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El “grito” washingtoniano

Por estas fechas todo mundo escucha: ¿Te invitaron a dar el grito?

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Escrito en OPINIÓN el

Desde Washington

Solamente en México podríamos haber llamado “el grito” a nuestra ceremonia de conmemoración de la independencia. Por estas fechas todo mundo escucha: ¿Te invitaron a dar el grito? Y cualquiera de nuestros colegas latinoamericanos podría preguntarse qué es eso y en qué consiste tremendo ritual. De hecho, debo admitir que existe cierta “rivalidad” entre las nacionalidades latinoamericanas en la capital estadunidense y cada quien busca “exaltar” la suya propia.

 

Por ejemplo,  varios países de Centroamérica (Costa Rica, Honduras, etc.) celebran su independencia el 15 de septiembre y me ha parecido escuchar en alguna plática con colegas mexicanos y “ticos” decir: ¡Qué copiones los “ticos” en su fecha de independencia; capaz que su libertador también se llama “Miguel Hidalgo”! y cosas por el estilo. Por supuesto, todo ello se da entre camaradas y nadie se lo toma a mal.

 

En ese orden de ideas, debo decir que la independencia de México y su debida conmemoración y festejo washingtoniano es grandemente esperado por varias personas que habitan la capital estadunidense. Muchos festejos se organizan en torno a ello; vamos por partes: En primer lugar, el festejo oficial lo organizan las dos representaciones diplomáticas de nuestro país en Washington (la Embajada de México en EUA y la Misión Permanente de México ante la Organización de los Estados Americanos).

 

Pocas veces realizan eventos en conjunto, pero la independencia de México es uno de ellos. Para tal efecto, se renta el “Salón de las Américas” del edificio de la sede central de la OEA (ubicado muy cerca de la Casa Blanca y del “National Mall”). Una vez reunidos a todos los convidados, el Embajador Mexicano y el Representante Permanente de México ante la OEA proceden a “dar el grito” tradicional.

 

Arengan a la multitud y todos responden con los tradicionales “vivas”. Una vez concluido el ritual, entonces todo mundo degusta platillos y antojitos mexicanos (o al menos lo que más se le parece a ello) y por supuesto, este es un momento ansiado por todos aquellos que casi no visitan México y que por ende, quieren probar un poco de la gastronomía tradicional.

 

En Washington no existen muchos lugares de comida mexicana auténtica. A decir verdad, todos los que yo conozco, son bastante malos (y caros). Por supuesto que la ceremonia de “El grito” se vuelve entonces un polo de atracción para todos los mexicanos que habitan en la zona metropolitana de Washington. Antiguamente se podía pasar a la ceremonia mostrando solamente el pasaporte mexicano, pero según recuerdo, durante el último año – 2013 – la cantidad de gente que asistió al evento desbordó la capacidad máxima del recinto y hubo que hacer fila en la parte de afuera, esperando entrar al salón, debido a la concentración multitudinaria que ya estaba dentro.

 

Pero no solamente se realiza en Washington la ceremonia oficial del “Grito de Independencia”, sino que también la Sección Consular de la Embajada (el Consulado, vaya) hace la suya propia con la comunidad de mexicanos de los estados de Maryland, Virginia y Virginia Occidental (y DC por supuesto). Y ya siguiendo por esta misma ruta, pues también hay mucha gente que aprovecha la ocasión y se reúne en los antros de moda, en los bares o en los restaurantes y con ello dan muestra que los mexicanos también saben congregarse y aprovechan el festejo patrio para ello.

 

En lo personal creo que la ceremonia de la independencia de México es una de las más grandes e importantes de todo el año, y además es la que reúne y congrega a la mayor cantidad de personas para celebrar. Como ya lo he mencionado antes, todos esperan ansiosos lo que habrá de venir en cada 15 de septiembre por la noche, las botanas y los canapés, y se aprovechan para interactuar entre sí, unos con otros, buscando conocer más de las actividades de las otras personas y ver la manera en que todos pueden beneficiarse de lo que los mexicanos hacemos en el Distrito de Columbia.

 

Pero también es un pretexto para conocerse. Uno jamás se imaginaría que la comunidad de mexicanos en Washington sea tan grande. Hay mucha gente que está haciendo de todo, y por ende, no siempre se coincide o se sabe lo que hacen los demás. Y bueno, si me apuran un poco, quizá las fiestas informales y las reuniones más de amigos (menos oficiales o institucionales) sirven para este último propósito. Y evidentemente con el “Grito” no se pierde la oportunidad de ello. En realidad, debo admitir que las fiestas patrias en Washington han sido mucho mejores y más coloridas de lo que yo hubiera esperado, han servido para congregar y mezclar a los mexicanos de todos los ámbitos y los hacen generar comunidad.

 

Pero como en todo, también debemos decir que esto no sucede todos los días y por tanto, el reto es no dejar las cosas así, hasta que el próximo año se vuelva a congregar la sociedad de mexicanos para el famoso “Grito”. La pregunta es: ¿Cómo le hacemos para pasar del tequila y las botanas a la acción colectiva y comunitaria, de todos con todos? He allí el secreto; aquí estaría el verdadero festejo de independencia.

 

@fedeling