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Dictador engañabobos

Fidel Castro, su hermano Raúl, y muchas generaciones de supuestos “revolucionarios” encarnaron una de las más crueles dictaduras de la historia.

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Escrito en OPINIÓN el

Por increíble que parezca, cuando nos aproximamos a los primeros veinte años del siglo XXI, muchos mexicanos siguen creyendo las mentiras y supuestas bondades de la “Revolución Cubana”

 

Pero no, el tema no es poner en duda el carácter heroico de los “barbudos” que en 1959, del siglo pasado, echaron del poder al dictador Fulgencio Batista.

 

No, tampoco se escatima merecimiento a la derrota armada en Cuba, que encabezó Fidel Castro entre muchos otros.

 

La crítica no es a esos momentos de la historia.

 

Lo que se cuestiona es lo que vino el día después, el año después, la década y el siglo después.

 

Y lo que siguió fue un régimen autoritario nada democrático, en manos de un tirano que no respetó los básicos democráticos y, sobre todo los derechos humanos fundamentales.

 

Como todos saben, en Cuba no hay libertad de expresión, tampoco libertad de prensa, libertad de asociación, libertad de comercio, libertad para transitar; no hay libre comercio, no hay libertad religiosa, no hay libertad para salir y volver al país, no hay libertades.

 

Y a pesar de que los aplaudidores de la Revolución Cubana y los que prenden incienso a Fidel Casto saben que en Cuba se vive una de las más brutales dictaduras, se niegan a reconocer que la Revolución Cubana fracasó y que el sueño de los “barbudos” que en 1959 echaron al dictador, terminó en una pesadilla.

 

¿Por qué razón siguen creyendo el engaño, la patraña, y la farsa de Castro, no pocos de los viejos comunistas mexicanos, de los maduros intelectuales, los periodistas y hasta uno que otro trasnochado delirante en sotana, quienes se niegan a ver la realidad aterradora del fracaso de la Revolución Cubana?

 

La respuesta se llama cinismo y doble moral; desvergüenza, en una palabra.

 

Y es que resulta inconcebible que, a pesar de ese fracaso y de las evidencias contundentes, todavía en México haya quien elogia a Fidel Castro por lo que llaman “su obra”.

 

La historia no perdona y el tiempo siempre pone a cada quien en su sitio.

Fidel Castro, su hermano Raúl, y muchas generaciones de supuestos “revolucionarios” encarnaron una de las más crueles dictaduras de la historia moderna.

 

Por ello no pueden ser señalados más que como dictadores; sátrapas que arruinaron la vida de millones de cubanos durante más de medio siglo.

 

La cubana no fue más que una revolución engañabobos

 

Al tiempo.

 

@RicardoAlemanMx 

@OpinionLSR