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El PRI de Manlio Fabio Beltrones

Manlio Fabio Beltrones renuncia a la conducción de un partido del que nunca tuvo apoyo.

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Escrito en OPINIÓN el

Hay que decirlo fuerte y claro; en muchos de los casos los electores dieron un mensaje a políticas públicas equivocadas o a políticos que incurrieron en excesos[1].

 

Había pasado solamente un día de la promulgación por la Cámara de Diputados  de las tan polémicas reformas a las leyes del Sistema Nacional Anticorrupción, que el Presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Manlio Fabio Beltrones, con un breve discurso ante la Comisión Política Permanente del PRI, declara su renuncia a la dirección del Comité Ejecutivo Nacional del Partido.

 

Su renuncia se dio a menos de un año de haber tomado su conducción.

 

La renuncia de Beltrones ha sido un acto previsible, después de una franca derrota electoral. La cual, sin embargo, no fue su responsabilidad.

 

El paso de Beltrones por la Presidencia del PRI fue accidentado desde un inicio. Llegó porqué Aurelio Nuño, el candidato del Presidente, no pudo, por no cumplir con el requisito elemental de los términos de inscripción al Partido.

 

Y llegó porqué las designación de Nuño aglutinó en contra de la decisión presidencial todas las distintas corrientes del priismo, que vieron en su designación, la continuidad en el poder del grupo cercano al Presidente.

 

Por ello, la designación de Manlio Fabio Beltrones a la conducción del Partido no se dio de forma espontánea, sino por el contrario, se permitió a pesar de no tener el favor de la Presidencia.

 

No obstante, y a pesar de que el Presidente le impuso a la Diputada Carolina Monroy del Mazo, su prima, como Secretaria General, y de que no pudo hacer cambios sustantivos en la estructura del Partido, Beltrones ganó las primeras batallas electorales. La victoria en Colima fue una de ellas.

 

Sin embargo, la falta de recursos presupuestales, así como la indiferencia y la falta de compromiso por parte del Presidente y de su gobierno hacia el partido, mermaron su capacidad operativa misma que, desde siempre, había sido  su fortaleza.

 

Aunado a lo anterior, desde la Presidencia y su círculo más cercano, se impusieron candidatos que claramente no eran los más aptos, esto fue el caso de Quintana Roo, Tamaulipas, Durango, Chihuahua, Aguascalientes y Oaxaca.

 

A pesar de todo, pudo operar para ganar Oaxaca, con la implementación de una estrategia que consiguió dividir y debilitar a los adversarios.

 

Con relación a Veracruz, es evidente que el fracaso fue más que anunciado debido a los ejemplos reiterados de conducta irresponsable y saqueadora de su gobernador, Javier Duarte.

 

Por ende, Manlio Fabio Beltrones renuncia a la conducción de un partido en el que nunca tuvo el apoyo que necesitaba y por el cual, a pesar de ello, logró evitar un desastre todavía mayor.

 

En su discurso de despedida, se percibe la visión del estadista que ve más allá de los problemas de coyuntura política.

 

Se percibe en sus palabras una fuerte llamada de atención a no seguir con una política de simulaciones (“los ciudadanos no están satisfechos con solamente enterarse de que vamos bien, sino que quieren sentirse bien”), y de falta de resultados y de corrupción endémica, que solo conducen a los crecientes radicalismos, de derecha y de izquierda, que pueden llevar a gobiernos populistas, autoritarios y fascistas. Y la tendencia es más que evidente.

 

Por otra parte, y de manera especular, subraya la necesidad de generar un “nuevo sistema político” para superar la peligrosa impasse que está viviendo a sociedad mexicana.

Retoma, por ello, un tema clásico de su agenda política, lo de los gobiernos de coalición,  que pueden hace posible “otra transición”, la que conduzca a una democracia de calidad y a gobiernos con resultados, con base en el reconocimiento de la necesidad de una sociedad plural y pluripartidista en la que ya no hay cabida para un partido único.

Los recientes y tristes eventos de Oaxaca hacen eco a su llamado a la unidad más allá de las diferencias, y al reconocimiento de la pluralidad y de la necesidad del dialogo pacifico para garantizar la convivencia civil.

 

@EhrmanR 

ehrman@dynamisconsultores.com

@OpinionLSR 

 

 

[1]Discurso de Manlio Fabio Beltrones ante la Comisión Política Permanente del PRI.