Main logo

EU le exige a Apple hackear a sus clientes

La discusión entre FBI y Apple es pública y Tim Cook está tomando un papel interesante en esta batalla.

Por
Escrito en OPINIÓN el

El pleito entre Apple y el FBI nos involucra a todos los dueños de un smartphone en una discusión que antes de la aparición de Edward Snowden en el escenario global se discutía entre empresas y autoridades en secreto y sin escandalizar.

 

Recordemos que el ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) logró probar con documentos y su propio testimonio de insider que Estados Unidos utiliza sofisticados sistemas para espiar a cualquier dueño de dispositivo conectado a la red, en cualquier parte del planeta.

 

Estados Unidos, además de tener Facebook y Twitter para rastrear el comportamiento de las masas hambrientas de atención y estima, y cientos de hackers listos para introducirse en algún sistema de gobierno para leer los correos de los líderes, hace uso de su poder para hablar con los líderes de las firmas tecnológicas y pedirles favores.

 

Pero la cadena de favores comenzó a romperse cuando Snowden salió a señalar las prácticas que realiza su gobierno y las empresas en contra de todos para tomar ventajas, de control, comerciales o políticas. Las quejas de los afectados que sospechaban, pero no tenían la certeza de que los espiaban, comenzaron a saltar. Los directores de las empresas comenzaron a notar el malestar de sus clientes y “amigos”. Esto fue evidente en junio de 2014, cuando Satya Nadella, el CEO de Microsoft, dijo que necesitaban asegurar el derecho a la privacidad.

 

“Necesitamos asegurar la privacidad”, dijo Nadella ante líderes de la industria y políticos durante una conferencia en Las Vegas. “No hay una solución para todo, pero debemos pensar en ello, pues de lo contrario habrá fricción con los usuarios, al momento de querer que el cómputo esté en todas partes”.

 

Satya Nadella expresaba así el malestar de la industria ante las filtraciones de Snowden, que los dejaron mal parados al ser vistos como facilitadores de información de las agencias de inteligencia. Los cuestionamientos, como es historia conocida, siguen siendo un obstáculo de ventas para algunas firmas que se vieron involucradas en este escándalo global. El líder de Microsoft habló de desconfianza como el mensaje que les hacía daño.

 

Dijo que lo que le venía a su mente en ese momento era que había que reformar el régimen de vigilancia. Un rol fundamental del gobierno, agregó, es el de ser capaz de generar confianza, entre sus ciudadanos y naciones. “Estados Unidos tiene que adoptar un enfoque con el que recuperemos esa confianza”.

 

Poco después Marc Zwillinger, abogado de Apple, dijo que son forzados a convertirse en agentes de la ley, luego de que una corte de Brooklyn les pidió desbloquear el iPhone de un dealer de metanfetaminas. La empresa de Cupertino liberó el iOS 8 en 2014, un nuevo sistema operativo con un sofisticado programa para encriptar la información de los dueños de los teléfonos y hacer patente que ellos no arriesgarían su negocio. Lo cierto es que dejaron una ventana de acción para las autoridades, la nube.

 

Recuerda The New York Times que a pesar de la encriptación del iOS 8, la compañía continúa cooperando. En la primera mitad de 2015 simplemente, dice el diario, la compañía entregó datos en respuesta a más de 3,000 peticiones de las autoridades.

 

Si la información está en sus servidores a través de iCloud, la empresa los puede entregar. La información de cierta manera es de su propiedad. Pero si los datos están en el teléfono, alega que no tienen control de lo que ahí se guarda, pues el sistema de encriptación que desarrollaron no puede ser violado ni por la empresa que lo creó, para proteger a los clientes.

 

La discusión entre FBI y Apple es pública y Tim Cook está tomando un papel interesante en esta batalla. El CEO de la fabricante de los iPhones hace ruido ante sus clientes mostrándose como un defensor de la privacidad. Pero el caso se complica porque el FBI lo que está pidiendo es que los ayuden a sacarle la información al teléfono 5C que utilizaba Syed Farook, uno de los involucrados en el ataque terrorista en San Bernardino, California, en el que murieron 14 personas en diciembre pasado.

 

Cook dice que los smartphones se han convertido en una parte esencial de nuestras vidas. Toda esa información que contienen debe ser protegida de hackers y criminales que la quieren, sin nuestro conocimiento, sin nuestro permiso.

 

En una carta que mandó a sus clientes el 16 de febrero, como respuesta a las presiones de su gobierno, dice que por muchos años han usado encriptación para proteger los datos personales de sus clientes. Está fuera de su alcance, asegura, porque cree que los contenidos del iPhone no son algo que deba interesarles.

 

“El gobierno está pidiéndole a Apple hackear a sus propios usuarios y debilita décadas de avances de seguridad que protegen a nuestros clientes –incluyendo decenas de millones de ciudadanos estadunidenses—de hackers sofisticados y cibercriminales. A los mismos ingenieros que construyeron una encriptación fuerte para el iPhone y así proteger a nuestros usuarios, irónicamente, se les ordena debilitar esas protecciones y dejar a nuestros clientes menos seguros”, dice Cook, quien al parecer seguirá encabezando esta guerra, por el bien de sus clientes pero, claramente, por el bien de su negocio.

 

BlackBerry, hay que recordar, vendía seguridad y almacenamiento encriptado a prueba de balas. Pero cuando los gobiernos comenzaron a fracturar esa armadura y nuevas soluciones más avanzadas surgieron en el horizonte, una crisis comenzó a profundizarse hasta convertir a esa empresa en anécdota.

 

Tim Cook está bajo los reflectores a punto de convertirse en el mártir de la industria tecnológica. Unos días en la cárcel y fotos de su arresto no le vendrían nada mal a las ventas y a la imagen de la firma de la manzanita.  

 

@takaink

@OpinionLSR