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Trabajadores de Pemex colaboran con "huachicoleros"

Testimonio en investigación de la Universidad Veracruzana revela colusión de empleados con “chupaductos”

Escrito en NACIÓN el

VERACRUZ (La Silla Rota).- Por colaborar  a los "chupaductos" y omitir reportarlos, trabajadores de Petróleos Mexicanos (PEMEX) se ven involucrados en el robo de combustibles en Veracruz, según una investigación realizada por la Universidad Veracruzana a la que La Silla Rota tuvo acceso.

La institución lleva a cabo un proyecto para investigar el robo de combustible en este estado, que es uno de los puntos del país donde más se comete el ilícito y hay bandas organizadas como los conocidos “huachicoleros”, que también operan en Puebla.

Este medio fue autorizado por investigadores de la Universidad Veracruzana para la publicación de una entrevista realizada a un trabajador de Pemex  quien describe la complicidad entre personal de diversas áreas de la empresa mexicana, autoridades de seguridad pública y miembros del crimen organizado.

“Gente con experiencia en ductos e instalación de válvulas, transportistas especializados que hacen el trasiego del hidrocarburo ‘ordeñado’, propietarios de parcelas vecinas a las tomas clandestinas; y el mismo personal de PEMEX están involucrados”, señala en la entrevista del proyecto de estudio de la universidad el empleado José Ramírez, quien será llamado de esta forma por seguridad. 

El hombre relata que las empresas encargadas de realizar estudios de caracterización y saneamiento para PEMEX, “en muchos de los casos prácticamente conviven con los halcones; quienes a su vez están encargados de vigilar las tomas clandestinas”.

"Se han reportado casos en los que incluso ordeñadores han llegado a incautarles equipo o personal, y se los entrega hasta que se retiran para tener una garantía de su silencio o complicidad, si así se le quiere ver", abunda el entrevistado.

 Asegura que los dueños de gasolineras compran este producto ordeñado (extraído de manera ilegal) a menor precio para así obtener un beneficio. Versión coincidente con la de José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Hacienda y Crédito Público, quien detalló el pasado 9 de mayo, la realización de 13 operativos (auditorías) a gasolineras de México, seis de ellas en el estado de Puebla.

José Ramírez advierte que "las autoridades de todos los niveles de seguridad saben de este negocio ilegal y lo solapan; facilitan u omiten sus funciones con la finalidad de recibir un beneficio económico". 

 "En un retorno que se ubica ya casi para llegar a la caseta de Acayucan, Veracruz sobre la autopista, existe una gran cantidad de gentes que se dedica a la compra y venta de diésel, principalmente para los traileros. En esa zona normalmente siempre está estacionado un vehículo de la Policía Federal y toda la actividad se lleva a cabo sin contratiempos", se lee en el cuestionario realizado por la UV.


El negocio “huachicolero”

El entrevistado en el proyecto de la Universidad Veracruzana refiere que regularmente los reportes de ordeña se producen en los lugares menos vigilados por la policía especial de PEMEX, que integra a elementos de la Secretaría Armada de México y de la Defensa Nacional.  

“De preferencia estas personas eligen los ductos que quedan en una zona de plantíos o en terrenos donde existe una gran visibilidad con la finalidad de ver desde lejos los cuerpos de vigilancia. Los huachicoleros escogen lugares donde puedan ingresar las pipas para sacar el hidrocarburo y que puedan estacionarse cerca del ducto que se va a ordeñar”, detalla el empleado.  

Asegura que los llamados ordeñadores buscan zonas donde el ducto se encuentra aéreo, de lo contrario deben excavar para exponerlo y poder fijarle un cincho que permita la perforación de una válvula hechiza. 

“Una vez colocada la válvula se extrae el hidrocarburo. Al término de la jornada de extracción la toma clandestina se disimula o se tapa con unas tablas y dejan a alguien vigilándola. Así regresan al siguiente día a realizar la misma práctica, mientras no sientan que pueden ser descubiertos o reportados”.

“La carga normalmente se hace de madrugada, en carros - tanque, pipas, tambos o garrafas transportadas en camionetas”, relata José Ramírez a los investigadores de la Máxima Casa de Estudios en Veracruz.


“Difícil que personal de PEMEX no se dé cuenta de tomas clandestinas”

De acuerdo con el testimonio, los ductos de PEMEX son sometidos a una revisión periódica por un “diablo” el cual es un equipo robótico que se introduce en los tubos y detecta posibles perforaciones a través de los niveles de presión del bombeo de los hidrocarburos.

Los huachicoleros, explica, de una u otra forma tienen claro que no deben hacer perforaciones superiores a dos pulgadas; tampoco trabajar en zonas urbanas o cercanas a las terminales de PEMEX donde puedan ser detectadas las fugas y de esa manera comprometer a los superiores a reportarlo con las autoridades de seguridad.

Como parte de un proceso de extracción, los huachicoleros, expone José, toman precauciones y bloquean los accesos carreteros hacia las tomas clandestinas con vehículos para que “en caso de que la Marina o la Policía Especial de PEMEX se acerque de tiempo para que la pipa pueda salir por algún lado contrario”.

“Mucha gente que vive en las zonas de ordeña viven amenazados de por vida y nadie hace algo al respecto, y cuando digo nadie, es nadie. Uno como trabajador dice para qué denuncio si no hay confianza en la propia dependencia. A veces mejor así se evitan problemas”, confiesa José Ramírez.

El entrevistado insiste que en lugares que he trabajado, en el territorio veracruzano, la gente no solo conoce a los huachicoleros, sino también las autoridades locales. “Basta revisar las denuncias por ordeñas; siempre son en las mismas zonas y es una situación que se repite; no es por falta de conocimiento más bien creo por falta de interés, o porque al hacer algo se afecta algún interés económico”.

De acuerdo con la versión del trabajador de PEMEX, los huachicoleros involucran a gente de las comunidades donde trabajan, ya que estos conocen a la gente, cómo se llaman, dónde viven, si tienen propiedades o trabajan para otra persona. Si los campesinos no dicen nada, ellos no se meterán con sus familias”.

En el peor de los casos, lamenta, “si la gente hace caso omiso a esa intimidación, lo normal son los levantones para hacer entender que van en serio. Y por último los homicidios como una estrategia de sembrar miedo. Estos eventos sirven para acallar voces y que la impunidad se mantenga, con la complacencia de las autoridades”.


“El negocio clandestino que cobra vidas”

“Actualmente vemos flashazos de justicia para taparle el ojo al macho, y la gente piensa que, las autoridades están haciendo algo por este problema, pero las estadísticas de fugas, derrames, robo en ductos, así como accidentes que involucran pérdidas de vidas están al alta”, opina el trabajador de PEMEX.

Apenas el pasado sábado 13 de abril, cuatro personas, de oficio campesinos, perdieron la vida luego de una explosión de un ducto de PEMEX, en la comunidad de Cerritos perteneciente al municipio de Tierra Blanca y colindante con Omealca.

De acuerdo con testigos, las víctimas que fallecieron calcinadas, transitaban a bordo de un vehículo cuando ocurrió la explosión, presuntamente relacionado con la ordeña del ducto.

José Ramírez, concluye que algunos de los accidentes se ven provocados por la ignorancia de las personas dedicadas al robo de hidrocarburos, quienes suelen provocar fugas de otros compuestos como petróleo crudo, xilenos u aromáticos que además no son comercializables. 


jamp