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Hay que salir a votar

Venzamos a aquellos que nos prefieren ignorantes y conformistas.

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Escrito en OPINIÓN el

Este domingo 7 de junio hay que salir a votar. Hacerlo desde el rechazo, el escepticismo, el apoyo crítico o la convicción militante, pero siempre desde la libertad de conciencia. Que el voto cuente no es algo que se haya logrado de la noche a la mañana. Esta conquista fue resultado de la lucha de varias generaciones que nos precedieron. Sin embargo, no hay derecho que tenga su perdurabilidad asegurada, y la mejor manera ­–acaso la única–­ de garantizar su vigencia es ejerciéndolo. Si las luchas de ayer son los derechos de hoy, la falta de acción colectiva de hoy es el retroceso de mañana. Por ello:

 

Venzamos los impulsos desmovilizadores que pueden ir del miedo y la apatía a la desinformación y el pesimismo.

 

Venzamos a aquellos que creen que el dinero lo puede comprar todo, incluido el veredicto de las urnas.

 

Venzamos a aquellos que nos prefieren ignorantes y conformistas. A los que creen que se pueden burlar de nosotros en nuestra cara y gastan su inteligencia en elucubrar su siguiente trampa.

 

Venzamos a aquellos que ambicionan árbitros electorales sin autonomía.

 

Venzamos a los poderes fácticos que quieren que solo su voto cuente.

 

Venzamos la narrativa de unas elecciones con ganadores y perdedores predeterminados.

 

Venzamos a aquellos que piensan que la política es cosa de políticos profesionales.

 

Venzamos a aquellos que lucran con las necesidades de los que menos tienen y que creen que con regresar las migajas del despojo van a preservar sus cotos de poder.

 

Venzamos a través de una participación masiva los márgenes en que puede operar un fraude electoral.

 

Venzamos a aquellos que pretenden instaurar una democracia cosmética, sin contenido ni densidad.

 

Venzamos a aquellos que quieren desplazar las decisiones cruciales que nos afectan como sociedad de la esfera pública a las fuerzas del mercado.

 

Venzamos a aquellos que sueñan con regresar a los tiempos del presidencialismo autoritario con congresos unicolores y testimoniales.

 

Venzamos a aquellos que claman por asfixiar la oposición y el disenso para instaurar una unidad tan autoritaria como artificial.

 

Venzamos a aquellos que pretenden encauzar los torrentes del descontento y el agotamiento del régimen hacia el océano indiferenciado de la abstención.

 

Venzamos sobre todo, la idea de que no sirve de nada salir a votar.

 

Decía Bertolt Brecht que el peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa. No sabe que el costo de la vida, el precio del pan, del vestido, del zapato y las medicinas, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el niño abandonado y el peor de los bandidos, que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.

 

Por todo ello, cualquiera que sea tu postura, hay que salir a votar.

 

@EncinasN