En el escenario mundial por excelencia, en su aniversario y a nombre de todos los mexicanos, el presidente Peña Nieto habló de la amenaza de los gobiernos “populistas” en la Organización de las Naciones Unidas. No importaron los miles de problemas reales que hoy se viven en México, no se habló de la rampante corrupción que llega hasta la casa del presidente o de la falta de Estado de Derecho que arroja casos vergonzosos a nivel mundial como la fuga de El Chapo o los desaparecidos de Ayotzinapa… El tema fue el populismo… Y la amenaza que representa para el mundo.
Fuera de que no lo considero prioritario y que ver a un presidente hablar de eso llega a ser absurdo concuerdo con el planteamiento, pero bajo ciertas premisas:
- El gobierno de Peña Nieto es totalmente populista, si considera una amenaza el populismo pues estamos en problemas porque un gobierno que con una mano regala “pantallas planas” a los más pobres y con la otra habla del peligro de ser populista no sólo es incongruente, es francamente ridículo.
- También son medidas populistas hacer programas como “la cruzada contra el hambre” que si se analiza (someramente, ni siquiera metiéndose a fondo) se puede entender que todos los municipios de mayor nivel adquisitivo (que ninguno gobierna el PRI) son municipios pobres y prioritarios… municipios que necesitan que el gobierno los ayude para… para… pues para bajar los impuestos porque no creo que en lugares como San Pedro Garza, Mérida, la delegación Benito Juárez o Miguel Hidalgo sean necesarios los “comedores comunitarios” que en promedio han cerrado la mitad de los que han abierto por un mal cálculo de necesidades… o quizás sean otras necesidades las que se midieron para elegirlos, las necesidades electorales del PRI.
- Por otro lado, un presidente que gasta 20 millones de pesos diarios en comunicación y es rechazado por 7 de cada 10 mexicanos no sólo es un presidente populista, es un populista fracasado porque ni a billetazos logra ganar en percepción lo que no logra con hechos.
- Tampoco creo que sea cualidad de un gobierno “estadista” generar inventos como “la verdad histórica”. Eso no sólo es un populismo mediático, es una canallada contra el dolor de las víctimas, es una burla hacia los mexicanos y hacia el mundo, y es falta de sensibilidad al dolor y los problemas. Sicilia hace algunos años le dijo a Peña Nieto “usted no tiene sentimientos” (refiriéndose a su falta de empatía con el movimiento que encabezaba) ahora está comprobado, no sólo no tiene sentimientos, no tiene límites en su actuar por alcanzar un aplauso fácil o salir del problema mediático.
- Si además sumamos las estrategias de campaña del PRI y del PVEM, las que van de romper la ley a regalar cualquier género de cosas y favores es el gobierno más populista de la historia de México. A López Obrador lo acusaban de populista por generar expectativas absolutamente falsas (como cuando habló de un tren bala de Mérida a Tijuana) pero podían ser “mentiras sinceras”. Igual y el mismo Andrés Manuel las creía posibles por ingenuo y no por malintencionado (eso ya simplemente nunca se podrá saber), la diferencia es que Peña Nieto está actuando con dobles intenciones desde la presidencia y es un populista en acto, no como AMLO que lo fue en potencia.
El presidente cree que el mayor peligro para México y para el mundo es el populismo teórico; el peligro son las intenciones de otros. En lo personal considero mucho más peligrosos los actos populistas y autoritarios en los que ha caído su gobierno; desde las entregas de pantallas, pasando por la corrupción que construyó la Casa Blanca y llegando al Estado represor y autoritario que sino fue actor es cómplice de la desaparición de 43 estudiantes y de miles de mexicanos más. Concuerdo con el presidente, hay que poner atención a la amenaza populista, empezando por él.