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Explosión en Tultepec ¿y los responsables?

En septiembre de 2006 el mercado San Pablito había sido destruido.

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Escrito en OPINIÓN el

Este ha sido un año sumamente difícil para nuestro país en los más diversos ámbitos (económico, político, social, en materia de seguridad etc.) y por si ello no bastara, a unos cuantos días de que termine 2016 cerramos con una tragedia que por su magnitud, incluso tuvo un impacto internacional como en su oportunidad dieron cuenta las publicaciones del New York Times y The Washington Post en Estados Unidos, Le Monde en Francia, The Guardian en el Reino Unido, El País en España o El Clarín en Argentina.

 

Como consecuencia de la explosión que se registró el pasado martes en el mercado de San Pablito en Tultepec, Estado de México, perdieron la vida 31 personas y alrededor de 70 resultaron heridas de las cuales 10 son menores de edad. En este mercado se instalaban 300 puestos que producían y vendían pirotecnia con la que se surtía a prácticamente todo el país.

 

Hasta el momento no se conoce el origen de la explosión que consumió la gran mayoría de los puestos, y cuando todavía ni siquiera se empezaban a realizar los exámenes periciales, las autoridades locales se apresuraron a decir que se trató de un accidente, lo que tiene una connotación muy distinta en términos de responsabilidades.

 

No es la primera vez que se presentan tragedias por hechos de esta naturaleza, ya sea por el almacenamiento de pirotecnia sin contar las medidas adecuadas o por el manejo indebido de fuegos artificiales que son muy socorridos sobre todo en las fiestas patrias, celebraciones patronales y en la época navideña.

 

Pero en esta ocasión ni siquiera aplica el dicho de “ahogado el niño se tapa el pozo” pues el mismo mercado de San Pablito ya contaba desde su apertura en 1998 con una larga historia e incluso en septiembre de 2006 fue destruido por otra explosión, y sin embargo todo indica que las autoridades omitieron realizar las acciones suficientes en materia de prevención aunque el Instituto Mexiquense de la Pirotecnia lo presumía como el más seguro de Latinoamérica.  

 

Aún suponiendo que efectivamente se trató de un accidente, habría que preguntarnos ¿cómo es posible que en un lugar donde se concentraban alrededor de 100 toneladas de artículos explosivos no se contara con una supervisión permanente y los servicios de emergencia necesarios dado el tamaño del riesgo? ¿Quiénes eran los responsables de garantizar la correcta aplicación de lo establecido en la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos así como en las normas de protección civil?

 

Esto evidencia una vez más que en México seguimos en una lógica reactiva y que la cultura de prevención brilla por su ausencia, por lo que necesitamos respuestas claras y que realmente se deslinden las responsabilidades correspondientes y paguen por ello pues lo que está en juego es la vida e integridad de las personas. La corrupción, la negligencia y la impunidad no pueden seguir teniendo cabida.

 

@agus_castilla

@OpinionLSR

 

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