de protección al ambiente, preservación y restauración del equilibrio ecológico en la zona conurbada, así como coordinar la operación y dar seguimiento al Programa para Contingencias Ambientales Atmosféricas en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) y coordinar y proponer para la aplicación y modificación del Programa “Hoy No Circula”.
Hace más de un año, el 26 de junio del 2014, presenté un punto de acuerdo al Pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), para exhortar a la Secretaría de Movilidad (Semovi) para que trabajara en conjunto con la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) para impulsar alternativas de transporte sustentable y modificar los criterios que limitaban la circulación de vehículos en la capital, para que no fuera la antigüedad de los automóviles el criterio de otorgar calcomanía, sino la calidad del motor.
A casi un año de que la CAMe impulsara la homologación del Hoy No Circula, hoy es su responsabilidad trazar los pasos para acatar las disposiciones de la SCJN y blindar de corrupción el programa de Verificación Vehicular Obligatoria en la megalópolis.
Es fundamental que la CAMe presente detalladamente los nuevos lineamientos del programa, el cual podrá asignar calcomanías cero y doble cero según la calidad del motor de los automóviles, para evitar el coyotaje en los verificentros y evitar que la verificación vehicular se convierta en otro proceso de corrupción. Quienes hagan dichos procedimientos deben ser personas altamente capacitadas y comprometidas con su trabajo.
Medir con la misma vara a los micros
En el DF hay cerca de 21 mil microbuses, de los cuales el 77% están considerados como chatarra. Según datos del gobierno de la ciudad, esos microbuses generan hasta 16% de contaminantes al ambiente (Sedema 2007). El problema de sustentabilidad, movilidad y calidad del aire no debe reducirse a la utilización de los automóviles individuales, sino a una visión enfocada al transporte público.
Hoy el gran debate que debe darse es en torno a cuánto está invirtiendo el Gobierno en transporte público. La verdadera reducción de contaminantes se dará cuando los capitalinos cambiemos el uso del auto por transporte público seguro y de calidad.
Si sólo nos concentramos en hablar de los automóviles particulares estamos mostrando un profundo atraso en términos de equidad y sustentabilidad en políticas públicas para la ciudad, porque sólo el 20% de los capitalinos tienen auto, mientras que el otro 80% usamos transporte público, especialmente camiones, y nos quedamos siempre fuera del presupuesto.
La Semovi debe ser parte de los avances y los procesos para la obtención de la revista vehicular, en el transporte público se deben homologar también con los mismos lineamientos del transporte particular, para que paulatinamente se modernice y dignifique el transporte público.
De darse un proceso de renovación de la flotilla del transporte público y de modernizarse el proceso para la obtención de la revista, existirá una mayor reducción de contaminantes en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM).