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Edomex: Las caras de la oposición

Por Roberto Rock L.

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Escrito en OPINIÓN el

El último corte de encuestas sobre el estado de México, la entidad clave en el proceso electoral del próximo domingo, permite entre otras, la lectura de cómo se desempeñaron los partidos de oposición frente al oficialismo representado por la coalición que comandó el PRI con Partido Verde, Nueva Alianza y el Partido Encuentro Social como compañeros de viaje.

Cuando las contiendas virtualmente están cerradas –todo mundo echó su resto ayer-, los estudios de opinión disponibles, a los que se sumarán algunos en el arranque de la semana, revelan un persistente empate a la cabeza entre Alfredo del Mazo, del Institucional, y Delfina Gómez, de Morena, quien parece acumular ventajas marginales, según la encuesta que se revise.

Pero si usted mira la evolución de estos análisis descubrirá también una interesante pugna por el tercer lugar de la batalla, entre Josefina Vázquez Mota, del PAN, y Juan Zepeda, del Partido de la Revolución Democrática. De ese resultado y de cómo lo haya logrado cada quien dependerá en buena medida cuál de esas agrupaciones partidistas acudirá a los comicios presidenciales del 2018 como mero espectador o, peor, como palero del que resulte el mejor postor. Y todo indica que ese será el PRD. 

Tras un arranque lento y flojo –que ha marcado sus dos incursiones en contiendas electorales-, a Vázquez Mota le costó meses sacudirse al menos parcialmente varios de los fardos que arrastró en todo el proceso. Entre ellos, la imagen de ser comparsa de Del Mazo Maza; los dineros recibidos para su agrupación en pro de los migrantes; la atribuida complicidad del dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya,  con la administración Peña Nieto. También, la mala calidad de su equipo, lo que incluyó la injerencia de su hija María José Ocampo.  Los presuntos nexos de integrantes de su familia con lavado de dinero…

En la parte media del proceso, lo que incluyó el primer debate, Josefina semejaba el personaje mitológico condenado por toda la eternidad a cargar una enorme piedra hacia una cima que nunca alcanzará. Así de dramática se veía su debilidad. Juan Zepeda,  abanderado del PRD con buena presencia y mente ágil, se colocó en un tercer puesto y con potencial de dar mayores sorpresas, pese al desprestigio que tiene impresa su trayectoria y la de su facción partidista, ADN, diestros ambos en la componenda con el gobierno estatal.

De pronto, algo cambió. En el segundo debate Vázquez Mota lució determinada a una ruptura -no absoluta, pero real- con el segmento del oficialismo priísta-panista que la trepó en esta aventura. Su discurso contra Alfredo del Mazo dio en el blanco desde entonces y profundizó su crítica; cesó a su principal asesor de campaña –Mauricio de Vengoechea-,  y arrancó a la PGR una declaración de que no hay indagatoria alguna sobre su familia.

Por su parte, Zepeda se ha ido desfondando porque su carisma no pudo compensar  las evidencias de que ni él ni su grupo quieren realmente que pierda el PRI, sino elevar la cuota de prebendas que el oficialismo les otorga.

La declinación de Óscar Yáñez, aspirante del Partido del Trabajo, a favor de la señora Gómez acabó de desnudar a Zepeda y de aislar al PRD, que en el país conduce Alejandra Barrales. Desde esa incomodísima posición –con decreciente base electoral y opaca imagen- acudirá hacia el 2018.

No existe ya encuesta pública alguna que no revele que la señora Vázquez Mota se halla ya en el tercer lugar, desplazando al cuarto a Zepeda. Ambos permanecerán ahí, salvo sorpresas de último momento.

Es de esperarse que el PT se sienta tentado a seguir caminando cerca de Morena y su dirigente Andrés Manuel López Obrador. Que el Partido Verde se siga difuminando como un aliado útil. Que Nueva Alianza viva una nueva crisis interna, y que Encuentro Social confirme que su existencia no tuvo otros sentido que ser un partido satélite del PRI.

En los días finales de esta semana quedará evidenciado que la abrumadora mayoría de los electores sigue votando para ganar, no para perder. Eso se llama voto útil. Unos le darán por ello su sufragio a Delfina Gómez, otros a Del Mazo, y otros más al que más pague por él, que en este caso sin duda será la coalición conducida por el PRI. El resultado será siendo un enigma hasta la noche del domingo, y quizá incluso más adelante, cuando los tribunales electorales resuelvan las impugnaciones, que desde ahora se anticipan amplias y sólidas.

robertorock@hotmail.com