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Embajadores

De los dos embajadores nombrados pareciera que una es una profesional de la diplomacia americana mientras el otro es un allegado del presidente.

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Escrito en OPINIÓN el

Ya ha quedado claro quienes serán los nuevos embajadores que estarán a cargo de la relación entre México y Estados Unidos. Roberta Jacobson, la funcionaria de mayor experiencia en la relación bilateral de parte del gobierno estadounidense, emergió como candidata de consenso después de que el nombramiento de María Echaveste no logró los apoyos suficientes. La actual subsecretaria de Relaciones Exteriores para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson puede enfrentar duros cuestionamientos en el Senado por los que se oponen a su rol en abrir relaciones diplomática con Cuba, pero nadie duda de su talento, inteligencia y conocimiento de los temas bilaterales. No es vista como cercana al presidente Obama, pero tiene la confianza de muchos en el gobierno, incluyendo al propio mandatario, por sus méritos propios y sus logros.

 

Quizá más sorpresivo fue el nombramiento de Miguel Basáñez, un empresario mexicano exitoso y académico reconocido, que vive en los Estados Unidos, como la elección del presidente Peña Nieto para encargarse de la embajada mexicana en Washington.  Basáñez goza de una cercanía especial con el grupo en el poder, por su trabajo durante cinco o seis años con Alfredo del Mazo, miembro del Grupo Atlacomulco, si bien viene de Tuxpan, Veracruz y se formó políticamente con otros líderes priístas fuera de ese grupo.

 

Se enfrentó al priísmo en su momento cuando realizó las primeras encuestas independientes publicadas en el periódico La Jornada en 1988 que mostraban al partido gobernante débil frente a la campaña de Cuauhtémoc Cárdenas. Es un "insider/outsider", alguien conocido por el presidente, con quien tiene una relación personal, pero también alguien quien ha ejercido su profesión por fuera de la política mexicana durante más de dos décadas con bastante independencia de los grupos en el poder.

 

De los dos embajadores nombrados, pareciera que una es una profesional de la diplomacia americana, de la relación binacional, conocedora de los temas oficiales como ningún otro pero distante del mandatario y de los temas no oficiales entre dos sociedades que hacen más compleja esta relación; mientras el otro, es un allegado del presidente con gran conocimiento del tejido social de dos países que se unen en una frontera común, pero con poca experiencia en la agenda oficial y en el gobierno en los últimos años. Pero, conociendo personalmente a los dos, me parece que la realidad es otra.

 

Jacobson, si bien ha ejercido siempre como funcionaria del gobierno estadounidense, es una persona altamente sensible a los actores no gubernamentales que inciden en la relación bilateral -migrantes, organizaciones cívicas, empresarios, periodistas, gobiernos locales y muchos otros- y entiende bien que la agenda oficial sólo puede prosperar si se ancla en este entramado complejo de dos sociedades que interactúan diariamente. Vale la pena destacar que ella no proviene del servicio exterior, por lo que ha tenido que luchar y ser doblemente capaz para sobresalir en la diplomacia estadounidense, y ha ganado la admiración del presidente por su trabajo.

 

En cambio, Basáñez tiene la astucia de alguien quien ejerció cargos en el sector público antes de emprender su carrera fuera del sistema político y es alguien quien ha incidido en la relación bilateral desde entonces como intelectual y emprendedor, y que como su contraparte norteamericana, conoce y estudia el tejido social de ambas sociedades, lo que de entrada les da a ambos un punto de encuentro en sus nuevas responsabilidades.

 

Desde luego, había otros candidatos que no fueron escogidos por sus gobiernos en esta ocasión, por una razón u otra, y hay que decir, en algunos casos por decisión propia de no querer ser considerados. Otros nombres con mucha experiencia en ambos lados de la frontera se mencionaron, pero no hay duda que los dos que fueron escogidos tienen méritos muy importantes para el cargo que ahora les tocará, vienen ambos con el peso de su gobierno y tendrán que jugar un papel sumamente importante en esta relación bilateral compleja, controvertida, dinámica y vital para ambos países.

 

Suerte a ambos para el bien de los dos países.

 

@SeleeAndrew