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El despido de Videgaray

Y es que si bien era “el hombre fuerte del gabinete”.

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Escrito en OPINIÓN el

El cambio en la Secretaría de Hacienda y la salida de Luis Videgaray del primer círculo del presidente Peña Nieto debe ser entendida como eso, como un despido.

 

Y es que si bien Videgaray era “el hombre fuerte del gabinete” –o si se quiere el José Córdova del salinato-, lo cierto es que el costo que había pagado el presidente Peña Nieto por la visita de Donald Trump requería de una respuesta contundente; un despido como el de Videgaray.

 

Y no es novedad que la sugerencia de invitar a Donald Trump a la entrevista con el presidente Peña salió de Luis Videgaray. No es nuevo que el hoy ex secretario de Hacienda, era el más influyente en el gabinete presidencial. Lo sorprendente, es que, al final de cuentas Peña Nieto tomó la decisión de despedirlo.

 

Y en estricta lógica política, el tamaño de la culpa es proporcional al tamaño de la decisión.

 

Por lo pronto vale señalar que, contra lo que muchos suponen, las posibilidades de que Videgaray se convierta en aspirante del PRI al gobierno mexiquense son prácticamente nulas. ¿Por qué?

 

Porque una potencial candidatura del ex secretario de Hacienda significaría un suicidio en el Estado de México.

 

Sin embargo, lo curioso –del despido de Videgaray-, es que su lugar lo ocupa uno de sus leales; José Antonio Meade, a quién muchos colocan como un potencial precandidato presidencial por el PRI.

 

Lo cierto es que, si bien Meade es un competente secretario de Estado –ocupa su quinta secretaría-, también es cierto que sería un muy mal candidato.

 

Y si el PRI aspira a una victoria para el 2018 requiere como aspirante presidencial a una figura política carismática, que comunique con la gente, más que a un eficiente secretario de Estado.

 

Al tiempo.

 

@RicardoAlemanMx 

@OpinionLSR