Michael Klering, de Nicholasville, Kentucky, llegó hasta el hospital para que le diagnosticaran bronquitis aguda, causada por inhalación de humo de celular.
Él es uno de los tres sujetos que reemplazaron hace unos días su Galaxy Note 7 y que vieron cómo se incendió sin siquiera conectarlo. Era una pieza nueva que sustituía un teléfono que podía explotar en sus manos y que, al final del día, también se quemó.
The Verge informó este fin de semana que Michael se despertó a las cuatro de la mañana porque su cuarto estaba lleno de humo y su celular en llamas.
El portal agregó que este es el tercer teléfono de reemplazo que se prende, al menos en Estados Unidos. Otro se incendió en un avión de Southwest, en Kentucky, y otro en las manos de una niña de 13 años. Eso, sin contar con los casos que seguramente no han sido reportados y que Samsung no ha dejado salir a la luz.
Cambiaron su teléfono porque el viejo podría incendiarse solo, y de pronto, también el nuevo se prende. Eso significa la crisis.
Luego de estos reportes, Sprint y Best Buy dejaron de vender este teléfono defectuoso de la empresa coreana. A través de un comunicado, la telefónica dijo que cambiará los dispositivos Galaxy Note 7 por cualquier otro equipo, lo mismo la tienda de electrodomésticos. Prefieren dejar de vender este producto o cambiarlo por el mismo supuestamente arreglado, que arriesgarse a sufrir daños o demandas ante algún accidente.
En México, esta empresa ha tratado de callar a los medios afines, es decir, aquellos que reciben millones de pesos de publicidad y equipos. Con llamadas intimidatorias a los departamentos comerciales, amenazando con cortar las pautas publicitarias sin alzar la voz, piden por favor cambiar cabezas o textos o de preferencia, que no se hable del tema. Es por ello que vemos una cobertura amplia de este tema en medios independientes de otras partes del mundo, mientras que aquí nada pasa. Al menos en los diarios y revistas tocadas por la mano de la coreana desconocen la crisis de los teléfonos que "explotan" solos.
Luego de estos problemas, la coreana informó que dejará de producir el Galaxy Note 7, pues ante las quejas y los accidentes también empresas como T-Mobile, AT&T y Verizon, le cerraron las puertas de comercialización.
Y otra vez, en México, no pasa nada.
Ojalá pase algo antes de que alguien amanezca con su cuarto lleno de humo y con su Galaxy Note 7 en llamas. O de que algún menor se queme las manos por jugar con fuego.