Desde hace varios meses un grupo de más de 25 organizaciones de la sociedad civil que actuamos en diferentes ámbitos en todo el país hemos venido trabajando para construir una Agenda Mínima Ciudadana de temas que requieren atenderse de forma urgente y prioritaria para el desarrollo y bienestar de los mexicanos.
De cara al proceso electoral que culminará el próximo 7 de junio, nos hemos unido en torno del programa “Por el México que merecemos”, con el propósito de llamar a los ciudadanos a exigir compromisos claros y concretos a los candidatos, sobre las decisiones y acuerdos que urgen al país.
La consolidación de la democracia implica necesariamente un cambio de actitud desde la sociedad, pero también en lo individual, para que todos asumamos y ejerzamos a plenitud nuestros derechos, sin perder de vista que debemos exigir resultados a nuestros representantes y a los gobernantes.
Este es el momento de los ciudadanos. Nos toca a nosotros marcar la agenda y el debate público. Es a los ciudadanos a quienes los funcionarios y gobernantes deben rendir cuentas, antes que a cualquier partido o grupo.
Queremos candidatos honestos y transparentes, propuestas concretas y compromisos claros, por ello vamos a estar atentos a las campañas, para asegurarnos que las elecciones, las instituciones y los recursos y poderes públicos, queden al servicio de la ciudadanía y de sus intereses y aspiraciones.
Desde la sociedad civil hemos identificado temas transversales en los que pueden trabajar los representantes populares, en cada uno de los temas, hemos identificado indicadores concretos que permitirán dar seguimiento y exigir rendición de cuentas.
En primer lugar, demandamos compromisos en materia de fortalecimiento de la economía, para promover el desarrollo regional y la creación de más y mejores empleos, como la mejor manera de combatir la pobreza y la desigualdad.
México merece política pública que nos ayude a bajar el costo en el país, incentive la inversión productiva y ayude a llevar financiamiento a costos accesibles a los sectores productivos en todo el país.
Nuestra segunda prioridad es alcanzar acuerdos para lograr un México más justo, donde se asegure la integridad física y patrimonial de todos los ciudadanos. Hay que mejorar el sistema de seguridad pública, mediante la profesionalización, dignificación y certificación policial; aumentar la confianza ciudadana y la calidad de la información, para que los delitos se denuncien y castiguen e impulsar una cultura de protección, defensa y garantía de los derechos humanos. Al mismo tiempo, debe mejorar la calidad de la impartición de justicia.
Queremos compromisos para que todos los mexicanos tengan acceso a educación de calidad y que la reforma educativa sea implementada en todo el país. Nuestros niños y jóvenes requieren una enseñanza adecuada a las necesidades del siglo XXI que incorpore la formación en valores cívicos y éticos, las nuevas tecnologías y potencie la vinculación escuela–empresa.
Se necesita que el Estado de derecho sea una realidad en todo el territorio nacional y que el gobierno sea eficaz, eficiente y transparente. Por ello, buscamos impulsar una legislación anticorrupción a nivel nacional y homologar y transparentar el uso de recursos públicos en la Federación, estados y municipios.
México necesita de la participación ciudadana efectiva en la toma de decisiones públicas. Por ello, en todo el país impulsaremos esta iniciativa para asegurarnos de que los ciudadanos cuenten con toda la información que necesitan para votar de manera responsable y razonada.
Pediremos a los candidatos que suscriban, además, la iniciativa #3de3 y den a conocer a la opinión pública sus declaraciones patrimonial, fiscal y de posibles conflictos de interés.
Por supuesto, y como le hemos hecho a lo largo de nuestra historia en cada proceso electoral, en COPARMEX vamos a promover la observación ciudadana del proceso electoral; promoveremos el voto razonado e impulsaremos la exigencia de cumplimiento de las propuestas de campaña.
Tenemos la convicción de que el proceso electoral puede ser la oportunidad de que prevalezca la agenda de los ciudadanos, que permita recuperar la confianza en nuestras instituciones e implementar las transformaciones que México requiere para afrontar los retos del siglo XXI.