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Internet, enemigo público

Error fatal si los intentos del gobierno federal se concretan en restricciones, castigos y sanciones a quienes ejerzan su libertad de expresión en las redes sociales.

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Escrito en OPINIÓN el

Al presidente Enrique Peña Nieto no le gusta la Internet. Sobre todo las llamadas redes sociales. Como si sintiera que ahí pierde el control mediático que tanto ambiciona y que en gran medida consiguió cuando fue gobernador del Estado de México y como es el que aspira a concretar durante su gestión como presidente mexicano, ya a la mitad del camino.

 

Es un asunto que el presidente mexicano trae entre ceja y ceja y que no ha soltado desde el inicio de su gestión, aunque fue hasta el 24 de marzo de 2014 cuando en la propuesta de Ley federal de telecomunicaciones y radiodifusión se hablaba del tema Internet.

 

De inmediato especialista en la materia anotaron tres puntos de alto riesgo en el documento enviado al Senado: ‘Vulneración de la neutralidad de la red y falta de garantías para preservarla, obligación estatal para que los proveedores de servicio realicen retención de los datos de los usuarios y facultad gubernamental para el bloqueo de contenidos’.

 

Por su parte el gobierno ha insistido en que mediante regulación de la Internet –léase redes sociales- se protegerá al usuario de suplantaciones y de agravios cibernéticos.

 

En todo caso es una mosca en la oreja y quieren espantarla. Al presidente le indigna lo que se dice ahí de él y de su gobierno; por su parte los gobiernos estatales y municipales tienen pánico a que se exhiban sus ‘cosas’ de gobierno, en particular en las que se ven ellos mismos o afectando intereses públicos vitales. Todos tienen pánico al llamado de las redes.

Ahora resulta una nueva andanada para ‘regular internet’. Y para ello mandan a un senador menor, Omar Fayad (PRI) el hidalguense que nació en Zempoala hace 53 años.

 

…Ha sido muchas cosas en poco tiempo en la administración pública y en el poder Legislativo. Puestos en Hidalgo, puestos en el gobierno federal y ya tres veces legislador: Semper fidelis al PRI; hoy más que nunca porque asoma la cabeza para dar a conocer los intentos del gobierno federal para ‘regular’ ese peligro de gobierno que sigue sin ser entendido en términos de libertad de expresión: Internet.

 

Hace tiempo el presidente dijo: “El gobierno trabaja para que los mexicanos tengan herramientas sólidas para acceder a las tecnologías de la información, y prueba de ello es que actualmente 47.4 millones de personas tienen acceso a internet”.

 

Y al instalar la Mesa de Coordinación México Conectado en Nuevo León, destacó que “durante sus dos primeros años de gobierno pasó de 21 por cientoa40 por ciento la cifra de personas conectadas a Internet, y ya se cuenta con250 mil espacios conectadosa la banda ancha en todo el país”.

 

Pues todo esto que parece ser un triunfo de la cibernética y de las posibilidades de la tecnología y la  ciencia puestas a disposición de las libertades y que todo gobierno debería estimular y fortalecer para la salud social de un país, está a punto de someterse al gran designio fatal y a marcar aun más la distancia entre gobierno y ciudadanos:

 

Por un lado el gobierno que no quiere libertades extendidas –que sí codificadas-, y por el otro están los mexicanos sin poder y sin gloria, cada día más involucrados con las redes sociales en las que pueden expresarse en sus propios términos, en uso de sus facultades democráticas y constitucionales.  

 

Así que el presidente de la Comisión de Seguridad Pública en el Senado de la República, el senador Omar Fayad, of all people, el martes 27 de octubre lanzó una iniciativa que denominó Ley para prevenir y sancionar los delitos informáticos y que no es otra cosa que lo que ya ha anunciado de forma explícita o soterrada el presidente Peña Nieto.

 

Por supuesto, de inmediato las críticas se le echaron encima entre analistas y expertos en la materia, pero sobre todo, y por supuesto, en las redes sociales a las que tanto miedo tienen. ‘Atentado a la libertad de expresión’, ‘una ley mordaza’, ‘quieren callar a la voz social’ y ‘peligro frente a un estado autoritario’, dicen los mensajes profusos desde ese mismo día.

 

Omar Fayad dice que “La ley Fayad” –como él mismo gusta calificar— “jamás estaría de acuerdo con una disposición que aminore ninguna libertad”. Y adelantó que el 5 de noviembre abrirá una reunión para recibir comentarios y críticas de quienes deseen expresarse, y aseguró que quitará del proyecto todo aquello que se preste a duda y confusión”. En esto todo es duda y nada de confusión. En todo caso, dice que podría comenzar de cero si su ‘Ley es mal interpretada’.  

 

Vamos, en todo caso la famosa recepción de comentarios y tal, no es más que un intento por endosar de forma engañosa la decisión a la sociedad, en una especie de consulta a lo Miguel Ángel Mancera (i.e. aumento del precio en el boleto del Metro), para llegar a aprobar lo que de antemano tiene por aprobado, o que quieren ver aprobado. Los priístas en el Senado dicen que sí, que ‘analizarán’ la propuesta.

 

Error fatal si los intentos del gobierno federal se concretan en restricciones, castigos y sanciones a quienes ejerzan su libertad de expresión en las redes sociales.

 

El gobierno –cualquier gobierno- está consciente de que los actos de gobierno deben ser sometidos al escrutinio público y que ese es el gran impulso para un mejor gobierno; un gobierno que entiende las expresiones de los habitantes de un país…

 

¿Qué hay excesos? Sí. Siempre los hay. Por todos lados. Y éste de querer anular las libertades es uno de ellos. El tema es gobernar bien para que la crítica sea menos severa y más consecuente; mientras más abierta más señales de atención a lo que se dice y se hace…

 

¿Qué enoja el tono y la forma? Es parte de las libertades, como también enoja el silencio, la simulación, la falta de transparencia, la corrupción, la impunidad y el engaño de gobierno.

 

Así que ya que mandaron al señor Fayad a meter la cuchara en un tema delicado, él mismo deberá sacar esa mano y esa cuchara si quiere conseguir el apoyo social para ser el candidato al gobierno de Hidalgo que tanto ambiciona gobernar.

 

@joelhsantiago