La jornada electoral del 5 de junio estuvo marcada por un abstencionismo sin precedentes en la Ciudad de México; el que solamente haya votado 28.3% de los electores demuestra no sólo la insatisfacción de la ciudadanía con los partidos políticos, sino aún más importante, el desconocimiento de los alcances de este proceso.
Decir que la ciudadanía no participa porque no está interesada en la política, es la salida más fácil que busca evadir la responsabilidad de las instituciones en esta coyuntura.
Pasaron las elecciones y la ciudadanía sigue sin tener claro en qué le va a beneficiar o perjudicar una Constitución para la Ciudad de México, qué autoridades se crearán o cómo cambiará su vida cotidiana. Una vez más, los pocos ciudadanos que votaron no tenían conocimiento de las propuestas o de los candidatos de los partidos políticos.
La falta de conocimiento del proceso es responsabilidad de muchos actores. Desde el Congreso, que entre otras cosas, nunca argumentó por qué sólo se elegiría al 60% de los integrantes de la Asamblea Constituyente; los partidos políticos, que no supieron difundir de manera atractiva sus propuestas, limitándose únicamente a utilizar slogans publicitarios; las autoridades electorales, que no informaron de manera integral el proceso constituyente; y finalmente la academia y las organizaciones de la sociedad civil, que no logramos traducir los alcances legales de la Reforma Política a la ciudadanía.
En la práctica, lo que vimos en este proceso fue la disputa de la Ciudad de México por las fuerzas políticas, donde según datos del PREP Morena se constituyó como la mejor opción con el 36% de la votación, por encima del 32% del PRD y del PAN con el 11%. Estos resultados deberían obligar a Miguel Ángel Mancera y al PRD a replantear su forma de hacer política de cara al 2018, pues el descontento con su gobierno sigue en aumento.
A pesar de la baja participación de la ciudadanía, la Fepade y el Tribunal Electoral tampoco pueden pasar por alto las denuncias de ciudadanos y partidos sobre la compra o coacción del voto en la Ciudad de México, es necesario que estas prácticas por fin sean sancionadas.
Con los resultados del PREP, la conformación de la Asamblea Constituyente sería la siguiente:
Finalmente, con el inicio de las funciones de la Asamblea Constituyente nos enfrentaremos a una nueva coyuntura mucho más importante que radica en el procesamiento y difusión de lo que será la primera Constitución de la Ciudad de México. Los constituyentes deben cuidar que se transite de la mejor manera pues de lo contrario, si el texto se somete a referéndum aprobatorio, tendremos una participación electoral aún menor que la del 5 de junio.
El autor es:
Rodrigo Ramírez @rodrigo_rq
Egresado de la carrera de Ciencia Política y Administración Pública de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. Su interés académico y profesional se centra en temas del Poder Legislativo, sistema electoral, competencia y desarrollo rural. Es Coordinador de investigadores en el área de Análisis Político y Legislativo de Borde Político A.C. rodrigo@bordepolitico.com