El ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), José Ramón Cossio Díaz, afirmó que la corrupción es uno de los problemas centrales de México; que no se puede atacar sólo con buenas intenciones, ni con una actitud moral y de valores, sino que, es necesario crear políticas públicas vistas desde las condiciones del mundo y no de particulares.
Además, señaló que se cree que los únicos corruptos son los servidores públicos, pero no se piensa en los corruptores. Esto durante la mesa “Retos en materia de anticorrupción y ética del servicio público” que se realizó dentro del foro “Gobierno profesional y ciudadanía responsable”.
Dijo que en la ley que se acaba de aprobar respecto a la reforma Constitucional del 27 de junio del 2015, no aclara la condición de “los que van y corrompen”, agregó, que “hay un énfasis en la responsabilidad administrativa cuando los particulares no son sujetos de ésta”.
Asimismo, comentó que si no se entienden las condiciones del lavado de dinero, la situación financiera y la transferencia de fondos, no se podrá crear una política pública clara, y “menos se podrá tener las condiciones jurídicas para enfrentar el problema. Sin ello, será una ley anticorrupción que continuará favoreciendo la impunidad, porque no se tienen las competencias técnicas para resolver el problema central”.
Por su parte, Rafael Estrada Michel, director general del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), indicó que las prácticas sistemáticas de corrupción son una traba para el desarrollo de cualquier colectividad.
“Necesitamos funcionarios incorruptibles, firmes, experimentados y que no sean ingenuos. Servidores que, por ejemplo, no tengan miedo de hacer públicas sus declaraciones de conflicto de intereses”, aseguró.
Dijo que México requiere de los bienes jurídicos que se vinculan estrechamente con el éxito de la gobernabilidad e institucionalidad de cualquier país, como son, la correcta operación de la administración pública, la salvaguarda del erario público y la imparcialidad.
Mientras que el rector general de la Universidad Panamericana, José Antonio Lozano Diez, exhortó a trabajar en la formación profesional sólida, no sólo en lo técnico, sino también en la voluntad y el carácter de los egresados, además de en su comportamiento ético.
“Debemos enseñar no sólo administración pública, economía y sociología, que comprenden la enseñanza de sistemas, ya que hemos descuidado a la persona específica de quienes gobiernan y las habilidades que requieren para sus puestos y que no son sencillas”.
México ocupa el lugar 103 de corrupción, de 175 países en el mundo, según el último informe de Transparencia Internacional. Además de tener la peor calificación de los 33 países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
José Genaro Montiel Ramírez, maestro y miembro del Consejo de Alumnos de la Universidad Panamericana, aseveró que la corrupción se ha posicionado como uno de los principales problemas del país, incluso por encima de la pobreza, dentro de los índices de percepción. “El porcentaje de delitos de corrupción cometidos, pero no castigados, es similar a la del resto de violaciones a la ley: 95 por ciento”, finalizó.
Con información de El Observador Diario.
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