La principal preocupación de la industria tecnológica estadounidense ante las políticas migratorias de Trump, es cómo se establecerán las reglas para los trabajadores extranjeros, dado que la gran mayoría de quienes trabajan en Silicon Valley poseen visas tipo H1B.
Este tipo de visas se otorga a profesionistas extranjeros altamente calificados para que trabajen en Estados Unidos en áreas relacionadas a sus habilidades profesionales. Una vez que cuentan con dicho visado pueden residir en el país por tres años y aplicar para una extensión.
En Estados Unidos, cada año fiscal se otorgan aproximadamente 85,000 nuevas visas tipo H1B. Un informe de Goldman Sachs estima que actualmente hay entre 900,000 y un millón de personas con estas visas en Estados Unidos, de los cuales 12% pertenecen a la industria tecnológica, es decir, 120, 000 empleados tecnológicos.
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La postura de Trump respecto a la visa H1B aún no está clara, en octubre de 2015 había expresado estar a favor de que los extranjeros entraran legalmente en Estados Unidos, y podrían obtener visas o permisos de trabajo. Pero en marzo de 2016 fijo otra postura diciendo que terminaría con dicho programa y favorecería la contratación de empleados estadounidenses.
Por lo anterior, las empresas tecnológicas están preocupadas por cómo afectarán estas decisiones su viabilidad para contratar a talento de todo el mundo, pero los críticos sostienen que su mayor preocupación consiste en que ahora no podrán contratar a trabajadores extranjeros cuyos salarios son más bajos que los estadounidenses.
Trump todavía debe anunciar cómo su administración cambiará el programa de visas H1B pero con la industria tecnológica molesta ya con el veto migratorio a siete países, en su mayoría musulmanes, parece que este programa podría significar una batalla entre Silicon Valley y la Casa Blanca.
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En Estados Unidos, cada año fiscal se otorgan aproximadamente 85,000 nuevas visas tipo H1B. Un informe de Goldman Sachs estima que actualmente hay entre 900,000 y un millón de personas con estas visas en Estados Unidos, de los cuales 12% pertenecen a la industria tecnológica, es decir, 120, 000 empleados tecnológicos.
La postura de Trump respecto a la visa H1B aún no está clara, en octubre de 2015 había expresado estar a favor de que los extranjeros entraran legalmente en Estados Unidos, y podrían obtener visas o permisos de trabajo. Pero en marzo de 2016 fijo otra postura diciendo que terminaría con dicho programa y favorecería la contratación de empleados estadounidenses.
Por lo anterior, las empresas tecnológicas están preocupadas por cómo afectarán estas decisiones su viabilidad para contratar a talento de todo el mundo, pero los críticos sostienen que su mayor preocupación consiste en que ahora no podrán contratar a trabajadores extranjeros cuyos salarios son más bajos que los estadounidenses.
Trump todavía debe anunciar cómo su administración cambiará el programa de visas H1B pero con la industria tecnológica molesta ya con el veto migratorio a siete países, en su mayoría musulmanes, parece que este programa podría significar una batalla entre Silicon Valley y la Casa Blanca.