Cada vez que te obligan a pensar recurres a tu smartphone y de pronto, cuando estás en una charla, seguramente no recuerdas bien algún nombre o palabra, tienes que volver a encender tu navegador y preguntarle a internet qué es lo que creías saber.
Puede que te sientas muy inteligente en las charlas online, cuando opina un lector de noticias en la tele o al escuchar a tu maestro en el salón de clase. Lo cierto es que la respuesta no la estás dando tú, sino la tecnología. Tu inteligencia, podríamos pensar, es artificial.
“En un mundo cada vez más conectado, donde el promedio de atención se ha reducido a tan sólo ocho segundos, nuestra inclinación a olvidar hechos que podemos obtener de un dispositivo digital o de internet, conocido como Amnesia Digital, podría exacerbarse por nuestra necesidad de conseguir lo que queremos en cuestión de milisegundos”, de acuerdo con un estudio realizado por Kaspersky Lab.
Maldita memoria, dirás en algunas ocasiones, cuando esa palabra no llega, por más que tratas de concentrarte. No eres el único. Este mal se esparce tan rápido como algunos códigos maliciosos que te ofrecen darte dinero a cambio de nada.
“El estudio, que incluyó a 6,000 consumidores de 16 años y más, muestra que cuando se enfrentan a una pregunta, el 57% de los encuestados tratará de llegar a la respuesta por sí mismos, pero el 36% se dirigirá directamente a internet, llegando al 40% entre los que tienen 45 años o más. Estos consumidores parecen ser reacios a dedicar tiempo en tratar de recordar algo de la memoria, o posiblemente tienen dudas de la exactitud de sus recuerdos”, indica la empresa que tiene su sede principal en Moscú.
De cada 100 personas, al menos 24 admitieron que olvidan la respuesta que hallaron en línea tan pronto como la leyeron.
“Este impulso por tener acceso lo antes posible a la información, combinado con la renuencia para recordarla después, tiene implicaciones de largo alcance, tanto para nuestra memoria a largo plazo como para la seguridad informática de los dispositivos de los que dependemos”, dice el reporte. “En términos de desarrollo de la memoria, los expertos consultados para el informe acerca de la Amnesia Digital resaltan cómo la falta de uso de la información almacenada en nuestra memoria -por ejemplo, y preferir la búsqueda en línea- puede tener como resultado la dilución o desaparición de esos recuerdos”.
Desaparición de recuerdos. Qué difícil debe ser asumir que debemos dejar el celular guardado si no queremos olvidar nuestros recuerdos, perder nuestra memoria, angustiarnos al carecer de conexión a internet. Dejar de ser un sabelotodo en segundos.
“La Amnesia Digital es un reflejo de la sociedad actual conectada, que por medio de aplicaciones, redes sociales y la misma web, busca obtener información de manera inmediata. Nuestro estudio sobre esta situación muestra cómo ya no retenemos en nuestra memoria la información que podemos almacenar y recuperar con un dispositivo digital o internet. Ahora estamos descubriendo que la Amnesia Digital también está influenciada por fuerzas más amplias, incluyendo la necesidad de respuestas inmediatas cuando nos enfrentamos a una pregunta. ¿Nos hemos convertido no sólo incapaces o poco dispuestos, sino demasiado impacientes para recordar?", pregunta mi amigo Dmitry Bestuzhev, director del equipo de Investigación y Análisis para Kaspersky Lab América Latina.
Maldita memoria, no me acuerdo qué le iba a responder a Dmitry. Era algo que leí en algún libro, o en Twitter o en algún diario, pero no importa… tengo una especie de amnesia. Pero tengo una gran extensión de memoria a la mano, que casi no me deja voltear a ver a las personas con las que estoy platicando. ¿De qué estaba platicando?
