Main logo

El mejor jurista

Lo importante es que Héctor Fix Zamudio representa no solamente lo mejor que ha dado la ciencia jurídica mexicana, sino también los valores de la Universidad en la que muchos de nosotros nos formamos.

Por
Escrito en OPINIÓN el

El 4 de septiembre de 2014 el maestro Héctor Fix Zamudio cumple 90 años de edad. Para muchas personas, se trata del mejor jurista mexicano en toda nuestra historia.

Fix Zamudio (o el “maestro Fix”, como le decimos en el IIJ-UNAM) es toda una institución en la ciencia jurídica mexicana.

Lleva más de 50 años vinculado con el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, es autor de una prolija obra que ha sido citada miles de veces y ha ganado los premios más prestigiosos en su campo de conocimiento. Por muchas razones académicas y humanas, Héctor Fix Zamudio es un modelo de vida en el que varias generaciones de académicos mexicanos hemos encontrado la inspiración para seguir adelante.

Sus primeros trabajos académicos datan de 1956 y desde entonces su producción científica ha sido permanente (con una leve disminución en los años recientes debido al avance de la edad y al tiempo que el maestro sabiamente le dedica a su familia). Su primer libro, en el que hace un profundo estudio del juicio de amparo, fue publicado en 1964, año en el que se incorpora como investigador de tiempo completo en la UNAM –ya lo era, pero a tiempo parcial, desde 1956-.

Durante 32 años fue profesor de licenciatura en la facultad de derecho de la UNAM y durante 28 años de su división de estudios de posgrado.

Es miembro del prestigioso Colegio Nacional y presidente honorario vitalicio del Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional. Es doctor honoris causa por varias universidades mexicanas y del extranjero (incluyendo la prestigiosa Universidad Complutense de Madrid).

En el año 2008 la UNAM publicó una obra en su homenaje para conmemorar sus 50 años como investigador jurídico, en 12 gruesos tomos. En ella participaron más de 400 juristas de 40 distintos países, bajo la coordinación de dos de sus más destacados discípulos: Eduardo Ferrer MacGregor (juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos) y Arturo Zaldívar (Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación). Ese enorme reconocimiento a nivel mundial demuestra la calidad del maestro Fix y la estima que se le tiene, dentro y fuera de nuestras fronteras.

Pero lo importante es que Fix Zamudio representa no solamente lo mejor que ha dado la ciencia jurídica mexicana, sino también los valores de la Universidad en la que muchos de nosotros nos formamos y a la que –como Fix- le hemos dedicado buena parte de nuestra trayectoria profesional. El maestro ha sido un entregado y ferviente defensor de la autonomía universitaria. También ha contribuido desde su trinchera al desarrollo de su sistema de investigación en humanidades.

Muchas veces el maestro Fix ha contado que le ofrecieron en cuatro distintas ocasiones ser Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Si hubiera aceptado ese ofrecimiento su situación económica (y la de su familia, dicho sea de paso) hubiera mejorado sensiblemente. Pero –cuenta el maestro haciendo gala de su permanente buen humor- eso le hubiera quitado tiempo para leer y escribir; de modo que decidió que su verdadera vocación era servir a México desde los espacios académicos. Nunca ha buscado honores ni chambas, sino que se ha dedicado a difundir y recrear el conocimiento jurídico.

Ha sido impulsor de varias instituciones clave del Estado mexicano, como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y el Consejo de la Judicatura Federal.

La glosa de sus méritos y aportaciones podría seguir durante páginas y páginas. En realidad lo que quiero simplemente subrayar es que uno de los más grandes talentos de este país está celebrando 90 años de vida y que, por tratarse de un hombre sabio y bueno, todos debemos estar felices, como lo estamos sin duda alguna sus muchos discípulos y desde luego su muy querida familia.

Muchas felicidades, Maestro.

 

@MiguelCarbonell