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El futuro de nuestros coches

Las enormes modificaciones que sucederán en las próximas décadas en el sector de los coches afectarán nuestra forma de vivir y trabajar.

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Escrito en OPINIÓN el

Si volteamos a ver a nuestro alrededor, es probable que nos demos cuenta de la enorme importancia que los vehículos automotores tienen en nuestras vidas. Las ciudades han sido diseñadas para que los coches y autobuses circulen a través de amplios espacios; hay miles de lugares de estacionamiento en cada centro comercial; se invierten millones de pesos cada día es repostar combustible; las personas pasan muchas horas cada día en los vehículos que las llevan a la escuela o al trabajo, etcétera.

Pero esa realidad, tal como la conocemos, está a punto de cambiar para siempre.

Son dos al menos los cambios que podremos ver en los años siguientes:

a) Dentro de muy poco tiempo podremos ver circulando por nuestras calles al coche que se conduce solo. La tecnología diseñada por los ingenieros de Google ya ha permitido que sus vehículos sin conductor hayan recorrido casi un millón de kilómetros sin haber tenido ningún accidente.

Este cambio en la forma de transportarnos generará consecuencias de gran magnitud. Por ejemplo, reducirá de manera drástica los accidentes de coche, que según datos de la Organización Mundial de la Salud matan a más de un millón doscientas mil personas cada año alrededor del planeta. No solamente se van a salvar muchas vidas, sino que nos ahorraremos miles de millones de dólares que hoy se gastan en atender a los heridos por accidentes de tráfico.

El coche sin conductor permitirá rebajar sustancialmente las primas de seguros, con la correspondiente afectación a las empresas de esa rama de la economía.

También permitirá que los adultos mayores sigan transportándose en sus propios vehículos, de modo que ganarán en autonomía personal, en seguridad para ellos y para los demás, y en calidad de vida. Lo mismo pasará para las personas con discapacidad.

Para los jóvenes también traerá muchas ventajas el coche sin conductor, ya que no sufrirán la etapa de “aprendizaje” al volante, ni tendrán que cumplir con los complicados exámenes para demostrar su capacidad de manejo al momento de solicitar un permiso oficial para conducir (me refiero a países distintos a México, pues ya sabemos que en nuestro país basta con pagar para poder obtener una licencia de manejo).

b) El segundo cambio drástico que veremos dentro de muy poco tiempo tiene que ver con la fuente de energía que permite mover a los coches. Las grandes marcas de coches como Toyota, General Motors o Volkswagen están invirtiendo entre 8 mil y 10 mil millones de dólares cada año en el desarrollo de motores que consuman menos gasolina y en el diseño de coches que sean más resistentes y ligeros, lo que permitirá ahorrar combustible. Para el año 2050 se estima que se venderán casi 150 millones de coches eléctricos en el mundo y otros 100 millones de coches híbridos, con todas las ventajas que eso puede traer en términos medioambientales.

La menor dependencia de los combustibles fósiles no solamente impactará en el medio ambiente, sino que traerá consigo profundas consecuencias geopolíticas. Los países que hayan desarrollado energías renovables o que sean productores de gas tendrán ventaja sobre aquellos que solamente tengan petróleo.

Marcas como Fiat están experimentando con vehículos alimentados por gas que permiten, por ejemplo, recorrer 700 kilómetros con un costo de combustible de 22 euros, cuando esa misma distancia en una noche alimentado por gasolina cuesta 65 euros. Si esa tecnología se desarrolla y expande, los cambios se van a sentir también en la billetera de todos los conductores.

Las enormes modificaciones que sucederán en las próximas décadas en el sector de los coches afectarán nuestra forma de vivir y trabajar, transformarán nuestras ciudades, nos darán más tiempo libre y nos permitirán viajar más seguros cuando salgamos de vacaciones por carretera. Con un poco de suerte veremos una disminución también en el pesado tráfico de nuestras ciudades, ya que el coche sin conductor nunca se distrae y por tanto arranca tan pronto como un semáforo o el coche de enfrente lo permiten.

Para lograr tan importante cambio necesitamos hacer las reformas legales indispensables, desarrollar la tecnología que haga asequibles los coches sin conductor (actualmente el equipo tecnológico cuesta casi 60 mil dólares, a lo que hay que sumar el costo normal de la carrocería, motor, equipamiento, etcétera) e invertir en nuevos combustibles. Si lo hacemos, nos espera un futuro bastante promisorio.

 

@MiguelCarbonell