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¿Cárcel a Arturo Escobar o renuncia del fiscal?

Una cosa es la historia sucia del Partido Verde y otra la aplicación de la justicia.

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Escrito en OPINIÓN el

Mucho se ha dicho sobre las trampas del Partido Verde.

 

Mucho se ha documentado sobre los vividores de esa empresa familiar y, recientemente mucho se ha escrito sobre los presuntos y/o reales delitos electorales de algunos de sus líderes, como Arturo Escobar.

 

Sin embargo, tienen razón quienes aseguran que en tanto no existan pruebas y mientras que un juez no determine responsabilidad, nadie puede acusar de criminal, delincuente o violentador de la ley al señor Arturo Escobar, dirigente del Partido Verde.

 

Por lo pronto -y a partir de la premisa anterior-, también es cierto que todo el Partido Verde, en general y Arturo Escobar, en particular, son víctimas de un linchamiento mediático y en redes sociales; linchamiento enderezado por grupos que buscan debilitar al principal aliado del PRI en los previos a la madre de todas las batallas a nivel estatal; las elecciones de 2016 y 2017 que significarán la renovación de medio país.

 

Y no, ni nos interesa ni deseamos la defensa de lo indefendible. Es decir, que el partido verde y todos o casi todos sus dirigentes son indefendibles. Aquí los hemos cuestionado con severidad, desde el nacimiento mismo del PVEM; organización política que nació con el sello de paraestatal y que luego se convirtió en empresa familiar.

 

Pero una cosa es la historia sucia del Partido Verde y otra, muy distinta, es la rigurosa aplicación de la justicia.

 

Podrán decir misa, pero hasta hoy no existe una sola prueba contundente y tampoco un resolutivo judicial que pruebe los supuestos delitos cometidos por Arturo Escobar.

 

Eso sí, abundan las pruebas y las sanciones millonarias al partido Verde, por violaciones a la reglamentación electoral en los previos a la elección de junio pasado.

 

Por eso resulta saludable -por donde se vea-, que la otrora inexistente Fepade hoy se haya convertido en noticia porque por primera vez hace su trabajo. Es decir, porque coloca a Arturo Escobar en calidad de presunto responsable de violentar las leyes electorales en el proceso de junio pasado.

 

Sin embargo, hasta hoy el resolutivo de la Fepade no es más que una presunción. Falta que un juez valore las evidencias y obsequie la respectiva orden de aprehensión.

 

Pero aquí viene lo interesante. Según distintos especialistas son muchas las posibilidades de que un juez rechace -por improcedentes e insuficientes- las evidencias que inculparían a Arturo Escobar.

 

Por eso en el terreno de la especulación, la pregunta obliga ¿qué va a pasar si un juez rechaza las imputaciones y las pruebas de la Fepade?

 

Frente a esa posibilidad se abre un nuevo escenario.

 

Es decir, que existe la posibilidad de que el fiscal de la Fepade Santiago Nieto, haya abusado de su posición y haya retorcido la ley con fines políticos.

 

Y no sería una novedad que detrás de la persecución de Arturo Escobar exista “mano negra” de distintos grupos interesados.

 

Está probado que el fiscal de la Fepade, Santiago Nieto, incurrió en una irregularidad igual de reprochable que la supuesta falta por la que se persigue a Arturo Escobar.

 

Dicho de otro modo, que es posible que el fiscal Santiago Nieto, haya incurrido en una severa falta que, de confirmarse, ameritaría su remoción.

 

Y es que si bien se debe aplaudir que la Fepade haga su trabajo –en el caso que sea un trabajo serio-, también se debe castigar con todo el rigor de la ley si es que la propia Fepade y su fiscal Santiago Nieto incurrieron en el uso y abuso político de la fiscalía.

 

Al tiempo.