La Sedena y la Secretaría de Hacienda siguen haciendo malabares para mantener a flote una dinámica financiera que siga posibilitando la modernización del Ejército y Fuerza Aérea y que al mismo tiempo se ajuste a los lineamientos de austeridad forzada ante la crisis económica que sigue estremeciendo al mundo.
Además, ambas secretarias intentan mantener canales abiertos para no detener las estrategias de ayuda presupuestal, dirigida a apoyar a núcleos específicos de la institución cuya misión es combatir al crimen organizado.
Una parte de esos núcleos está en las fuerzas especiales y sus mandos, que reciben en promedio 150 millones de pesos anuales como Compensación para Actividades Especiales en Campo traducidas en operaciones de alto impacto para localizar y detener o eliminar (si la situación no permite otra salida) a capos, sicarios, operadores o gente de apoyo a organizaciones criminales.
La Defensa Nacional pidió la ampliación de su presupuesto para cubrir esta urgencia debido a la constante amenaza de la deserción, sobre todo entre militares que han enfrentado al crimen organizado de manera constante y que están expuestos a toda clase de peligros.
La compensación obtenida por la Sedena se aplica a sus Cuerpos Especiales: Policía Militar, Fuerzas Especiales, Guardias Presidenciales y Fusileros Paracadistas.
El problema con este tipo de mecanismos diseñados para subsanar olidos, reponer esfuerzos y evitar fugas, es que ante la magnitud de la misión y la tentación permanente de la acción corruptora del narco, cualquier cifra parece quedarse corta, sobre todo si se trata de mantener y retener al personal sustantivo, al soldado.
Las compensaciones ordenadas por la Sedena para apoyar y reconocer el trabajo de su personal van en la siguiente escala incorporada como cuota mensual: cinco mil pesos para Generales; cuatro mil pesos para Jefes; tres mil pesos para Oficiales y dos mil pesos para personal de Tropa.
En este universo, la Sedena reporta 38 apoyos económicos a igual número de familiares de militares que murieron en combate al narco y otros 10 apoyos a personal del Ejército con lesiones incapacitantes sufridas en acciones de alto riesgo.
La Defensa Nacional cerrará este año aplicando 150 millones de pesos para los mismos fines, pero para el 2016 la compensación no está aún garantizada, a pesar de que Hacienda ha etiquetado un promedio de 700 millones de pesos en esta administración para atender el incremento en los sueldos de su personal.
El detalle radica en el destino de cierta parte de los recursos asignados en la Sedena, ya que a partir de este año los generales, jefes y oficiales reciben un aumento de 100 a 365 pesos al mes en sus despensas. La tropa no.
CENTINELA.-
Hablando de Cuerpos Especiales, el de Guardias Presidenciales se lleva las palmas. Concentra, por orden del mando supremo, a los más importante de los tiradores selectos (francotiradores) que existen en el Ejército, Fuerza Aérea, Marina y Policía Federal.
Sus habilidades quedaron patentes durante el Primer Concurso de Francotiradores Estado Mayor Presidencial 2015, que se llevaron dos capitanes y un teniente de esa corporación.
Por equipos (participaron 4 de Sedena, 4 de Marina, 3 de la Policía Federal y 4 de Estado Mayor Presidencial), el EMP obtuvo también el primer lugar, superando a la Policía Federal y a la Marina, en ese orden.
Así se las gastan los hombres que cuidan al presidente.