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El Ifetel y la preponderancia

Esta semana, a más tardar el 9 de marzo, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel), deberá de dar a conocer la Declaratoria de preponderancia en los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión, es un momento clave que podrían marcar un antes y un después en nuestra historia de los medios, en ese mismo plazo deberá además publicar las bases de licitación para dos nuevos canales de televisión digital con cobertura nacional, determinar las medidas para la desagregación de la red y recabar la información necesaria para instituir el Registro Público de concesiones, de acuerdo al artículo 8º transitorio de la constitución

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Escrito en OPINIÓN el

 

La carta magna dice que son preponderantes quienes cuenten con una participación directa o indirectamente mayor al 50% del mercado nacional en telecomunicaciones o radiodifusión, lo cual podría implicar la desincorporación de derechos, partes sociales o acciones de los agentes económicos, en las proporciones necesarias para eliminar efectos anticompetitivos,  es lo que en su momento se llamó la desinversión o partición de monopolios, lo cual significaría que tanto Telmex- Telcel como Televisa, que fueron ya notificadas por el Ifetel como posibles agentes preponderantes, pudieran entrar en este supuesto.

El concepto agente preponderante no es indicado en el derecho a la competencia, de ahí que algunos economistas quieran equipararlo al poder sustancial de mercado o agente dominante. El asunto no es menor, ya que lo último implica solamente que la autoridad debería de imponer una regulación asimétrica, esto es una regulación específica para evitar que una empresa tenga control del mercado a través de prácticas monopólicas, mientras que en el caso de la preponderancia debe obligar a la desinversión junto con la regulación asimétrica, para eliminar de manera efectiva las barreras a la competencia.

Sin embargo, no parece claro que esto vaya a suceder, pues si bien la constitución tiene criterios más claros para el mercado de las telecomunicaciones, no es así para la radiodifusión que sólo contempla el porcentaje de audiencia  y “otros insumos esenciales”, la gran interrogante es que criterios utilizará el órgano regulador para definir cuáles serán esos insumo esenciales en ese terreno.

Si el Ifetel se apegará estrictamente a lo establecido en la constitución, tendría elementos de peso para declarar la preponderancia en segmentos, así lo establece el artículo 2º transitorio que a la letra dice “Las medidas de fomento a la competencia en televisión, radio, telefonía y servicios de datos, deberán aplicarse en todos los segmentos de forma que se garantice en su conjunto la competencia efectiva en la radiodifusión y las telecomunicaciones”.

Otro elemento de importancia lo da el propio artículo 8º cuando habla de participación directa o indirecta en los mercados nacionales, por lo que los criterios pueden contemplar a una empresa que concentre más del 50% por sí sola o bien a través de lo que se le llama “grupo de interés económico” en la que una empresa junto con otras de manera indirecta también controla un determinado mercado.

Por sí solas Telmex y Telcel dominan más del 50% en telefonía fija y celular respectivamente, en el caso de la televisión abierta lo hace Televisa, pero en el caso de la televisión restringida (satélite y de cable) ésta última controla este mercado como grupo de interés junto otros grupos como PCTV, TVI Internacional, Megacable y con su más reciente adquisición del 51% de Cablecom. De esta manera el consorcio de Azcárraga Jean tiene en sus manos la mayor parte de la producción y distribución de contenidos audiovisuales a través de los sistemas cerrados de televisión, bajo una estructura vertical que le permite controlar los procesos en cascada, por lo que un proceso depende del otro.

La conformación de grupo de interés que abarcan más de la mitad de un mercado les permite realizar prácticas monopólicas absolutas que asfixian la competencia, por eso el Ifetel la semana pasada anunció la multa a Televisa y Megacable con poco más de 42 millones de pesos por esas conductas.

Si el Ifetel quiere puede emitir una memorable declaratoria con los elementos que le da la constitución.

 

Más no es lo mismo que pluralidad.

También se espera con expectativa la emisión de las bases de licitación para lo que llaman las dos nuevas cadenas nacionales de televisión abierta, porque supone que en función de los requisitos existe la posibilidad de mayor diversidad en ese medio, es razonable que así pueda ser, pero no necesariamente. La experiencia de haber vendido Imevisión a TV Azteca no trajo mejores y diversos contenidos, todo lo contrario.

Por eso será clave que en las bases de licitación el principal criterio no sea el económico, sino las condiciones para favorecer la diversidad de contenidos.

A propósito de quienes podrían ser los nuevos competidores, en estas últimas semanas hemos visto el reacomodamiento de grupos mediáticos y alianzas un tanto curiosas, como la anunciada entre Reporte Índigo, el grupo español PRISA y el Grupo MAC Multimedia, éste último con vínculos muy cercanos al grupo Atlacomulco, que se refuerza con el nombramiento de Roberto Alcántara, de añeja relación con el príismo,  como nuevo consejero de PRISA.

También entre las nuevas alianzas está del periódico el Financiero, del empresario Manuel Arroyo Rodríguez con TV Bloomgerg que la semana pasada arrancó transmisiones como El Financiero Bloomberg Televisión, como único canal de noticias en línea y por tv restringida de negocios en español. Todo parece indicar que se están creando las escenarios para que ambos compitan por las nuevas cadenas de TV.

Sin embargo, si de verdad queremos fortalecer pluralidad y diversidad, también deben de fortalecerse a los medios públicos, para que sean auténticamente públicos, y a los medios comunitarios que provienen directamente de la sociedad organizada.

 

Must carry- Must Offer.

El 27 de febrero se publicaron los lineamientos del must carry-Offer por parte del Ifetel, que si bien se apegaron a lo que dice la constitución en lo general, en su detalle tomaron una posición de  conciliación de intereses de las televisoras en pugna, como la protección del negocio del fútbol que dominan para su transmisión Televisa y TV Azteca, y entre poco y nada observaron de los derechos de las audiencias.

 

 

 

Aleida Calleja

@callejag