Mañana no habra duda de quién de los dos candidatos a la presidencia de Estados Unidos, Hilary Clinton o Donald Trump dormirá en la Casa Blanca, una construcción que ocupa más de 70 mil metros cuadrados y que tiene 6 pisos con 132 habitaciones, 35 baños, 413 puertas, 147 ventanas, 28 chimeneas, 3 ascensores, una pista de tenis, una bolera, un cine, una cancha de baloncesto, una piscina, un putting green y una pista para correr.
Quien ocupe la Casa Blanca vivirá en una construcción hecha por afroamericanos tanto libres como esclavos, tras la fracasada convocatoria de mano de obra europea.
Tiene un sótano lleno de curiosidades donde hay dentista disponible para sus inquilinos. Donde no hace falta pedir cita con mucho tiempo de antelación. También hay un centro comercial donde existe desde una tienda de flores hasta una bolera que solicitó el presidente Nixon.
Ha sido protagonista de innumerables películas, novelas y libros de Historia e incluso es posible visitarla con ciertos requisitos.
Está en pie desde el 12 de octubre de 1792, su inauguración coincide con el 300 aniversario del descubrimiento del continente americano por parte de Cristóbal Colón, pues ese día el español Pedro Casanave colocaba la primera piedra de la que sería la casa presidencial más famosa del mundo y que se construiría en Georgetown, actual Washington DC.
Las paredes de ese magno edificio han visto pasar un gran número de presidentes, pero entre ellos no está George Washington, el hombre que lo mandó construir ya que dejó el cargo voluntariamente en 1797, tres años antes de finalizarse las obras.
El primer huésped de la nueva residencia presidencial fue John Adams, hasta entonces vicepresidente de George Washington y que sustituiría a éste en el cargo. Desde entonces, ese lugar se convirtió en uno de los más famosos y conocidos del planeta.
Sus cocinas pueden servir la cena a 140 comensales y aperitivos para más de mil personas. La Casa Blanca ha acogido 17 bodas a lo largo de la historia, la primera en 1812 y la última en 1994, la del hermano de Hillary Clinton, entonces Primera Dama.
La residencia no sólo acoge las dependencias privadas del presidente y su familia, también varias salas de reuniones, una biblioteca, una sala de mapas, un solárium y las salas usadas para ceremonias de estado.
vsv