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El poder de la cara Guzmán ante soldados

Sean Penn narra como Alfredo, de 29 años, dice tener infiltrados en el gobierno y los soldados les dejaron pasar, ‘avergonzados’, al reconocerlo

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Alfredo Guzmán, el hijo de 29 años de ‘El Chapo’, sirvió de escolta a Sean Penn y Kate del Castillo para llegar hasta su padre. Fue el conductor quien los recogió tras llegar de Los Ángeles para llevarlos hasta una pista aérea.


“No es hasta que abordamos una de las dos avionetas que me doy cuenta de que nuestro conductor había sido el hijo de 29 años de El Chapo, Alfredo Guzmán. Se sienta a mi lado, habiendo sido designado como uno de nuestros escoltas personales para ver a su padre. Es un tipo bien parecido, delgado y bien vestido, con un reloj de pulsera que podría tener más valor que todo el dinero que albergan los bancos centrales de la mayoría de las naciones. Tiene un reloj espectacular”, narra el actor estadounidense.


Ya en el aire, Penn pregunta a “Alfredo que cómo podemos estar seguros de que no nos están siguiendo o vigilando. Sonríe (cabe señalar que no pestañea mucho) y apunta a un codificador rojo debajo de los controles de la cabina del piloto. "Ese conmutador bloquea el radar terrestre", señala. Agrega que tienen un infiltrado que les avisa cuando va a despegar el avión militar de vigilancia a gran altitud. Se muestra confiado en que ya no hay ojos indeseados a esa altura. Platicamos a lo largo del vuelo gracias a la ayuda de Kate, que hace de intérprete. Tengo cuidado de no decir nada que pueda poner en peligro la bienvenida de su padre antes siquiera de que hayamos llegado”.


Cuando bajan, y tras adentrarse en una zona montañosa, dice Penn que se encuentran con un control militar: “Dos soldados uniformados del Gobierno, armas en mano, se acercan al vehículo. Alfredo baja la ventanilla del pasajero; los soldados se retiran pareciendo avergonzados, y nos hacen señales con la mano para que pasemos. ¡Ah! Ese es el poder de la cara de Guzmán. Y la corrupción de una institución. ¿Significaba esto que nos estábamos acercando al hombre?”.


Eran las 9 de la noche en México y habían salido a las 7 de la mañana de Los Ángeles y por fin se encontraban con el fugitivo más famoso del mundo: El Chapo.

 

maaz