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Anatomía del amor análogo

Los valientes entregaban el mix tape en la mano de su amada. Se los daban, ellas veían la portada y sonreían.

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Escrito en OPINIÓN el

Durante los 80 y gran parte de los años 90 no había mayor acto romántico que grabarle a tu chica un casete con canciones de amor. Eso, a lo cual hoy en día le llaman un “playlist”, en aquellos años antes de la digitalización del amor le decíamos “mix tape” y  aunque el producto final puede ser parecido, el proceso para elaborarlo puede que sea la analogía perfecta para contrarrestar el melancólico mundo análogo de la generación X de la realidad Ituneizada del mundo millenial

 

Paso 1: Requerimientos técnicos

 

El requerimiento básico para la adecuada elaboración de un mix tape era tener una grabadora, de preferencia de marca japonesa, con doble casete y radio; sin estos requerimiento avanzar era una virtual imposibilidad. Para aquellos de nosotros sin medios (mi grabadora solo era de un casete) el primer objetivo era procurar una de alguna amistad pudiente. 

 

El segundo paso, era conseguir un micrófono para poder grabar tu voz. Aquí es donde algún púber de la actualidad diría ¿Neta hacían eso? –sí mocoso- mi generación declaraba su amor a todo pulmón, no lo texteaba por WhatsApp.

 

 

Comenzabas a hablar:

 

“Mi amor, no hay palabras que expresen cuanto amor tengo por ti. Sólo la música es capaz de comunicar la milésima parte de lo que siento. Escucha estas rolas y piensa en mí como yo siempre pienso en ti”.

 

Stop. Play. REC.

 

Track 1: In Your Eyes. Peter Gabriel (1986).  5:29

Track 2: Wonderwall. Oasis (1995). 4:19

Track 3: Every breath you take. The Police (1983). 4:13

 

Paso 2: Comprar el casete

 

Pareciera que comprar el casete sobre el cual imprimir tu amor fuera un paso sin mayores complicaciones, pero el imperativo de la adolescencia es “no hagas de manera sencilla algo que puedas hacer complicado”. Al elegir el casete para tu mix tape había dos grandes decisiones: La primera era elegir la duración de la cinta. ¿Parece fácil? No lo era. ¿Cuánto la amo? era la verdadera pregunta. ¿La amo 30 min?  ¿La amo 60 min? ¿90? ¡¿120?!  El casete de 60 min generalmente ganaba. 120 minutos de amor me parecía demasiado intimidante.

 

“Quiero que sepas que me vuelves loco. No sé qué haría sin ti”.

 

Stop. Play. REC.

 

Track 4: Bizarre Love Triangle (Cover). Frente (1994). 2:01

Track 5: Right Here Waiting. Richard Marx. (1989). 4:29

Track 6: Crying. Aerosmith (1993).  5:08

 

La segunda decisión era el aspecto físico del casete. Yo siempre optaba por los negros con calcomanías blancas para poder agregar un toque artístico en la etiqueta. Había unos casetes transparentes, de mejor calidad, pero no existía la posibilidad de decorar ni el estuche ni el casete mismo. Esos eran chafas, toda la onda era la personalización del regalo. Nada como un corazón atravesado con una espada para transmitir tu pasión, deseo y dolor.

 

Track 7: Poison. Every Rose Has It’s Thorn (1988). 4:20

 

Fin. Lado A.

 

Paso 3: Planeación estratégica

 

Planear tu mix tape lo era todo. Tenías que hacer un recuento canción por canción, minuto por minuto y segundo por segundo si no, una rola podría quedar mocha  y se perdía toda calidad. Se tenían que contemplar canciones, mensajes, pausas entre canciones y ordenarlas para transmitir un mensaje, mantener un ritmo y para no desperdiciar ni un momento de tus 60 min de poesía.  Hoy en día, al no estar limitado por un espacio físico planear hasta parece absurdo. ¿Para qué? Te mando mi lista de Spotify.

 

Inicia. Lado B.

 

“No es que muera de amor, muero de ti. Muero de ti, amor, de amor de ti, de urgencia mía de mi piel de ti, de mi alma de ti y de mi boca y del insoportable que yo soy sin ti”: Jaime Sabines.

 

Stop. Play. REC.

 

Track 8: Patience. Guns and Roses (1988). 5:56

 

Paso 4: Insumos

 

Ya planeada la grabación ¡había que conseguir la música! Lo inmediato es lo que uno tenía a la mano. Los casetes y CD´s que existían en tu casa. Los habitantes de ese estuche Case Logic que uno tanto cuidaba. Los casetes que uno rebobinaba con una pluma para enderezar la cinta, los CD´s que limpiabas con pasta de dientes para remover rayones. Eran nuestras criaturas. Los cuidábamos tan bien.

 

Track 10: Friday I´m In Love. The Cure  (1992).  3:30

 

El segundo insumo era la música prestada. ¿Querías poner una rola de Extreme pero te daba codo comprar todo el álbum? Seguro lo tenía la hermana pseudo rocker de tu mejor amigo. Tú le dejabas tu casete de White Snake en lo que se lo devolvías.

 

Track 9: More Than Words. Extreme  (1991). 5:40

 

El tercer insumo, era el más latoso: La radio. Grabar rolas de la radio era un dolor. Era poner una estación y esperar,  y esperar y esperar todo el tiempo con tu dedo en el botón de REC. Luego ¡por fin la ponían! Cantando victoria, justo a la mitad de la canción pasaban un cápsula promocional -Alfa, 91.3– y aún con la voz carnosa de Luisa Carrandi todo quedaba arruinado. A volver a esperar.

 

Track 12: Heaven (Versión Unplugged). Bryan Adams (1997).  4:31

 

Paso 5: La entrega

 

Los valientes entregaban el mix tape en la mano de su amada. Se los daban, ellas veían la portada y sonreían, le daban la vuelta y veían la lista de canciones y sonreían más. Le daban al chico un beso en la mejilla e introducían el casete en su walkman. Que bonitas se veían tarareando la música de nuestros mix tapes.

 

Track 11: I’ll Be There For You. Bon Jovi  (1989).  5:41

 

Los penosos, como yo, infiltrábamos los mix tapes entre los útiles de nuestras amadas; ya sea en la bolsa exterior de su mochila JANSPORT o en un momento de descuido entre las hojas de su Trapper Keeper. Al lograrlo, como ninja del amor, retrocedías hasta la obscuridad. Cuando los descubrían miraban a su alrededor y sonreían. Cuando veían el índice sonreían más y luego introducían el casete en su walkman. Que bonitas se veían tarareando la música de nuestros mix tapes.

 

El ayer y el hoy.

 

Hacer un mix tape requería de días de esfuerzo. Días de planear, conseguir, grabar, re grabar, ilustrar y complotar. Eran tres o cuatro días con una sola cosa en tu mente: Ella. Luego, cuando ella se ponía su walkman y escuchaba ese mix tape,  tú sabías que ella estaba pensando en ti; y cuando sonreía al tararear las canciones sabías que te estaba sonriendo a ti.

 

Al contrario de las efímeras playslists de hoy, todos los mix tapes de todas las niñas de todo el mundo se encuentran guardados en una vieja caja de zapatos en algún lugar de su casa juntos con nuestras cartas, fotos y lágrimas esperando el momento en ser reencontrados. Quizás no los vuelvan a escuchar pero al ser recordados, al menos provocaran un hermoso suspiro.

 

Track 12: Heaven. Warrant (1989).  3:57

 

Fin. Lado B.

 

@RobertoMorris