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Hasta nunca

Entre los actores políticos figuró Cuauhtémoc Cárdenas, quien logró erigirse como uno de los principales líderes de izquierda de nuestro país.

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Escrito en OPINIÓN el

¡Zaz!, el ingeniero ha renunciado al partido político que él mismo fundó tras encabezar un movimiento social que en 1988 estuvo a punto de polarizar a la sociedad mexicana, sin embargo, su determinación y profundo apego a las instituciones permitieron que en esa época Cuauhtémoc Cárdenas convocara a todas las fuerzas políticas y sociales que buscaban –principalmente– el bienestar de la clase trabajadora, con la finalidad de que se aglutinaran en un único partido político: el PRD.

 

Fundado el 5 de mayo de 1989, tras las polémicas elecciones del año anterior, donde Cárdenas lideraba los resultados y luego de la famosa ‘caída del sistema’, con la cual el entonces candidato Carlos Salinas de Gortari ganó las elecciones presidenciales de 1988, fue fundado el Partido de la Revolución Democrática, que motivó para que la inconformidad social fuera mitigada y se levantara una bandera de lucha frontal contra el partido dominante: el PRI.

 

Entre los actores políticos figuró Cuauhtémoc Cárdenas, quien logró erigirse como uno de los principales líderes de izquierda de nuestro país, siendo en dos ocasiones más, candidato presidencial por el llamado sol azteca (1994-2000), asimismo, consiguió la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal bajo esa bandera, lo que consolidó al PRD como una de las tres principales fuerzas políticas de México: PRI, PAN y PRD.

 

Este suceso podría ser una pesada lápida de la que es posible no se levante el partido amarillo ahora liderado por Carlos Navarrete, y es que ya en su momento el otro candidato que disputó la silla presidencial abanderado por el sol azteca –el tabasqueño y ex jefe de Gobierno del DF, Andrés Manuel López Obrador– abandonó este partido para conformar uno nuevo donde él es la figura primordial, al que denominó Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).

 

Pero, ¿qué está sucediendo al interior del PRD que lleve a la renuncia de los dos únicos candidatos presidenciales que ha tenido en estos 25 años de historia política?

 

Lo mismo que a México: estar secuestrado por una clase política sin escrúpulos, sedienta de poder y con hambre de engrosar las cuentas bancarias.

 

Por desgracia y aunque debe haber algunos personajes rescatables, el escenario político al que estamos acostumbrados –y según lo que vemos a diario– es el de las promesas incumplidas de campaña, el de las sonrisas ante las cámaras mientras son escoltados por una o dos camionetas pagadas por el erario público, el de los escándalos financieros, el tráfico de influencias, el nepotismo, los lujos excesivos, la relación con el crimen organizado, las reuniones y los acuerdos ‘en lo oscurito’, la falta de congruencia entre el discurso y los hechos, y tantos otros que prefiero omitirlos por falta de tinta, aunque no de memoria colectiva.

 

Hay quienes se aferran al poder y terminan enredándose en una serie de explicaciones sin sentido, otros aprovechan su cuota política para impulsar sus sueños presidenciales, y otros –tal vez– cansados de la realidad política mexicana simplemente deciden continuar su camino apartados de los personajes incapaces de aceptar su realidad.

 

Es probable que unos, otros o los otros no sean tan diferentes entre sí, pero la seriedad política entre uno, otros o los otros, ¡esa sí que puede marcar diferencias!

 

@plumavertical