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Guerrero en perspectiva luego de las elecciones

Gobierno de Héctor Astudillo Flores tendrá que lidiar con la entidad más violenta del país.

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Escrito en OPINIÓN el

El estado de Guerrero es pieza clave para entender mucho de lo que sucede a nivel nacional, por todos los sucesos que han incursionado y convulsionado al país. Por ello, presentar un breve panorama del momento en que se encuentra dicha entidad puede ser un indicador de lo que en general, no sólo el estado de Guerrero, sino también el país requieren en perspectiva para implementar diversas acciones que reencaucen la labor que constitucionalmente tiene el Estado para con sus ciudadanos: Salvaguardar sus derechos y ofrecerles una vida digna.

 

El estado de Guerrero, se ha visto convulsionado por muchos factores entre los que sobresalen la inseguridad que vive la entidad, situación que tuvo su máxima consecuencia con los hechos ocurridos en Ayotzinapa con la desaparición de los normalistas y con una serie de hechos que incursionaron inclusive en el proceso electoral con diversos actos lamentables ocurridos a precandidatos y a candidatos a distintos cargos de elección popular, que van desde la intimidación a candidatos, pasando por diversas amenazas hasta el asesinato.

 

En términos políticos, esta entidad federativa se compone de 81 Municipios y ostenta un Congreso local con 46 diputados locales, de los cuales 28 son de mayoría relativa en igual número de distritos electorales uninominales que conforman el Estado y 14 de representación proporcional. En la entidad de 1993 a 2012 la participación ciudadana rebasaba el 60% en promedio y el ganador de la elección (del Ejecutivo Local) era cercana al 30% por encima de sus oponentes. El PRD había logrado el triunfo electoral en el Ejecutivo Local en 2005 con Zeferino Torreblanca Galindo; triunfo que ratificó dicho partido político en 2011 con Ángel Aguirre Rivero hasta 2014, donde entró en su lugar Salvador Rogelio Ortega Martínez motivo de la licencia que el Congreso le otorgó a Ángel Aguirre por la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa.

 

Justamente el caso tan lamentable de los normalistas fue el principal factor para en la elección de este año, dicha entidad federativa tuviera una recomposición política. En el proceso electoral reciente, dos grandes coaliciones se conformaron por la disputa del Ejecutivo Local, el PRI con el PVEM alcanzaron 558,662 votos, que representan el 40.94% de los ciudadanos que acudieron a votar, por encima de los 473,695 votos logrados por la coalición integrada por el PRD y el PT (el 34.71%), y con una escasa participación del 56.74% de los electores inscritos en el listado nominal que registraba poco más de 2 millones 400 mil electores.

En el terreno de los Ayuntamientos, como se muestra en la gráfica a continuación, la coalición PRI-PVEM alcanzaría 40 triunfos de los 81 posibles, seguido de la coalición  PRD-PT con 24, el PAN con 6 al igual que Movimiento Ciudadano, 2 para el PVEM, 1 para el PRI, al igual que 1 para Nueva Alianza y 1 para el partido político local Partido de los Pobres de Guerrero.

En cuanto a la composición del Congreso, la coalición PRI-PVEM alcanzaría 24 escaños (18 de mayoría relativa y 6 de representación proporcional); la coalición PRD-PT 17 curules (10 de mayoría relativa y 7 de representación proporcional); el PAN y Movimiento Ciudadano con 2 diputados de representación proporcional cada uno y Morena con 1 diputado también por ésta vía.

Este panorama político electoral aunado a la alta tasa de homicidios e impunidad que ubican al estado de Guerrero como la entidad más violenta del país, es con lo que tendrá obligadamente que lidiar el gobierno de Héctor Astudillo Flores. La labor no será nada fácil.

 

Si analizamos un reporte de México Evalúa,[1] observamos que previo al proceso electoral de 2015, la población guerrerense manifestó en el terreno de la Seguridad y Justicia que en un 18.9% sentirse segura, en tanto que a nivel nacional el porcentaje era del 24.9% en 2014.  En cuanto a homicidios se destaca que en 2014 se tiene 42.7 homicidios por cada 100 mil habitantes, en contraste con los 13.1 a nivel nacional. Para mayor profundidad sobre la inseguridad que vive el Estado está también como referencia el Índice de Paz en México 2015 del Instituto para la Economía y la Paz (IEP); de los datos de este Índice contradictoriamente destacaría que pese al grado de inseguridad, Guerrero es la entidad que más gasta en la contención de la violencia; y referente a la Tasa de Impunidad en homicidios en 2014 fue del 89 por ciento.

 

Estos datos y otros medidos por México Evalúa como los de la corrupción, en donde el 90.09% de “los ciudadanos guerrerenses percibe una alta ocurrencia de prácticas corruptas” tiene al estado en una situación sumamente difícil.

 

El panorama como podemos observar para Guerrero es en verdad difícil, por ello, no sólo las autoridades esatales y locales deben de redireccionar sus estrategias y la gestión de políticas públicas, sino el Gobierno Federal deberá asumir una posición clara y contundente que lleven a la realización de una serie de acciones en torno a la seguridad pública, al combate a la corrupción, al incremento en los índices de educación, entre tantos más.

 

Guerrero es un hermoso Estado, en donde su gente exige de sus atuoridades acciones certeras y rápidas; todos debemos mirar hacia allá y desde nuestra trinchera exigirle al Gobierno que promueva causas justas que hagan recuperar la tan dañada credibilidad que la población tiene principalmente de sus autoridades.

 

 

[1] Análisis realizado por el Centro de Análisis de Políticas Públicas de México Evalúa a unos días del proceso electoral de 2015, en donde seleccionó indicadores que permitieron conocer el escenario en materia de seguridad, justicia, educación, gasto público, transparencia del proseco presupuestal, corrupción y competencia electoral del Estado de Guerrero. Fuente: México Evalúa