La declaración testimonial del narcotraficante “Comandante 103” en una corte de McAllen, Texas, involucra al ex mandatario de Sonora, Guillermo Padrés, y a los candidatos a gobernador en Coahuilia, Guillermo Anaya (PAN) y Armando Guadiana (Morena) en una red de lavado de dinero en la explotación de minas de carbón.
Este documento revelado a la luz pública tiene fecha del 9 de diciembre del 2016, firmado por el prisionero, Juan Francisco Tamez Sáenz, detenido en Texas en octubre del 2014, y María Pérez, notaría pública de dicho estado.
En su testimonio, el “Comandante 103” detalla su participación en el Cártel del Golfo y su relación con Los Zetas, quienes operaban en Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León. Debido a esta cooperación entre organizaciones criminales conoció sus operaciones y entre ellas se encontraba la explotación de minas de carbón para su venta al gobierno y así lavar el dinero de estos cárteles.
“Supe de todas las actividades que desarrollaban para obtener ganancias para la organización; entre otras, una que no es muy conocida ni ha salido a la luz pública: la extracción en minas de carbón para su venta al gobierno y así lavar dinero proveniente de la venta de droga”, relata.
El narcotraficante, acusado en Texas de los delitos de ‘conspiración para introducir marihuana a Estados Unidos y lavado dinero’, informa que el centro de reuniones entre los involucrados de esta red era el rancho del líder de Los Zetas, Heriberto Lazcano, “El Lazca”, en Coahuila.
A este lugar acudía Armando Guadiana Tejerina y su hermano José Luis, vecinos del rancho de “El Lazca”. Su papel era ser los prestanombres para la propiedad de las minas.
También estaban presentes en estas reuniones los panistas Luis Fernando Salazar y Guillermo Anaya, quienes fungían de “puente” con Guillermo Padrés, entonces gobernador de Sonora, para la compra del producto a través de un fideicomiso, llamado Promotora para el Desarrollo Regional de la Minería de Sonora (Proderem).
En estas reuniones, que en ocasiones se llevaban a cabo en el rancho de los hermanos Guadiana, los involucrados ajustaban los detalles y discutían los pormenores de la venta de carbón a la Comisión Federal de Electricidad y el gobierno sonorense, con el fin de lavar dinero del narcotráfico.
“La forma en que funcionaba dicho negocio, consistía en que, a través de las minas, propiedad de los empresarios José Luis y Armando Guadiana Tijerina, quienes gozan de mucha reputación en Coahuila, el Cartel del Golfo y Los Zetas invertían cantidades millonarias con el objetivo de vender carbón al gobierno, específicamente a la Comisión Federal de Electricidad. La labor de los señores Luis Fernando Salazar y Guillermo Anaya, consistía en ser puente o enlace con el gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, quien, a través de un fideicomiso, compraba también el carbón a los hermanos Guadiana Tijerina”, afirma el también conocido como “Comandante Panochitas”.
El prisionero agrega en su declaración para la corte de Texas, que ellos como sicarios se encargaban de la vigilancia y protección de las minas al ser un “negocio que se manejaba con mucho sigilo por las personas y políticos involucrados”.
Esta red de lavado de dinero fue de igual manera revelado por el grupo de activistas hackers en Estados Unidos, Anonymus, donde detallan el modus operandi y dan a conocer a los implicados en la venta de carbón y lavado de dinero.
Por último, en este documento, Juan Francisco Tamez Sáenz, culpa a los involucrados en esta red de lavado de dinero, del asesinato de su pareja sentimental, Lizet García y de su padre Juan, ya que cuando proporcionó esta información a la DEA, (Drug Enforcement Administration) en meses pasados, un grupo armado disparó contra sus familiares días después-.
“Ambos fueron asesinados de forma artera, por lo que sospecha que sus muertes pudieran estar relacionadas con lo que declaré, al tratarse de personas tan poderosas y ricas, por lo que quiero dejar testimonio escrito de estos hechos por si alguien atenta contra mi persona”, finaliza.
Antecedentes de narcominas
En el año 2012, el diario Reforma publicó que las minas propiedad de José Reynold Bermea, operador de Los Zetas y detenido ese mismo año, formaban parte del padrón de empresas que hacían negocios con la Promotora para el Desarrollo Regional de la Minería de Sonora (Proderem).
Ante esto, el ex gobernador de Sonora se deslindó y se comprometió a colaborar con las investigaciones correspondientes.
“Si hay alguna información que requieran o puedan necesitar de parte del Gobierno del Estado, nosotros con mucho gusto se lo vamos a proporcionar a quien lo solicite para que si alguien en algún momento, o en algún estado de la República, hay alguien que se dedique a alguna actividad que tenga algún pendiente con la justicia, que tengan el acceso al Gobierno del Estado”, expuso Guillermo Padrés.
Sin embargo, ninguno de los involucrados fue detenido, ni se le imputaron cargos en su contra.
Guadiana se deslinda, Anaya calla
El candidato de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), rechazó las acusaciones de formar parte de una red de lavado de dinero, en confabulación con el narcotráfico.
Ante medios de comunicación en Coahuila, Armando Guadiana negó ante tener nexos con el crimen organizado y afirmó que anteriormente lo habían señalado de los mismos delitos, los cuales no se lograron acreditar.
La Silla Rota buscó la postura de Guillermo Anaya y su equipo, por medio de llamadas telefónicas; sin embargo, no respondieron hasta la publicación de este material.