Main logo

Congelamiento

Pareciera poco creíble que los congresistas republicanos prefieran sacrificar la seguridad interna, con tal de frenar la orden ejecutiva de Obama.

Por
Escrito en OPINIÓN el

En Washington, actualmente, las temperaturas han bajado drásticamente, llegando a los negativos, con sensaciones térmicas de hasta 32 grados centígrados bajo cero. Algo así como -26 grados Fahrenheit. Las tormentas de nieve no se han hecho esperar y se ha declarado emergencia en la ciudad. Pero ¿por qué razón traigo esto a colación?

 

Precisamente porque parece que la temperatura física de la ciudad en este crudo invierno parece reflejarse en la manera de hacer política en la capital de los Estados Unidos. Me refiero a la orden ejecutiva del presidente Obama que fue frenada de manera intempestiva por un juez federal en Texas, por la que se permitiría regularizar a una gran cantidad de personas cuya situación migratoria no estaba al corriente. Dicha orden ejecutiva causó una gran polémica y me parece que la suspensión otorgada por el juez federal tiene más que ver con una negociación política entre los demócratas y los republicanos que otra cosa.

 

Lo digo precisamente porque en estos días estaba a punto de terminarse el financiamiento al Departamento de “Homeland Security” del cual depende en última instancia el servicio de migración y ciudadanía de los Estados Unidos. Como ya lo hemos comentado en ocasiones anteriores, los presupuestos en el vecino país del norte son sumamente complejos de ser aprobados por el Congreso y tradicionalmente lo que se hace es que se aprueban “resoluciones de continuidad” que permiten que las dependencias federales sigan teniendo recursos para operar, pero solamente por periodos determinados y por fechas precisas.

 

Y esto fue lo que sucedió con “Homeland Security” para el cual, los recursos federales dejarían de fluir en breve. Ante esa situación, el presidente Obama culpó amargamente a los republicanos en el Congreso de cortar el financiamiento federal a la dependencia, y dijo que precisamente era una medida irresponsable, porque por culpa del tema de migración, se estaría dejando sin fondos a la institución encargada de velar por la seguridad de los Estados Unidos, justamente en medio de una guerra contra los terroristas y otros grupos radicales a los cuales el presidente Obama ha declarado la guerra.

 

Pareciera –efectivamente– poco creíble que los congresistas republicanos prefieran sacrificar la seguridad interna de su propio país, con tal de frenar la orden ejecutiva de Obama por otros medios (el desfondamiento, en última instancia). Sin embargo, para evitar que una catástrofe de mayor magnitud sugiera y aconteciera frente a las posturas radicales de ambos grupos, mi opinión es que se llegó a una negociación interna y por tal razón, el juez federal concedió la suspensión a la medida ejecutiva anunciada hace poco por el presidente Obama.

 

De esta manera, la culpa y la responsabilidad no cae en ningún grupo parlamentario ni en ningún partido, sino en el Poder Judicial. Los republicanos dirán que la orden se frenó por las demandas interpuestas por los 26 estados afines, y lo demócratas dirán que la medida evitó que el Departamento de “Homeland Security” se quedase sin fondos, dejando desprotegidos a los ciudadanos en medio de una guerra contra el terrorismo; y alegará que el presidente privilegió la salida eficiente de un posible conflicto, siempre para garantizar el bienestar de sus ciudadanos. Es decir, una salida negociada, que no tiene costos demasiado altos para ninguno de los dos.

 

Pero en el fondo, me parece una forma un tanto fría de hacer política. Una forma que piensa en intereses de partido, y que a veces olvida aquello que puede beneficiar a las personas. No lo digo en tono de crítica negativa, sino desde un sentido del pragmatismo político que suele privilegiar en dichos ámbitos, y que tampoco es privativo de los Estados Unidos, puesto que ello sucede en todos los países y gobiernos, en todos los parlamentos del mundo democrático (y a veces también en los autoritarios). Hay que entender la política para poder encontrar soluciones reales y concretas a problemas también específicos. Y vale más la pena que se aborden desde esa óptica para tener soluciones eficientes.

 

Parece entonces que el frío y lo gélido de este invierno ha reflejado un poco la política del mundo de hoy, y por ende, habrá que esperar que se avecinen mejores tiempos, en donde la temperatura vuelva a subir un poco y las políticas comiencen a moldearse más de esa forma – metafóricamente hablando, por supuesto.

 

@fedeling