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A un mes de las elecciones

Debemos esperar es el incremento de escándalos.

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Escrito en OPINIÓN el

Estamos justo a un mes para que se lleven a cabo las elecciones en el Estado de México (gubernatura), Coahuila (gubernatura, 38 ayuntamientos y 25 diputaciones), Nayarit (gubernatura, 20 ayuntamientos y 30 diputaciones), y Veracruz (212 ayuntamientos) en las que podrán votar alrededor de 20 millones de ciudadanos, de los cuales más de la mitad se encuentran en el Estado de México por lo que, sumado a su importante significado político, es el que mayor atención ha concentrado.

Tomando como antecedente lo sucedido en las elecciones del año pasado en las que prácticamente todas las encuestas se equivocaron, y sorpresivamente el PRI perdió la gubernatura en 6 estados (Aguascalientes, Durango, Veracruz, Tamaulipas, Chihuahua, Quintana Roo) además de la de Puebla que se preveía la iba a conservar el PAN, es difícil anticipar los resultados del próximo 4 de junio, pero lo es aún más partiendo de los datos con los que se cuenta hasta el momento.

En las tres entidades en que se renovará el Poder Ejecutivo Estatal se presentan números muy cerrados, y salvo en el caso de Nayarit en el que al parecer la diferencia entre el primer y segundo lugar es superior a los tres puntos porcentuales encabezando el candidato del PAN, en los dos restantes estamos en empate técnico. Aunado a ello, hay que considerar que un amplio porcentaje del electorado (alrededor del 20%) no responde por quién votará, aproximadamente el 40% declara que podría cambiar el sentido de su voto, y el fenómeno del voto oculto es cada vez más frecuente.

Lo cierto es que conforme transcurren los procesos electorales el desencanto de la ciudadanía es mayor, pues los candidatos y sus partidos siguen recurriendo a lo mismo de siempre: reparto de dadivas, acarreo para mostrar “músculo” en sus eventos, discursos plagados de lugares comunes y vacíos de contenido, promesas que no tienen sustento, la descalificación sistemática del adversario, filtraciones y un bombardeo ofensivo de propaganda. Parece que no han aprendido de lo ocurrido en otros países en los que se agotó el modelo tradicional de hacer política, y los partidos predominantes fueron desbancados por otras opciones -que no necesariamente han resultado mejores-.

En este contexto, no se advierte que en las próximas semanas vaya a cambiar el tono de las campañas, y por el contrario lo que debemos esperar es el incremento de escándalos, un derroche de dinero aún mayor, negociaciones en lo obscurito para convencer a los partidos y/o candidatos que aparecen en tercer lugar de las encuestas a que manifiesten su apoyo a alguno de los punteros, y un vehemente llamado al voto útil.

De aquí al 4 de junio cualquier cosa puede pasar, pero independientemente de los escenarios, no parece que vayan a ser buenas noticias para la ciudadanía que una vez será la que menos importe, mientras los partidos hacen lo que sea con tal de conseguir el triunfo.

@agus_castilla