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Avengers: El renacimiento

La pantalla grande del cine ha tenido una gran cosecha de títulos de súper héroes en los últimos 25 años.

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Escrito en OPINIÓN el

El mundo del cómic es muy particular y exigente. Mucho ha cambiado desde aquellas primeras aventuras publicadas en la prensa que tenían como temática las aventuras de niños traviesos como Yellow Kid. Todo inició cuando el público y los creadores se fueron decantando poco a poco por cómics de vaqueros, detectives, vigilantes y finalmente personajes sobrenaturales  y superhéroes meta humanos. Personajes como The Phantom, Tarzán y The Shadow fueron dando paso en el gusto de los lectores a Superman, Batman, Iron man, X-Men, Justice League y muchos otros que dominan el imaginario actual de este medio.

 

 

De forma paralela las editoriales de cómics fueron creciendo y se transformaron en una industria (mercantil y cultural) de propio derecho.

 

Tanto crecieron que se fueron expandiendo desde sus humildes orígenes en las páginas de los diarios a blanco y negro que hoy en día los encontramos en todos y cada uno de los canales y estilos de comunicación de nuestra tecnologizada sociedad. Flash, Daredevil y Arrow son sensación en TV de paga, cómics digitales de casi cualquier título pueden ser encontrados en la red, caricaturas como Young Justice, Wolverine and the X-Men o Teen Titans pasan en la televisión abierta de paga o satelital, series de radio (en México tenemos al asombroso Kalimán) y por supuesto, la pantalla grande del cine ha tenido una gran cosecha de títulos de súper héroes en los últimos 25 años. Un boom.

 

Tanto crecimiento ha sido acompañado, de forma frecuente, por crisis de los personajes o de los llamados “universos” en los que habitan. Esto como resultado de las diversas versiones que se tiene de cada personaje o equipo en cada medio. Y aún en los mismos cómics impresos que fueron base y origen de todo esto, debe reiniciarse la historia por medio de eventos o crisis que permiten el desarrollo de las líneas argumentales y de las características de los personajes mismos, incluso de la conformación de los mundos que habitan.

 

Precisamente este punto, el de la crisis que puede arruinar o renovar en el mundo cinematográfico actual, fue el tema de algunas de mis columnas pasadas. Después de ver Guardians of the Galaxy (Gunn, 2014) lo dije de forma clara: Si Marvel Studios no se ponía las pilas estaríamos presenciando el principio del fin del universo cinematográfico de súper héroes más importante del siglo XXI.

 

Y mis reclamos tuvieron una excelente respuesta. Avengers: Age of Ultron me dejó con un excelente sabor de boca y me parece que es el relanzamiento que el universo Marvel de la pantalla de plata necesitaba.

 

 

No solamente vemos un equipo más integrado a niveles personales y de funcionamiento en el terreno y excelentes efectos visuales y de sonido en cada una de las excelentes secuencias de acción. También podemos contemplar como cada una de las personalidades de los Vengadores lidia con sus demonios internos al punto de generar luchas, desconfianza y fricciones entre ellos (no sería una buena película basada en los comics si Iron Man no fuera desconfiado y creara armas para detener a un aliado potencialmente peligroso o si no hubiera peleas al interior del bando de los buenos).

 

No quiero abundar mucho más en la trama de la película pues desde siempre he odiado los spoilers, sólo recomiendo que aquellos que no se sientan capaces de soportar 140 minutos de peleas, CGI y un mundo blanco y negro de buenos y malos mejor se abstengan de ir. En otras palabras todos aquellos que creen, como el laureado Iñárritu, que estas películas son un genocidio cultural y sólo muestran un mundo donde los buenos son tan malos como los malos por imponer sus ideales no la van a disfrutar, ahórrenselo ustedes y ahórrenselo a los que sí las disfrutamos como niños. Sólo faltaría que  también declaremos genocidio cultural los cuentos de hadas, los mundos de caballeros y dragones o los deportes de competencia por maniqueos.

 

Para finalizar, Avengers: Age of Ultron puede constituirse como la reivindicación y renovación del universo Marvel de la pantalla de plata pero, como el cómic, la complejidad creciente de su universo particular demanda más y más esfuerzo por parte de ejecutivos, creadores y audiencia.

 

Ojalá se logre.

 

PD. Spade es la mejor voz de villano que existe en la actualidad junto con Jeremy Irons, ¡que buen Ultron!

 

 

Final Cut / QEPD India María

 

 

La verdad es que no puedo abstenerme. Lamento profundamente la muerte de María Velasco, la actriz que encarnó en numerosas ocasiones a la India María en TV y cine.

 

Sin embargo, no estoy de acuerdo con aquellos que en redes sociales han declarado (de forma personal o a través de las cuentas de social media de ciertos medios de comunicación) que la India sea o haya sido un ícono del cine mexicano.

 

Es cierto que dicho personaje se acerca un poco en su planteamiento a otras creaciones histriónicas que reflejan situaciones o sectores populares de nuestro país, como el peladito de Cantinflas. Pero creo firmemente que en este caso se trataba de una caricaturización burda, llena de prejuicios y estereotipos y con poca raíz en la realidad. En otras palabras servía para entretener un rato a quienes gustaban de aventuras de humor blanco y cero gracia, como también son las de Capulina, pero hasta ahí.

 

Es un producto cultural que no se merece un homenaje en el palacio de Bellas Artes o algo así. La actriz se merece nuestro respeto por su tenacidad y trayectoria prolongada, vaya con sus deudos nuestro más sentido pésame, pero en el caso del personaje es mejor que ya no se encuentre con nosotros.

 

@HigueraB

eduardohiguerabonfil@gmail.com