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Business are negocios

Por Abraham Isaac Vergara Contreras*

Por
Escrito en OPINIÓN el

Se critica mucho a Trump, no se puede negar que tiene actitudes que no están a la altura de la investidura presidencial de una de las economías más importantes a nivel mundial.

 

Cierto es que encabeza una nueva corriente que a paso veloz sustituye al neoliberalismo, aún no toma posesión y sus primeras decisiones están conforme a lo que prometió en campaña y sin firmarlas, el valor de sus ideales se imponen; este camino llamado neonacionalismo que tal vez se vio luz con el  Brexit, su continuidad y confirmación con Trump y su consolidación posiblemente será con Le Pen y el Frexit, en el horizonte se vislumbra una nueva era de proteccionismo de los mercados comerciales.

 

La inmovilidad del gobierno mexicano tiene un pequeño indicio de acción, difícil suponer que con la llegada del inexperto Videragay a la Secretaria de Relaciones Exteriores exista un plan de fondo que ayude a la economía y sociedad mexicana a enfrentar las acciones del cada vez más cercano ungido Trump, meses valiosos han pasado desde la no creencia de su postulación hasta la incredulidad de su elección que está administración y la actual clase política no terminan de pasar de un estado catatónico a un estadio de movimiento en favor de las inversiones, intercambios comerciales y generación de empleos que den una luz para salir del letargo en que nos encontramos hundidos.

 

La empresa estadounidense automotriz Ford ha decidido apoyar directamente y sin dudar las postulaciones y peticiones de Trump haciendo que lo bueno cuente y se cuente, dejando de construir una nueva planta en San Luis Potosí retirando una inversión de mil 600 millones de dólares que generarían al menos 2,800 empleos directos, a cambio de eso el dulce para México es la creación de 200 empleos nuevos en la planta de Hermosillo.

 

No se puede crucificar a Ford en su decisión, aunque el costo de la mano de obra es 5.6 veces mayor en Estados Unidos que en México, los incentivos que obtendrá del gobierno de Trump seguramente compensarán esta diferencia en sus costos, al final del día una empresa norteamericana está apoyando a los suyos y a la evolución de su economía.

 

La inversión en México en infraestructura ligada a esta planta de Ford se verá por el momento paralizada, los planes que contemplaban la construcción ferroviaria, de suministro de energía eléctrica, de pozos de agua, de oficinas temporales y beneficios en temas de capacitación a los empleados quedarán en un oasis y en espera de algún movimiento importante de negociación con alguna armadora que tenga un origen distinto y que se enfrente a las amenazas tributarias de la próxima administración estadounidense, como pudiera ser Toyota, y aproveche los beneficios fiscales que las autoridades mexicanas le otorgaba a Ford concentradas en la donación de 280 hectáreas, exención por 10 años del 100% del impuesto  sobre nómina y el no pago del predial.

 

La decisión de Ford puede generar una cascada en las decisiones de inversión de empresas de Estados Unidos en nuestro país, recordemos que a finales del año pasado Carrier tomó la decisión de no continuar su proyecto en Monterrey; GM puede seguir el ejemplo y decidir realizar sus inversiones en su país en lugar del nuestro.

 

Ford afectó no solamente a la generación de empleos directos, sino también a todas las PyMEs que se podían subir a la cadena de producción de la armadora y a las empresas de generación de servicios en la región donde se establecería, por lo que está "desinversión" es dolorosa para la economía de San Luis Potosí en particular y del país en general.

 

Es lógico que uno de los subsectores que de inmediato recibieron el impacto de la noticia fue el de autopartes el Grupo Industrial Saltillo, Nemak y Rassini vieron caer el precio de sus emisiones en la Bolsa Mexicana de Valores.

 

En situaciones de crisis siempre surgen oportunidades y México deberá seguir buscando inversión extranjera directa, sin embargo, para conseguirla deberá mejorar su imagen en temas de transparencia, corrupción y en estos momentos recuperar el estado de derecho; estos tres factores son los que mayor desconfianza generan a los inversionistas y los hacen dudar para realizar sus inversiones en nuestro país, esperemos también que nuestras autoridades tengan la capacidad de negociar sin necesidad de arrastrarse y se lleguen a posiciones de ganar-ganar.

 

Es momento de tomar en serio las políticas de Trump y dejar el sueño mexicano de que no hará nada, con esto está demostrado que su palabra la cumplirá en beneficio de su país, no es lo mismo "atacar" a México que a economías más desarrolladas en el continente asiático, hasta el momento con la posibilidad de equivocarme no he leído que amenace con impuestos a Apple o Microsoft que producen gran parte de sus productos en aquella región y seguramente también Estados Unidos se ve afectado por no contar con esas plazas de trabajo en su país. Trump sabe contra quien dirigir los ataques por lo que nuestras autoridades deben despertar y actuar en beneficio de los mexicanos.

 

Al final business are negocios y los vecinos del norte lo tienen muy claro ¿y nosotros?

 

 

@Aivc2

@OpinionLSR

 

 

 

 

*Abraham Isaac Vergara Contreras

Coordinador de la Licenciatura en Contaduría y Gestión Empresarial de la IBERO. Fue Coordinador de la Incubadora de Negocios de la IBERO. Administrador con especialidad en Finanzas por el ITAM, Maestro en Finanzas por el Tec de Monterrey y Maestro en Banca y Finanzas por la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona, España. Actualmente estudiante del Doctorado en Finanzas en el SMC, Suiza. Especialista en temas de administración, negocios, emprendimiento y finanzas. Asesor y Consultor Internacional de empresas y banca. Contacto: abraham.vergara@ibero.mx.