Cuando las víctimas de la violencia vencen la tentación de la venganza, se convierten en los protagonistas más creíbles en los procesos no violentos de construcción de la paz.
Papa Francisco
La No Violencia, como un estilo de política, es una propuesta planteada por el papa Francisco, durante la Jornada Mundial de la Paz en el inicio del año.
Construir el camino de la paz, es el mensaje principal de este año, en especial, porque se está viviendo una época donde la guerra ha trastocado el balance de los pueblos del mundo.
Para alcanzar la paz se requiere de establecer relaciones cordiales con y entre grupos, organizaciones y comunidades, a través de acciones no violentas en la planeación e implementación de políticas gubernamentales, de negocios, ecológicas y de sociedad civil.
La paz no puede verse materializada, si primero no es generada desde el interior, a partir de la reflexión, la conciencia y la empatía, en donde se halla su esencia.
Sobre la paz política, es un trabajo de relaciones, que más allá de la diplomacia, debe haber un fortalecimiento de preceptos como la cooperación, la transparencia, la inclusividad y la transformación.
Este año habrá de reflexionarse sobre la no violencia, como un camino alternativo para hacer política, donde prevalezca la vía pacífica en el ejercicio de las relaciones internacionales y la resolución de conflictos.
La paz es el complemento de la educación, de la justicia, de la libertad, es la esencia de los derechos humanos, y es la clave para atender las crisis, tanto humanas como la migración y los desplazamientos forzados, la esclavitud o la trata; así como de nuestro entorno, especialmente el cuidado del medio ambiente.
Una realidad que retrata el papa Francisco en su discurso de la No Violencia, es sobre la fragmentación del mundo, los conflictos bélicos parecen no tener fin, el terrorismo y las organizaciones criminales crecen exponencialmente, en tanto que la sociedad se torna más indiferente.
La guerra siempre ha estado presente en nuestra historia, y en cada era ha habido el ejemplo de pacifistas que han logrado producir el cambio, sin el uso de la fuerza o las armas, sólo con la voluntad de tener una mejor vida, con justicia e igualdad.
La fe mueve al mundo, la paz nos une como un solo pueblo. Eduquemos desde la familia para construir dialogo, de aceptación a la diferencia y la coexistencia pacífica, cuando empezamos desde este punto, damos el primer paso a la no violencia.
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