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Cada vez más indignante y más impune

La historia de Duarte es el ápex de la corrupción priísta.

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Escrito en OPINIÓN el

Veracruz es sin un hito de lo que quiere decir el nuevo PRI y la corrupción. El gobierno de Javier Duarte no dejó de sorprendernos durante toda su gestión en donde vimos con claridad la corrupción en la construcción de infraestructura deportiva y en el traslado de dinero en efectivo para la campaña de Peña Nieto, pero no cabe duda de que esas cosas sólo eran la punta de un iceberg que pasa de la corrupción a la total falta de sensibilidad social y a la locura del exgobernador y su esposa.

 

En este espacio he documentado muchas de las corruptelas de Javier Duarte durante años, pero lo que ha salido desde que perdió la elección ya no habla de un político corrupto; hablan de una persona totalmente fuera de la realidad, a quién no le importó nada con tal de seguir robando. Algunos de los casos:

 

  • La corrupción en los contratos adjudicados por Duarte es absoluta; secretarías que otorgaron contratos de adjudicación directa, la SEP, Sedesol, Protección Civil y Finanzas son ejemplo de ello.

 

  • El caso de las quimioterapias falsas indignó a todo México. En este caso es difícil decir que el único responsable es Duarte, pero no cabe que duda que un gobernador que da la orden de “saquen dinero de donde puedan” a su equipo sólo necesita de un par de personas sin criterio para pensar que dentro de esas posibilidades estaba comprar medicamentos falsos.

 

  • La desaparición de periodistas opositores a Duarte durante todo su sexenio… esto no sólo es el hecho doloroso, la consecuencia fue que en Veracruz se acabó la libertad de expresión y se regresó a las épocas del autoritarismo y la opacidad.

 

  • Cuando Fidel Herrera, hace unos meses y a consecuencia del escándalo de las quimioterapias sustituidas por agua destilada, salió de España y se demarcó de duarte ya era notorio que ni el PRI quería responder por él.

 

  • Para terminar, y sin restar el cúmulo de escándalos documentados en los últimos 7 años, los diarios de la esposa que se encontraron esta semana no sólo dejan ver a una persona completamente desequilibrada, hablan también de reconocer que lo tenía lo merecía… ojalá y también haga planas de “merezco estar en la cárcel lo que me queda de vida”.

 

La historia de Duarte es el ápex de la corrupción priísta y es tan emblemática porque ensucia todo: a los presidentes del PRI que lo solaparon y usaron para obtener recursos, a la campaña de Peña Nieto que recibió portafolios de dinero de Veracruz (talvez esta es la razón que dificulta que lo encuentren), al Secretario de Gobernación Osorio Chong que lo recibió en una reunión en la que se esperaba su sustitución, pero no, acabó en un espaldarazo del gobierno federal a Duarte.

 

Lo más complicado de esta historia es que es obscena hasta para los estándares priístas y a juzgar por la cantidad de personajes del gobierno federal (empezando por Peña Nieto) que están involucrados, creo que es más probable que lo encuentren muerto a que se haga justicia porque se puede llevar a tantos con él y es tan frágil el gobierno federal que no les puede convenir, en ningún momento que Duarte aparezca.